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NOTAS DE Beirut/AFP
La guerra en Siria, que entra en su sexto año, ha provocado la mayor crisis migratoria en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, aunque actualmente hay en marcha negociaciones para terminar con el conflicto, y Estados Unidos y Rusia han impulsado una tregua en el terreno.
La oposición siria aceptó acudir a Ginebra donde se celebrarán negociaciones para poner fin a cinco años de guerra, tras haber constatado “progresos” en el terreno, donde desde hace diez días se mantiene una inédita tregua.
El Ejército turco bombardeó el sábado zonas controladas por las fuerzas kurdas en la provincia de Alepo, en el norte de Siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Miles de personas que huyen de la ofensiva del régimen sirio contra los rebeldes de la región de Alepo, cada vez más acorralados, saturaban el martes los campos de desplazados en el norte de ese país, junto a la frontera turca.
En una sala de exposiciones de Beirut, la empresaria Reem Abu Dahab exhibe los saltos de cama de encaje rosa y blanco de su taller sirio, con la esperanza de recuperar a una clientela ahuyentada por la guerra.
Al menos 44 civiles murieron el miércoles en bombardeos rusos sobre zonas controladas por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el norte y el este de Siria, informó el jueves el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
El grupo Estado Islámico confirmó el martes la muerte del yihadista británico<em> Jihadi John,</em> en un ataque de dron en Siria, en noviembre pasado, en su revista en internet Dabiq.
La organización Estado Islámico (EI) secuestró al menos a 400 civiles en la ciudad siria de Deir Ezor, después de haber matar a más de un centenar de personas en esa localidad, la última atrocidad del grupo yihadista.
Ocho alumnos y una profesora murieron el lunes en un ataque de la aviación rusa contra una escuela situada en una localidad siria rebelde en la provincia septentrional de Alepo, afirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) .
Cerca de 60 personas murieron el sábado en los bombardeos de la aviación rusa contra un edificio que servía de cárcel para la red yihadista Al Qaeda, en el noroeste de Siria, según un nuevo balance de una ONG siria.