Kajkoj Máximo Ba Tiul
NOTAS DE Kajkoj Máximo Ba Tiul
Los pueblos originarios de Guatemala no estamos solo indignados por lo que está pasando en Guatemala, sino encabronados. Después de observar las manifestaciones de las clases medias urbanas en la ciudad capital y en otras cabeceras departamentales del país, por el desmantelamiento del grupo criminal La Línea y pidiendo la renuncia del presidente y de la vicepresidenta del país, nosotros también esperamos que ahora sí nos comprendan.
Para entender lo que está pasando hoy en nuestro país, hay que entender cómo esta realidad fue construida y condicionada desde hace muchos años por la alianza oligárquica-militar-eclesial. Solo hemos tenido en la historia política de Guatemala 10 años de más o menos democracia (1944-1954), y cuando este momento estaba dando frutos, por la intromisión de Estados Unidos, apoyados por serviles militares, oligarcas y eclesiásticos, todo se viene para abajo y es cuando comienza a consolidarse lo que ahora podemos llamar el Estado narco-criminal-militar-contrainsurgente y corrupto.
Entre discursos y análisis terminó el fin de semana pasado la VII Cumbre de Presidentes en Panamá. De lo que se puede extraer de ella es que nuevamente quedó en evidencia que a Estados Unidos lo único que le interesa es que todos los países de la región le rindan tributo y obediencia. Aunque de palabra dice que respetará la autonomía y la libre determinación de los otros Estados, en realidad nunca está dispuesto a cumplirla, sobre todo cuando son Estados que se rebelan, como Cuba y Venezuela. Y por eso, a los demás les ofrece planes de control, como el de la prosperidad para el Triángulo Norte, que lleva consigo un fortalecimiento del control militar y policial en la región centroamericana.
Nuestro país está sumido en un clima de desesperanza e inestabilidad. Los valores humanos como la honestidad, responsabilidad y el respeto, poco a poco están desapareciendo, dándole paso a la mediocridad, abuso de poder y deshumanización. Cualquier cosa puede pasar, que somos incapaces como sociedad de alzar nuestra voz.
Sentimientos de indignación por todos lados. A Guatemala se le conoce por la criminalización y persecución contra comunidades indígenas y sus principales líderes. Por no aceptar que hubo genocidio durante la guerra interna. Por los niveles de violencia común, que la mano dura no controla.
Las medidas económicas recomen- dadas por el FMI, BM, Banco Europeo, Banco de China, los BRICS y otros organismos de inversión, así como las propuestas de las Naciones Unidas sobre el IDH, medio ambiente, cambio climático, tierra y derechos humanos corresponden a un solo paradigma, el occidentalismo o capitalismo.
Desde el modelo de militariza- ción que deja instalado el gobierno de Berger y fortalecido por el gobierno de Colom, además de la implementación del modelo de desarrollo extractivista de este último gobierno, advertimos sobre la escalada de violencia que se venía sobre nuestro país.
Acostumbrados a ser considerados países colonizados, abrimos las puertas a quienes nos vienen a dar órdenes y a decirnos lo que tenemos que hacer, y si no se hace de acuerdo con lo convenido, vienen las sanciones y los reproches.
¡No se vale olvidar! Simón Bo- lívar, el gran ideólogo de la “Patria Grande” o de la “Gran Colombia”, decía: “Nos han dominado más por la ignorancia que por la fuerza”. La ignorancia es producto del desconocimiento y por la mala información que tenemos sobre las cosas o sobre cualquier hecho social.
¡No se vale olvidar! Simón Bo- lívar, el gran ideólogo de la "Patria Grande" o de la "Gran Colombia", decía: "Nos han dominado más por la ignorancia que por la fuerza". La ignorancia es producto del desconocimiento y por la mala información que tenemos sobre las cosas o sobre cualquier hecho social.