Con este vehículo se espera reducir la contaminación auditiva y emisiones de gases de efecto invernadero que actualmente producen miles de tuk tuk en el país. En departamentos como Escuintla, Retalhuleu o El Progreso —donde se registra mayor insolación—, este vehículo podría alcanzar una eficiencia superior al 50% de aprovechamiento del sol, indica Alfredo Maúl, director creativo de G-22, quien se encarga de coordinar al equipo multidisciplinario de expertos con inclinación social, tecnológica, científica y de diseño, estudiantes y educadores, que desarrollan el prototipo.
No hay datos de cuántos de estos vehículos circulan por Guatemala, pero, según la Superintendencia de Administración Tributaria, del 2005 a mayo del 2021 se contabilizaron un millón 850 mil motocicletas, y en esta cifra se incluyen los mototaxis, cuya cantidad no aparece desglosada.
“La ventaja principal —de este prototipo de vehículo híbrido solar-eléctrico— es el ahorro del combustible, lubricantes y mantenimiento de los motores de combustión interna que, naturalmente, producen gran cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero y contaminación acústica”, indica Maúl. Se calcula que las emisiones de los tuk tuk, que utilizan combustibles fósiles, producen cada año cuatro toneladas de CO2 —dióxido de carbono—.
La intención del proyecto es desarrollar un kit eléctrico-solar para adaptar a tuc tuc, cuyos motores de combustión interna han llegado a su ciclo final de vida, a los cuales se les pueda integrar ese sistema, que tendrá un costo aproximado de US$3 mil, incluyendo capacitaciones sobre seguridad vial y seguro.
Mantenimiento
Aunque el mantenimiento es mínimo, dice Maúl, las baterías son costosas y tienen una vida útil de entre 700 a mil ciclos de carga y descarga; luego hay que reemplazarlas. Sin embargo, los avances en la tecnología en los últimos años, vinculados con investigación y desarrollo —sobre todo de dispositivos como los celulares— han generado baterías más compactas, eficientes, durables y económicas, y menos contaminantes, añade.
Maúl refiere que se necesita poner a prueba este y otros prototipos en condiciones características del contexto nacional como la topografía y el clima, para determinar la implementación de motores de mayor capacidad en lugares como Quiché o Sololá.
“En otros lugares del país, con menos incidencia en las pendientes, quizás lo podamos resolver con motores eléctricos más pequeños”, añade.
Financiamiento
Respecto de su financiamiento, expone Maúl, la aspiración es poder crear un “crédito verde”, mediante un sistema de cooperativas de ahorro y crédito con cobertura nacional, y financiar el kit eléctrico-solar en tres años, al vincularlo con un seguro de cobertura total del vehículo, equipamiento, conductor y pasajeros, además del compromiso del piloto de recibir un curso de educación vial de 80 horas académicas, 40 virtuales y 40 presenciales, con el apoyo de Biciudad Guatemala. Los detalles de este proceso se trabajarán con equipo consultivo del proyecto.
“Queremos potencializar la inclusión de mujeres pilotos para este tipo de vehículo, pues reconocemos que ellas tienden a ser más respetuosas con los peatones, pasajeros y normativas de tránsito. Modelos similares se han implementado en Asia”, asevera Maúl.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en el 2017 los mototaxis estuvieron involucrados en 148 accidentes, 110 de los cuales fueron colisiones.
La iniciativa de ley 5467, presentada en el 2018 al pleno del Congreso y que reforma el decreto 132-96, Ley de Tránsito, para adicionar el artículo 21, de mototaxis o tuc tuc, contempla que estas unidades motorizadas deberán circular solo en el casco urbano, tener el cilindraje máximo de 350 cc y transportar hasta tres personas. Además, el vehículo no debe exceder siete años de antigüedad, que los pilotos tengan la mayoría de edad y que hayan recibido un curso de educación vial, a fin de prevenir accidentes.
“Hemos tenido contacto con Julian O’Shea, diseñador industrial australiano que desarrolló un tuk tuk solar para recorrer su país en el 2018. Teníamos la intención de que viniera a Guatemala para acompañarnos en los talleres participativos, pero por la pandemia se han tenido que cambiar los planes”, explica Maúl.
También se han asesorado con dos desarrolladores franceses que hicieron otra conversión de tuk tuk solar para viajar a África. “Ambas experiencias son similares a nuestro proyecto, pero no en lo que respecta a la visión de replicar en múltiples unidades en sus países de origen”, dice.
En la primera fase —abril a septiembre del 2021— se desarrollará el prototipo de un vehículo que se presentará el 15 de septiembre. En la segunda fase —de septiembre del 2021 a abril del 2022—, serán cinco unidades que se pondrán a prueba en distintos lugares del país, para monitorear su desempeño y medir resultados. Es parte del proceso tener varios prototipos funcionales para generar datos reales y así crear cuadros comparativos entre indicadores de las dos tecnologías: combustión interna y eléctrica-solar, indica Maúl.
En la actualidad, un equipo técnico de jóvenes con experiencia en mecánica de motos, electricidad, soldadura y enderezado y pintura desarrolla un nuevo prototipo en el Intecap de Chiquimula, coordinados por Biciudad y G-22, y se tiene previsto concluirlo a finales de agosto.
Primer vehículo solar-eléctrico
El primer automóvil solar era un pequeño vehículo de 38 cm de largo, creado por el empleado de General Motors William G. Cobb, quien lo bautizó como Sunmobile. Fue presentado en 1955, en una exhibición de dicha compañía, en Chicago. Estaba compuesto por 12 células fotovoltaicas de selenio que producían la electricidad necesaria para hacer funcionar el pequeño motor del vehículo. El primer modelo en tamaño real fue desarrollado en 1960. La empresa estadounidense International Rectifier convirtió un vehículo de 1912, el Baker Electric, en un automóvil solar que lograba una autonomía de tres horas y una velocidad de 20 km/hora.
The Bluebird se considera el primero
The Bluebird, construido por Ed Passereni en 1977, es considerado, por algunos, como el verdadero primer vehículo solar. Tenía tres ruedas y podía moverse con la energía generada por las células fotovoltaicas, sin el uso de una batería. En 1982, The Quiet Achiever se convirtió en el primer automóvil solar para largas distancias. Su creador, Larry Perkins, recorrió unos 4 mil km en Australia, en 20 días. En la actualidad, uno de los proyectos más famosos es el Lightyear One, vehículo con más de 700 km de autonomía que almacena 20% más de energía en sus células fotovoltaicas que las tradicionales, aunque esté en la sombra.
Proyecto tuk tuk 100% solar australiano
El emprendedor e ingeniero eléctrico y en comunicaciones australiano Julian O’Shea recorrió tres mil km, de este a oeste, de su país, en el 2018, en un tuk tuk 100% solar, desarrollado por un grupo de estudiantes universitarios. El vehículo en el que se movilizó durante tres semanas utilizaba células fotovoltaicas que tenían un rendimiento de 300 km por cada carga de batería en el que hizo el primer viaje de su tipo en el mundo. El objetivo educativo de O’Shea fue promover un transporte sustentable y un futuro con emisiones reducidas de carbono. El emprendedor asesoró el proyecto del tuk tuk solar guatemalteco.
Llegaron a Guatemala hace 30 años
Al tailandés Leun Pongsopon se le atribuye la invención del tuk tuk en 1959. Él modificó un vehículo tirado por humanos conocido como tri-shaw. Su verdadero nombre es thai sam lor, en tailandés. En 1960 se le adaptó un motor japonés. A Guatemala llegó este vehículo en la década de 1990 y se le ve circular en colonias o rutas cortas que no cubren unidades del servicio de transporte urbano, aunque la mayor demanda se encuentra en la provincia. Los tuk tuk solares-eléctricos comenzaron a popularizarse en el 2008, en ciudades asiáticas, como una alternativa para ahorrar combustible.