Pero a la vez varios países como Indonesia, Portugal, Rusia e Israel están viviendo un repunte epidemiológico, causado al menos en parte por la variante Delta.
Identificada por primera vez en India, donde empezó a propagarse en abril, esta variante del SARS-CoV-2 está presente en al menos 85 países, con porcentajes dispares, según la OMS.
En Europa, se extendió muy rápidamente en el Reino Unido, reemplazando en pocas semanas la variante Alpha, que apareció a finales de 2020 en el sureste inglés.
Concretamente, en Inglaterra, la Delta representa el 95% de los tests secuenciados, según datos publicados el viernes por el Public Health England.
Lo mismo sucederá en el resto de Europa, según el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), que estima que la variante representará 70% de las nuevas infecciones en la UE a principios de agosto y 90% a finales.
En Estados Unidos, su presencia entre los casos positivos secuenciados se disparó de 10% a principios de junio a 35% la semana pasada, un porcentaje similar al de Israel.
Más contagiosa
Esta rápida propagación se debe a que la variante Delta es entre 40-60% más transmisible que la Alpha, a su vez más contagiosa que la que dominó Europa durante la primera ola.
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Un equipo de investigadores franceses estima incluso su transmisión superior, entre 50-80%, en un estudio todavía no publicado a partir de datos de la región de París.
Por tanto, “si se relajan las medidas no farmacéuticas durante este verano (boreal) (…), podría haber un aumento rápido y significativo del número de casos diarios en todos los grupos de edad”, previno el miércoles el ECDC.
Este auge conduciría a un alza de las hospitalizaciones y muertes “que podrían alcanzar los mismos niveles que durante el otoño (boreal) de 2020 si no se toma ninguna medida suplementaria”, según el organismo.
En Estados Unidos, el consejero científico de la Casa Blanca, Anthony Fauci, también predijo el martes “nuevos repuntes de la epidemia”, pero estimó que serían “localizados” y menos importantes que durante las tres olas anteriores.
La importancia de las dos dosis
Las autoridades de varios países instaron a la población todavía no vacunada a hacerlo, como el primer ministro francés, Jean Castex.
Según varios estudios, si bien las vacunas son menos eficaces contra la variante Delta que contra la Alpha y la cepa original, estas siguen funcionando, siempre y cuando se hayan completado las dos dosis.
En función de la vacuna, la protección contra la variante Delta es de entre 91% y 98% contra el riesgo de hospitalización y de entre 78% y 80% contra la forma sintomática de la enfermedad, según los últimos datos actualizados el viernes por las autoridades británicas.
En cambio, con una sola dosis, la protección contra la enfermedad es mucho menor (32-38%).
Por ello, “es necesaria una vacunación completa para proteger a los más vulnerables”, según el ECDC.
Pero la vacunación puede no ser suficiente, según el epidemiólogo Antoine Flahault.
En el Reino Unido, el “repunte se registra esencialmente entre las personas no vacunadas”. Pero dado que el porcentaje mínimo de vacunados para frenar la epidemia “tiene que ser más elevado de lo que se creía al principio” y que hay mucha gente, sobre todo jóvenes, que no se vacuna, esta estrategia “es insuficiente”, afirma a la AFP.
Y es que cuanto más contagioso es un virus, más alto tiene que ser el nivel de vacunación entre la población para adquirir la inmunidad de grupo, explica por su parte a la AFP Samuel Alizon, biólogo especialista en la modelización de enfermedades infecciosas.
Apagar “el fuego”
Con la variante Delta, los científicos coinciden en que habrá que vacunar a más del 80% de la población, también porque esta es capaz de escapar en parte a la “inmunidad natural” de las personas que ya contrajeron el covid, según Alizon.
“Hasta que la mayoría de las personas vulnerables no estén protegidas, debemos mantener la circulación del virus Delta a un nivel bajo, respetando estrictamente las medidas de salud pública que funcionaron para controlar el impacto de otras variantes”, preconizó el miércoles la directora del ECDC, Andrea Ammon.
Países como Israel anunciaron la reinstauración de algunas restricciones, para “verter un cubo de agua sobre el fuego mientras este sea todavía controlable” justificó el primer ministro, Naftali Bennett.