Esta es una pequeña historia que me llegó por internet y sin autor identificado. Por el valor de mensaje que tiene para el buen desarrollo de nuestra vida como seres vivos que hemos de buscar con afán y propósito el rescate de nuestra humanidad, he creído de valor publicarla para los lectores de este espacio: "Anoche soñé que estaba en el cielo y que un ángel me servía de guía para mostrarme los alrededores. Caminaba lado a lado a través de un largo salón de trabajo lleno de ángeles. Mi ángel guía se detuvo enfrente de la primera sección y dijo:

Quienes hayamos leído la publicación de Severo Martínez Peláez o bien hayamos visto algunas de las historias noveladas que se han presentado en la televisión latinoamericana, podremos tener una visión más profunda de los momentos que se viven hoy, sin hacer una nueva historia de esta bella y rica patria, la Guatemala de todos y no de algunos. Cito al Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR) en su documento presentado en 1998, "Severo Martínez Peláez, in memoriam: La patria del Criollo, un cuarto de siglo después".

El otro es importante para su vida, los otros son aún más importantes, y por tanto, el nosotros de nuestra vida se vuelve relevante, indispensable e ineludible. Comprender la otredad, la existencia del otro y su efecto natural en nuestra vida es indispensable para construir en sociedad un mejor futuro para todos y cada uno de nosotros. No se puede de otra manera, puesto que es lo que venimos intentando desde la misma existencia del hombre, y sin recato, hemos fracasado. Aunque esto luce ser de obvia comprensión,

Pasaron las fiestas navideñas, las celebramos de acuerdo con nuestras creencias, mismas que en una gran mayoría de ciudadanos giran en torno a la cultura judeocristiana en cualquiera de sus vertientes de expresión. El cristiano supone rememorar el nacimiento de Jesús y con ello, en muchos casos, la familia busca traer a su presente una reflexión de vida que le permita seguir cultivando esperanzas, paz y mejores sentimientos para compartir la vida en comunión con los otros. Esos otros pueden ser desde su familia, amigos,

Es propio de nuestro carácter nacional y sobre todo a nivel de las elites vivir como el avestruz; es decir, enterrar figurativamente la cabeza para no ver, o buscar vivir como los tres monos sabios, sin querer ver ni oír y menos hablar. ¿Habrá una forma peor de vivir? Aunque pueda caer mal con estas aseveraciones, creo que existe otra forma aún más perversa de actuar en esta vida moderna. Hay quienes buscan construir un imaginario colectivo que solamente cabe en la mágica imaginación

Recibí esta carta por correo electrónico hace unos días y, por reflejar la evidente carencia de nuestros sistema educativo, decidí trasladársela textualmente para que reflexionemos sobre la inmensa tarea que tenemos por delante, en la convicción de que vale la pena revolucionar la educación en Guatemala. ¡Usted debe ser parte!

Año con año, la humanidad, por medio de cada persona, renueva su esperanza para que el futuro sea mejor en todos los ámbitos de la vida, dejando atrás el año viejo y buscando concentrar su pensamiento en el futuro. Al menos, esta es la intención, misma que quizá y al menos por unos cuantos días del año nuevo, se mantiene con las acciones que llevamos a cabo. El recuento del año que se deja es ya una tarea que los medios de comunicación recrean para traer a nuestra memoria ?los temas que a nivel global,

He conocido al ministro de Gobernación desde diferentes ángulos y desde todos ellos he visto características de valor: un hombre inteligente y honrado; amante y luchador por su país; valiente y apasionado por sus emprendimientos. Sigo percibiendo del ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, las mismas características y estas le han convertido a ojos de muchos guatemaltecos en la joya del gabinete, a pesar de los pocos avances reales en materia de seguridad. Aclaro. No he estado, ni estoy de acuerdo con los métodos represivos y la violencia

He venido conversando con muchos lectores en relación con el tema del cambio. Sigue siendo este espacio y la época propicios para continuar dialogando sobre el tema, tanto con lectores que me han hecho el favor de enviarme sus comentarios por este medio o bien a la dirección de correo electrónico. He tenido valiosas contribuciones de ciudadanos de distintos ambientes y los cuales me ocuparé de ir exponiendo e hilando con las reflexiones que en un servidor han generado. Importante de destacar es el alto nivel de conciencia que luce existir en que,

A propósito de la cele-bración navideña y en el ánimo de no olvidar el fundamento y la razón de ser de la tradición cristiana de la época, conviene traer a cuenta algunas escrituras bíblicas que nos advierten sobre el sentido de la vida de la persona de Jesús y contrastarlos con nuestra práctica cristiana. "No todo el que me diga: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Muchos me dirán aquel Día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios,