MARÍA DEL ROSARIO MOLINA
NOTAS DE MARÍA DEL ROSARIO MOLINA
Dedico esta columna a aclarar ciertos errores que se cometen al confundir palabras parecidas con distinto significado.
Ahora que las redes sociales se han convertido en parte de la vida cotidiana del mundo entero, quisiera referirme concretamente a los errores y horrores que escriben en ellas los guatemaltecos y no me refiero solamente a la ortografía, sino también a la sintaxis, la morfología y el léxico. De la primera, es raro quien salga indemne de cometer faltas de “grueso calibre” v.gr. escribir “a venido” en lugar del adecuado “ha venido”, pues la preposición se escribe sin hache y el verbo auxiliar “haber” siempre la lleva en todos sus modos, tiempos, número y persona (cuando es impersonal solamente se conjuga en la tercera persona del singular en todos los tiempos y modos).
Aunque en ocasiones anteriores me he referido a los distintos usos del presente del indicativo, los explico una vez más, por petición de mis lectores nuevos.
Doña Lesbia de Juárez me escribe por el correo electrónico que constantemente lee: “le digo a los votantes que deben pensar muy bien su voto; le entregaron su DPI a guatemaltecos residentes en EE.UU.; le brindaron ayuda inmediata a los damnificados por la inundación” y me pregunta si es correcto usar el pronombre “le” de objeto indirecto —también llamado complemento indirecto o dativo— en singular si el objeto indirecto es plural, como en los casos que menciona. La respuesta es no.
Las clases de “moral y urbanidad” deberían ser de nuevo obligatorias, pues buena falta hacen.
De nuevo estamos en septiembre, mes de sucesos notables y reproduzco parcialmente una columna de 2010, en la que mencioné un par.
Si por mí fuera, las clases de comunicación serían mucho más completas y estrictas en lo que a la gramática se refiere.
Un libro divertido y una amable compañía pueden alegrar lo que sería un aburrido desvelo.
¿Qué opinas —me preguntó Berta, mi amiga— de la libertad que tiene cualquiera para expresarse en las redes sociales?