Jaime Córdova Palacios
NOTAS DE Jaime Córdova Palacios
Ministerio Público y Tribunal Supremo Electoral dirimen pugna en comicios para apaciguar borrasca ciudadana.
El diablo anda cual león rugiente buscando a quién devorar, dice el mensaje bíblico y viejo refrán popular.
Guatemaltecos responsables deben aprovechar posible única oportunidad para librar al país de asqueroso y corrupto fango.
Nuevo gobierno debe paliar oscuro panorama nacional y asegurar mejor futuro a niños y jóvenes.
Nuevo gobierno debe paliar oscuro panorama nacional y asegurar mejor futuro a niños y jóvenes.
Los repudiables dictadores asesinos de periodistas cuyo único delito fue informar al pueblo en épocas tenebrosas, con la macabra complicidad de esbirros, funcionarios, terroristas y agentes matones secretos, serán siempre condenados humana y moralmente por los guatemaltecos y marcados para toda una vida en las páginas negras de la historia patria.
Las tragedias naturales registradas a la fecha en el planeta que avizoran futura destrucción humana, derivadas del temerario cambio climático, exigen extremas medidas preventivas para paliar tan fatal desenlace global que podría colapsar con devastadoras consecuencias, las cuales podrían surgir de la 24 Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas, a celebrarse este diciembre en Polonia.
El corazón de los ciudadanos responsables que anhelan vivir en paz sufre diariamente extremo estrés, desde cada madrugada hasta el anochecer, así como dolor y luto, por abundantes y escalofriantes fechorías cometidas con libertad por sujetos bestiales, con la indolencia indirecta de las autoridades responsables de aplicar las leyes de manera rigurosa, extrema si se requiere.
La historia de Guatemala marca huella imborrable de muchos connotados y brillantes personajes que en tiempos difíciles, completamente diferentes a los actuales, sellaron su capacidad, inteligencia y valentía a nivel mundial, poniendo muy en alto el nombre de esta amada y bella tierra, golpeada ahora lamentablemente por innumerables crisis: corrupción, inseguridad, violencia, política y vulnerabilidad natural; sin embargo, son ignorados en el sistema educativo, por la juventud estudiosa y pueblo en general, por indiferencia de gobiernos y autoridades educacionales, obligadas a mantener vivas las figuras e historias de tan ilustres valores.