Se trata de una roca procedente de un asteroide que se prendió en llamas al entrar en la atmósfera terrestre a gran velocidad.
Los detectores que alertaron sobre el bólido trabajan en el marco del Proyecto SMART, que se coordina desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía y busca monitorear continuamente el cielo para registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes del Sistema Solar.
El fenómeno fue analizado por el investigador responsable del Proyecto SMART, el astrofísico José María Madiedo, quien señaló que la roca entró en la atmósfera terrestre a una velocidad de unos 75 mil kilómetros por hora y procedía de un asteroide.
El brusco roce con la atmósfera a esa velocidad causó que la roca se volviera incandescente, lo que generó que se percibiera como una bola de fuego que se movía a unos 85 kilómetros del suelo.
La gran luminosidad de la bola de fuego hizo que se pudiera ver desde más de 500 kilómetros de distancia, explica el experto.