Después de haber sido invitada a viajar por la región de los Cuchumatanes, me doy cuenta de lo agradecidas que se sienten las familias guatemaltecas y comunitarios cuando son visitados. Definitivamente, el sector turismo ha sido el más golpeado por el covid-19, al igual que todos los que estamos como parte de la cadena de turismo; dígase hoteles, restaurantes, servicios de transporte aéreo y terrestre, espectáculos, publicidad, mercadeo y tours del interior.

El hecho de salir de la capital en búsqueda de apoyarles en el quehacer que les compete es lo que más nos llena el alma, y el complemento ideal es descubrir secretos mejor guardados que jamás imaginamos tener a nuestro lado. A este respecto, no me dejarán mentir que nuestro país ofrece las bellezas más espectaculares, con paisajes y climas distintos, y folclor diferente en distancias cortas.

Ningún otro país que yo conozca en Latinoamérica puede decir lo mismo. En Guatemala, si salimos al altiplano, por la cadena volcánica o los Cuchumatanes, el frío nos cala hasta los huesos, mientras que si vamos por Petén o por la Costa Sur, o incluso por oriente, el clima se torna más cálido. En otros lugares como la ciudad capital, Antigua u otros departamentos, nuestro clima es más que perfecto. De una forma u otra, esa diversidad de ecosistemas y de paisajes extraordinarios, con el ingrediente multicultural y climas diversos, es lo que hace a nuestro país fascinante.

Fundaeco, asocuch, acodihue y algunas organizaciones locales de base que implementaron proyectos de pequeñas donaciones en Huehuetenango nos dieron la oportunidad de subir hasta los picos más altos en picops de doble tracción, bordeando innumerables precipicios que nos llevaron finalmente a las comunidades más distantes. Allí nos encontramos con gente alegre, dedicada y entusiasta de poder mostrar con mucho orgullo cómo han sido beneficiados.

¿Ahora qué sigue? Un viaje a la Biosfera Maya, en donde estaremos con varias organizaciones de la sociedad civil, incluyendo organizaciones comunitarias de base que han implementado proyectos en dicha región. Luego iremos a la cadena volcánica del altiplano occidental y, finalmente, al Motagua/Polochic, que incluye nuestro bello Caribe. En todas estas regiones documentaremos proyectos que el Fondo para la Conservación de Bosques Tropicales (FCA) le ha venido financiando a organizaciones de la sociedad civil a través del administrador, Fundación para la Conservación en Guatemala (FCG).

Siempre que llegamos a las pequeñas aldeas y caseríos nos encontramos con personas auténticas, llenas de optimismo y de entrega hacia lo que hacen. Hay calidad de líderes comunitarios, tanto en organizaciones grandes como pequeñas que se dedican a construir un mejor país.

Su trabajo es esforzado y comprometido y se ve en los resultados de su diario quehacer. ¿Qué haríamos sin estas organizaciones locales y comunitarias de base? ¿Qué haríamos sin las fundaciones y asociaciones que realizan proyectos en pro del medio ambiente o de sus comunidades? ¿Qué haríamos sin administradores como el FCG o fondos como el FCA? Ellos son Guatemala. Por ellos nos inspiramos, pues son ellos quienes nos alimentan el alma y el espíritu, y nos hacen sentir la razón de estar vivos.

Por medio de mi columna, no puedo más que felicitar a todas aquellas fundaciones, grandes o pequeñas, asociaciones, organizaciones locales y comunitarias de base que hacen tanto por Guatemala y por sus propias comunidades. Durante los 4 programas que se estarán transmitiendo próximamente por televisión podremos conocer lo que, muchas veces en silencio, trabajan para beneficio de Guatemala, nuestro país de la eterna primavera.