Los cálculos indican que la evasión del IVA fue menor en 2020 a la estimada en 2019, y parte de ese comportamiento se explica por el confinamiento decretado para evitar los contagios por el coronavirus, que impactó a su vez en un crecimiento económico a negativo.
La estimación del monto del incumplimiento del IVA fue de Q9 mil 83 millones, y disminuyó Q1 mil 295 millones con respecto al 2019, cuando fue de Q10 mil 378 millones, según el informe de la Productividad, Eficiencia e Incumplimiento del referido tributo que realizó la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).
En términos porcentuales significa una caída del 12.4%. Por el contrario, el cumplimiento del IVA significó 75.39%, o sea creció en 1.68% con relación al 2019 cuando fue de 73.71%.
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La recaudación total del IVA fue de Q27 mil 822 millones, y tuvo una caída de 4.4% o sea Q1 mil 270 millones, al comparar a los Q29 mil 92 millones del 2019.
Año atípico
Saúl Figueroa, viceministro de Finanzas, encargado del área de Ingresos y Evaluación Fiscal, declaró que hubo una caída en la evasión del IVA del 2020 con respecto al 2019 cuando fue de 26.29% y ahora se redujo a 24.61%, y aseveró que en la teoría económica es clásico decir que cuando cae la actividad económica, en este caso por la pandemia no solo fue por la demanda agregada, sino también por oferta tras el cierre de negocios, locales comerciales y no hubo producción, no solo en Guatemala, sino a escala global.
Esa situación, subrayó, generó un choque de oferta y uno de demanda, que contrajo la oferta, y uno pensaría que los contribuyentes priorizaron otros gastos antes de los impuestos y, en teoría, se podría observar un incremento de la evasión del IVA, sin embargo, en esta crisis bajó.
Recordó que puede ser una señal positiva que, a pesar de la crisis económica, el administrador tributario, logró eficientizar el trabajo, de tal manera que la caída de la recaudación no fue tan grande como en la actividad económica, y que refleja un menor incumplimiento del IVA en 2020 que el observado en 2019.
El reporte señala que el consumo gravable tuvo una caída de 6.5%, y la recaudación potencial con el mismo porcentaje, y para 2020 la recaudación potencial es de Q36 mil 905 millones.
Figueroa destacó que el envío de las remesas familiares creció en 2020, y eso aportó más consumo, que tarde o temprano una parte llega al IVA, que es uno de los elementos que muestran una baja caída en el incumplimiento.
Destacó otros aspectos, como los programas de gobernanza de datos, la factura electrónica en línea, y una integración de las intendencias para contar con un modelo de facilitar el pago de impuestos, sino de comprobar que realmente cumplan.
Retorno a la “normalidad”
Luis San José, analista de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Asíes), expuso que los indicadores arrojados por la SAT en 2020 servirán para generar una base a futuro en tiempos de crisis, y lo observado fue una caída en la actividad económica, y que varias de las actividades productivas que contribuyen al fisco se vieron afectadas, incluso que algunas a la fecha no se han podido reactivar como hoteles, servicios de restaurantes y otras actividades vinculadas al turismo.
Declaró que, en la medida en que vaya mejorando los controles sanitarios, así también estará mejorando la cobranza de impuestos, pero la situación depende mucho del proceso de vacunación que marcha lento, así como el comportamiento de otros países sobre todo de Estados Unidos, que beneficiarían a Guatemala por la vía de las divisas por remesas, así como el comercio exterior.
Aunque las expectativas son positivas en términos de recaudación para 2021, el analista dijo que podría volver la evasión del IVA a los niveles del 2019, ya que hay sectores en los cuales suele presentarse este patrón, y es algo que no se ha podido reducir ni con acciones contundentes, tanto de defraudación y contrabando, que va de la mano con esta práctica.
“En la medida en que los países cercanos comiencen a reactivar el contrabando se volvería a ver un incremento nuevamente en esas actividades igual en otros sectores con un comportamiento similar al 2019”, puntualizó el consultor de Asíes.
Al respecto, el viceministro manifestó que para este ejercicio podría esperarse una tendencia similar a la observada en 2020, pero que habría que esperar el comportamiento con la base de datos que cuenta el administrador tributario.
Variables
El reporte del 2020 revela que el consumo potencial total en bienes y servicios fue de Q576 mil 650 millones, y reflejó -1% con relación al 2019; mientras que la producción para uso final propio ascendió a Q70 mil 391 millones; el consumo no afecto, Q14 mil 860 millones; el gasto de gobierno no gravable, Q55 mil 354 millones.
Además, el consumo exento Q87 mil 997 millones y el consumo gravable de Q344 mil 452 millones.
Figueroa, recordó que, en 2020, se había pensado que la brecha fiscal -impuestos programados, pero no recaudados- llegaría entre Q9 mil a Q12 mil millones, y se quedó en Q3 mil millones, y ahí se observan las medidas que se adoptaron por la SAT.
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Por otro lado, aclaró que, si bien hubo confinamiento, algunas actividades productivas seguían como consumo en supermercados, salud, telecomunicaciones, y otras actividades que permitieron cierta base para incrementar la base de recaudación en un periodo de crisis.
Las remesas alentaron de manera indirecta el consumo, que es una de las suposiciones que el nivel se mantuvo por el flujo de las divisas.
Mencionó que, si bien el indicador de la evasión reflejó una reducción, es una mejora en la percepción de riesgo de los contribuyentes de ser fiscalizados en ser captados en el incumplimiento en el pago del IVA.