Eduardo Mayora

Doctor en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona y por la UFM; LLM por la Georgetown University. Abogado. Ha sido profesor universitario en Guatemala y en el extranjero, y periodista de opinión.

NOTAS DE Eduardo Mayora

Las administraciones públicas son por naturaleza burocráticas. ¿Para qué enredarlas con formalismos absurdos?
Entre los que piensan que nada puede mejorarse en la Constitución y los que esperan al momento ideal, las cosas nunca van a cambiar.
Un sistema de justicia, es decir, de detección, investigación, juicio y condena de los delincuentes puede disuadir de cometer un delito o persuadir de ir adelante.
<strong>La naturaleza de las relaciones entre patronos y trabajadores es de mercado.  La de las relaciones entre funcionarios y el Estado es de interés colectivo.</strong>
La recta aplicación de la nueva ley, con los efectos deseados, constituye un desafío monumental dadas las debilidades institucionales del país.
Olvidemos las exigencias de condiciones perfectas de mercado. Preguntémonos si las que existen hoy en día son razonables.
Entre los riesgos que se presenten en un momento dado y las decisiones judiciales para enfrentarlos debe haber una relación de causalidad.
Las sociedades modernas institucionalizaron la búsqueda de la verdad, entre otras, por medio de sus instituciones universitarias. Inmersa en la vida política, la USAC no puede hacerlo.
Uno de los elementos fundamentales de una decisión judicial es su motivación. Es decir, cómo se justifica lo decidido por el tribunal. En este caso, de eso, nada.
El enfoque en esta temática de las relaciones diplomáticas es mucho más de la realidad que de las ideologías.