Con cerca de 17 millones de habitantes, en Guatemala apenas se ha vacunado con esquema completo (dos dosis) a 157 mil 995 personas, con lo que el país se convierte en uno de los peores en términos de inmunización de las américas, según organismos internacionales, y que a pesar de eso no se ve una luz al final del túnel, pues el fármaco comprado a Rusia llega a cuentagotas.
Esas circunstancias han hecho que decenas de guatemaltecos pierdan la confianza en el sistema de Salud y busquen alternativas para protegerse contra el virus, aunque eso signifique que deban cruzar fronteras.
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Eso ocurre en el único centro de vacunación habilitado en la sede del antiguo Hospital General de la ciudad de Tapachula, Chiapas, México (fronterizo con Guatemala), donde el personal de Salud durante esta semana aplica vacunas de AstraZeneca.
Para recibir su vacuna, los guatemaltecos solo deben presentar en el puesto de Tapachula su Documento Personal de Identificación (DPI), se llena un formulario de datos básicos, registran sus signos vitales, tienen una breve entrevista sobre su condición médica y luego de recibir la dosis deben esperar 30 minutos para monitorear posibles reacciones adversas.
Lissette Fuentes, una guatemalteca que padece diabetes y que pese a esa condición no ha recibido la vacuna en Guatemala, decidió viajar a Tapachula con la esperanza de ser inoculada.
“Venimos por la necesidad de estar bien y protegida, porque trabajamos y corremos el riesgo de contraer el virus. En Guatemala es muy lento y habemos muchas personas que padecemos enfermedades y que necesitamos la vacuna”, dijo Fuentes.
La misma urgencia por vacunarse tiene Rosa Gabriela Cano, quien critica al sistema de citas en Guatemala, una modalidad de inmunización que no está presente en Tapachula.
“Venimos de Quetzaltenango aprovechando la oportunidad que nos están dando en México para vacunarnos; dijo Cano quien agregó que en Guatemala ese proceso es “bastante lento y apenas van con los de 50 años y por lo que varias personas están viajando a México”.
“He visto que en Guatemala el procedimiento está muy lento. Las personas llegan y les dicen que no hay vacunas y deben regresar después de haber hecho grandes colas”, señaló Cano, quien dijo que en México sí hay organización.
Para varios guatemaltecos, como Elisa Flores, el lento avance de la inmunización responde a la corrupción que impera en el Ministerio de Salud.
“México no le niega la vacuna a nadie. Cualquier extranjero que venga a solicitar la vacuna también tienen el derecho de vacunarse, no solo de covid sino cualquier vacuna, mientras la tengamos son bienvenidos. Ahorita estamos aplicando AstraZeneca de primeras dosis. Hemos visto que muchas personas mayores de 60 años han venido por su segunda dosis a México”, refirió María Sara Sumuano, coordinadora del módulo de vacunación de Tapachula.
Elisa Flores, de 21 años, viajó desde Antigua Guatemala junto a su madre en busca de la vacuna, pues asegura que ella corre peligro porque trabaja en el Organismo Judicial y se expone a contraer el virus.
