JORGE JACOBS A.
NOTAS DE JORGE JACOBS A.
La noticia le tomó por sorpresa. El superintendente lo anunció con bombos y platillos: este Día del Cariño la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) supervisaría los moteles para verificar que cumplan con las obligaciones tributarias. ¡No cabía en asombro y excitación! Al nada más enterarse corrió con su jefe para apuntarse como voluntario en las cuadrillas de supervisión de moteles. Le aseguró a su jefe que, ya que no tenía con quién pasar el Día del Cariño, prefería sacrificarse para que algún otro pudiese pasar ese día tan especial con sus seres amados. Su solicitud fue aprobada. Llegado el día, se presentó con el administrador del motel llevando la carta que le autorizaba a realizar la supervisión. Inquirió al administrador de manera muy completa sobre el teje y maneje del motel. Incluso solicitó un recorrido por las instalaciones, con la esperanza de lograr ver el rumoreado sistema secreto de grabación de videos, el que, por supuesto, de existir, no se lo enseñaron.
Las elecciones del domingo en Grecia confirmaron el resultado ya esperado de que ganara el partido Syriza y -luego de una alianza con el partido "Griegos independientes"- nombrar primer ministro a su líder Alexis Tsipras. Los griegos, por lo visto, no aprendieron la lección y quieren implementar de "remedio" la misma receta que los llevó al hoyo donde están desde hace años. Aunque no creo que la consecuencia final de esta decisión sea la extinción del sistema del Estado benefactor/mercantilista, sí podría ser el principio del fin para la Zona Euro y quién quita que quizás también para la Unión Europea (UE). Se le pueden buscar muchas causas a la situación actual de Grecia, pero casi todas desembocan en el mismo culpable: el sistema benefactor/mercantilista.
Mientras los ciudadanos nos dedicamos a nuestros quehaceres diarios, los politiqueros se dedican a maquinar cómo enseñorearse sobre nosotros para expoliarnos impunemente y vivir muy bien del botín robado. Esta ha sido la constante a lo largo de la historia, y Guatemala en estos momentos es el mejor ejemplo del proceso. Si no nos ocupamos en velar por establecer y mantener límites al ejercicio del poder, cuando menos lo sintamos la tendencia hacia la concentración del mismo en pocas manos será irreversible. Uno de los principios de la república es la división de poderes. Lo que se busca es evitar que una persona o un grupo pequeño concentre todo el poder. La historia de la humanidad nos ha mostrado en la práctica lo que lord Acton sintetizó en su famosa frase: "El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente". Lamentablemente, eso es lo que está ocurriendo en nuestro país.
Llegó el momento de partir para buscar tus sueños. Todos llegamos en algún punto de la vida a una encrucijada que -indistintamente de las decisiones que tomemos- cambiará completamente el curso de nuestra vida. Este es tu momento; esta es la oportunidad que te puede abrir de par en par las puertas a un futuro muy prometedor. Lo que te toca ahora es abrir las alas y elevar el vuelo hacia nuevos horizontes. Al partir, no siempre nos percatamos de las implicaciones que tiene sino hasta mucho después. Yo recuerdo muy bien el momento en que comprendí que partía a un viaje sin retorno. Fue una madrugada de enero de 1982. Estaba en la sala de la casa de mis papás, en Reu, esperando que unos amigos pasaran por mí para traerme a la capital, en donde estudiaría el diversificado.
Este domingo se llevará a cabo una consulta popular en Suiza que podría cambiar el panorama económico y financiero mundial. Cinco millones de suizos votarán sobre una iniciativa que ha sido denominada "salvemos nuestro oro suizo". Para efectos prácticos, la iniciativa convertiría al país en el único del mundo cuya moneda esté, parcialmente, respaldada por oro. ¿Triunfará la iniciativa? Muy probablemente todavía no, pero lo importante es que ya el tema esté discutiéndose a nivel mundial y que los banqueros centrales y políticos del mundo empiezan a temer la rebelión de los ciudadanos en contra de sus desaciertos y malos manejos. Suiza fue el último país desarrollado en abandonar el patrón oro, hace 15 años. El resto lo había abandonado dos o tres décadas antes.
El martes se realizaron las elec- ciones de "mitad de período" en Estados Unidos. El resultado de esta elección nos deja una muy buena enseñanza de la importancia de la votación a mitad del período presidencial, ya que le da la oportunidad al electorado de rectificar sus decisiones si los resultados obtenidos no han sido los esperados. ¿Algún día tendremos algo así en nuestro sistema o estamos condenados a sufrir las consecuencias mientras presenciamos impotentes cómo el Gobierno se desmorona cada cuatro años? Como ya se esperaba, el Partido Republicano logró obtener la mayoría en el Senado y consolidar su mayoría en la Cámara Baja, así también obtuvo la mayoría de las gobernaciones de los estados.
Si pudiera votar en el Congreso, votaría porque la junta directiva del año entrante esté formada por los partidos de oposición. Es la única alternativa que tenemos para que exista algún mínimo grado de "división de poderes" en nuestro país. No es que los diputados de la oposición sean mejores que los oficialistas; simplemente que no tan fácilmente se pondrán de alfombra ante cualquier capricho de los gobernantes, como ha sido la costumbre de esta legislatura en los últimos tres años. ¡No a las aplanadoras en el Congreso! Un principio básico de la República es la división de poderes, es decir, que cada uno de los poderes en que está dividido el gobierno sea independiente y no esté sometido a ningún otro. La razón de ser de esta división es que exista la posibilidad de que entre ellos se puedan fiscalizar y que nadie tenga el poder absoluto.
Barack Obama cree ilusamente que los mandatarios centroamericanos pueden "impedir" que la gente se vaya a buscar mejores oportunidades a Estados Unidos. Los políticos centroamericanos, ni lentos ni perezosos, se lo quieren babosear convenciéndolo de que si les da US$2 mil millones, lo harán. ¿En qué mundo de fantasía viven los políticos?La emigración de centroamericanos hacia el norte tiene una sola razón: la búsqueda de una vida mejor. Pueden argumentarse razones de seguridad o económicas, y en el caso de los niños la reunificación familiar, pero en todos los casos la expectativa es la misma: vivir mejor. Y esto no lo puede cambiar ningún político, por más que lo criminalice y gaste millones de los tributarios en combatirlo.
Manuel Baldizón encontró la manera de seguir en campaña a pesar de la Ley Electoral y de Partidos Políticos y la interpretación que de esta ha hecho el Tribunal Supremo Electoral (TSE). A la mayoría les parece una forma muy poco ética de saltarse las trancas, algunos llegan incluso a tipificarlo como un fraude de ley. Yo no estoy tan seguro. De lo que sí estoy seguro es que el problema de fondo está en el sistema y por ello es imperativo que se cambie. Si profundizamos en el problema, encontramos que el sistema benefactor mercantilista que nos agobia —con todas las posibilidades que da de robar los recursos de los tributarios— es una gran tentación que atrae a los peores representantes de la sociedad. De allí que tantos hacen hasta lo imposible por acceder al poder.
El juego que apasiona a millones puede darnos algunas lecciones sobre la vida en sociedad. La primera es la importancia de reglas generales, abstractas, pocas, aplicables y conocidas por todos los involucrados. Si lo piensa por un momento, es impresionante cómo jugadores, árbitros y aficionados, de todo el mundo, de todos los estratos sociales, de diferentes culturas, indistintamente de su nivel educativo, incluso hablando idiomas distintos, conocen y aplican un mismo código de reglas. Esto es posible, precisamente porque las reglas no son muchas, todos las conocen y se aplican para todos.