Juan Alberto Fuentes Knight
NOTAS DE Juan Alberto Fuentes Knight
El modesto crecimiento económico de Guatemala se está desacelerando. La evolución del PIB trimestral, del Indice Mensual de Actividad Económica (IMAE), de la evolución del crédito y de las exportaciones lo confirma. El índice de confianza que estima el Banco de Guatemala también comenzó a deteriorarse significativamente a partir de mayo. Tres hechos podrían explicar la desaceleración que se está dando.
El financiamiento electoral ilícito es el más frecuente de los varios delitos que el juez Miguel Ángel Gálvez identificó como razón por la cual se ligó a proceso a 53 personas la semana pasada. Es ilustrativo del podrido sistema político guatemalteco. Aunque estos casos se refieren básicamente al financiamiento del Partido Patriota, ya la CICIG había informado hace un año sobre eventuales casos de financiamiento ilícito de otros partidos políticos, incluyendo a la UNE. Y a ello hay que agregar la cancelación del partido LIDER hace unos días, como resultado de haber superado el límite permitido de gasto electoral. Todos estos son indicios de un sistema de partidos políticos que por la vía del financiamiento ilícito, del clientelismo y de caciques locales han distorsionado el carácter de la política y reforzado en el imaginario social la idea de que la política es “sucia”.
Tres hechos caracterizan al crecimiento económico guatemalteco en los últimos años. Primero, la clase media de Guatemala no creció entre 2003 y 2013. Mientras se expandía de manera dinámica en otros países de la región, y en Asia, un informe reciente del PNUD (Progreso multidimensional: bienestar más allá del ingreso, de 2016) nos señala que la clase media guatemalteca habría disminuido en alrededor de cien mil personas durante ese período, a pesar de que la población guatemalteca crecía fuertemente. Segundo, encuestas de hogares señalan que el número y la proporción de personas en una situación de pobreza en Guatemala aumentaron: para el 2014 se estima que alrededor del 60% de la población estaba en una situación de pobreza. Tercero, el PIB (es decir, los ingresos totales de los guatemaltecos) creció durante esta época alrededor del 3% por año.
Lo más probable es que en pocas semanas, una vez terminadas las Olimpiadas en Río, el Senado brasileño juzgará a Dilma Rousseff y determinará si debe dejar la presidencia de manera permanente o si puede volver a asumir el cargo. Es un juicio político y no un juicio por corrupción. A Dilma se le acusa de haber ocultado el verdadero tamaño del déficit fiscal como consecuencia de acudir a bancos estatales para cubrir ciertos gastos públicos, sin que ello se hubiera reportado inmediatamente. Ha sido una práctica contable común de gobiernos pasados, que se toleraba y que luego se corregía. Pero escuchas telefónicas han demostrado que políticos contrarios a Dilma decidieron denunciar esta práctica como algo ilegal, con el propósito de obligarla a renunciar. Se le ha solicitado un informe al poder judicial pero la decisión será tomada por políticos y no por jueces.
Con logros parciales en relación a problemas heredados del gobierno anterior, y en medio de amenazas a la gobernabilidad desencadenadas por el avance de la justicia, el Estado guatemalteco sobrevive. Por una parte, el gobierno ha logrado estabilizar las crisis más evidentes enfrentadas en enero. Las finanzas públicas se ordenaron: se detuvo el deterioro de la recaudación con una SAT más efectiva y se negoció con el Congreso un presupuesto que, con cierto endeudamiento, evitó que el gasto público se desplomara aún más. El suministro de medicamentos en los principales hospitales se ha restaurado. La denuncia del desvío de ríos por parte del ministro de Ambiente y el uso de tarjetas de débito para canalizar transferencias condicionadas sugiere ciertas bases para mejorar la política ambiental y social en el futuro.
Igualdad ante la ley, presunción de inocencia, debido proceso: términos que de manera creciente se utilizan en redes sociales y medios de comunicación en el más amplio sentido. Hay un aprendizaje colectivo sobre lo que significa la justicia, estimulado por los juicios asociados a la corrupción y a conflictos con empresas extractivas, y ampliado como consecuencia del debate sobre las reformas constitucionales de la justicia. Es parte de un fortalecimiento de la ciudadanía en Guatemala.
¿Cuántos han pedido cierta bebida gaseosa, para luego ser informados de que no se distribuye en ese negocio porque existe un acuerdo con una empresa competidora que obliga a que exista una distribución exclusiva que impide vender la bebida gaseosa deseada? Es una práctica común en Guatemala, que restringe la competencia. La empresa lo puede hacer porque tiene una posición dominante en el mercado de bebidas gaseosas, que permite imponerle al distribuidor y al consumidor la venta y compra exclusiva de sus productos. Este tipo de práctica se conoce como “abuso de una posición dominante”. Generalmente es prohibida por las leyes de competencia que existen en casi todo el mundo, pero no en Guatemala.
¿Qué explica tanta corrupción en Guatemala? Ha incluido tanto a los ingresos como a los gastos del Estado, así como la creación de mecanismos para robar que han ido desde la constitución de un partido político para hacerlo hasta la conformación de un conglomerado de empresas de cartón para articular redes criminales y lavar lo robado.
La Feria Internacional de Literatura de Guatemala (Filgua) se realizará entre el 14 y el 24 de julio. Este evento tiene que ir más allá de la venta de libros. Las conferencias y eventos que se están organizando lo demuestran. Tiene que ver con el papel de la literatura en un sentido amplio, e incluso con su sentido económico o turístico. Ojalá pueda ser un evento que contribuya a darle a la literatura guatemalteca el papel que merece, como ocurre en otros países, como Irlanda. Irlanda tiene cuatro premios Nobel de Literatura, junto a numerosos escritores y poetas que han sobresalido a nivel mundial. Incluyen desde Óscar Wilde, irónico escritor y dramaturgo que conoció a Enrique Gómez Carrillo en París y cuya atractiva estatua en Marion Square, hecha de varias piedras preciosas, es una atracción turística. Menos sabido es que la parte correspondiente a las manos y a la cabeza fueron hechas con jade blanco importado desde Guatemala. El personaje principal de la novela Ulises, de James Joyce, circula por varios lugares de Dublín y esa trayectoria ahora se ha convertido en un atractivo tour turístico. Sumemos a lo anterior el Museo de los Escritores, la Casa James Joyce y otro sinnúmero de atracciones turísticas vinculadas a escritores, como la pequeña torre donde el propio James Joyce casi sucumbió ante un vecino que decidió disparar cuando confundió una pesadilla con la realidad, o las calles que frecuentaba Samuel Becket, dramaturgo y premio Nobel que escribió Esperando a Godot. Es por algo que Dublín ha sido calificada como ciudad de la literatura por la Unesco, que, entre otras cosas, tiene importantes implicaciones turísticas.
El agua, los partidos políticos y la Superintendencia de Administración Tributaria comparten una característica: implican un gran desafío institucional.