Tirano, cruel y asesino.
BBC NEWS MUNDO
7 dudas sobre la funesta reputación de Nerón (¿y fue de verdad tan infame?)
A pesar de su popularidad, la élite nunca pudo con él y se sintió constantemente amenazada por sus políticas.
Nerón Claudio César Augusto Germánico fue el quinto emperador romano. Asumió a los 16 años y reinó por casi 14.
Esas son algunas de las características que historiadores le han endosado a Nerón —el emperador de Roma a partir del año 54 d.C.— por casi dos mil años.
De acuerdo con varios cronistas, el joven líder romano mandó a asesinar a su madre, Agripina la Menor, y a sus dos esposas: Claudia Octavia y Popea Sabina.
Además, fue acusado de comenzar el Gran Incendio de Roma, que arrasó por nueve días con gran parte de la ciudad; es recordado como un feroz perseguidor de los cristianos; y su nombre pasó a ser sinónimo de degeneración por sus supuestas aventuras sexuales, extravagancia y excesos.
Se dice también que era arbitrario, petulante y que buscaba la atención constantemente.
Sin embargo, todo esto podría ser una exageración o, derechamente, una invención. Estudios recientes apuntan a que Nerón, en realidad, no era tan malo como se creía.
Este lado mucho menos conocido del emperador queda al descubierto en una nueva exposición en el Museo Británico de Londres, llamada “Nerón, el hombre detrás del mito”, que desafía su grotesca reputación.
“Él tuvo la mala suerte de ser el último emperador de la dinastía romana Julio-Claudiana. Entonces, cuando murió, hubo un período de guerra civil y caos, y después de eso, una nueva dinastía llegó al poder. Y todas las historias sobre Nerón se escribieron bajo esta nueva dinastía que debía legitimarse a sí misma y representar al período anterior de la peor manera posible”, le dice a BBC Mundo Francesca Bologna, curadora de la exhibición.
“Por eso es que no tenemos una visión objetiva de él. Es increíble pensar en cómo se escribe la historia y en cómo se manipula para enviar algunos mensajes”, agrega.
A continuación, en BBC Mundo te presentamos siete cosas que quizás no sabías de él y que, de alguna u otra forma, vienen a plantear la pregunta: ¿era Nerón realmente un tirano, cruel y asesino emperador?
1. Un emperador popular
Nerón tenía solo 16 años cuando asumió como el quinto emperador de Roma.
Llegó al poder en medio de un fuerte clamor de la gente por cambios y de altas expectativas: se creía que con él comenzaría una nueva edad de oro.
A pesar de su inexperiencia, este energético y joven líder adoptó políticas que lo hicieron popular.
Medidas administrativas de gran alcance, incluidas reformas fiscales y monetarias, además de importantes proyectos de construcción, estuvieron entre sus obras más reconocidas.
También mejoró el sistema de suministro de alimento en Roma y distribuyó monedas a la gente. Todo lo anterior hizo que el pueblo creyera que el emperador se preocupaba de sus necesidades.
Según la exhibición del Museo Británico, su imagen era tan positiva que incluso imitaron su look: su corte de pelo se puso de moda y su rostro fue grabado por medio de grafitis en distintas zonas del Imperio.
“La evidencia sugiere que Nerón era adorado por la gente, y contrasta con la imagen pintada por escritores antiguos hostiles después de su muerte”, se dice en la muestra.
Pero, a pesar de la adoración del pueblo, muchas de sus políticas molestaron a la élite y a los más ricos. Y esto, en parte, explica por qué adquirió tan mala fama.
“Es muy probable que esa sea una de las razones por las que tenemos una imagen tan negativa de él, porque la élite es quien escribió los libros de historia”, dice Bologna.
De hecho, la mayor parte de lo que se ha transmitido sobre Nerón proviene de tres historiadores: Tácito, Cassius Dio y Suetonio, todos miembros de las altas esferas políticas y claros opositores a su administración.
2. ¿Un artista equivocado?
Nerón se convirtió en el primer emperador en actuar públicamente en un escenario.
Cuando era niño, fue entrenado como músico y era fanático de las carreras de carros, uno de los deportes más populares de la antigua Grecia y Roma. También le apasionaban las luchas entre gladiadores.
Así, la organización de espectáculos y la provisión de entretención de todo tipo para la gente fue un elemento muy importante de su imperio.
Esto sin duda aumentó su popularidad y, según dice la exposición del Museo Británico, probablemente lo ayudó a obtener apoyos para su causa política.
Pero, una vez más, este lado artístico le significó también duras críticas, sobre todo en el Senado y en la élite.
Más tarde, luego de su muerte, quedaría la idea de que Nerón era un “artista equivocado”.
3. Una compleja relación con su madre
De acuerdo con la exposición del Museo Británico, durante los primeros años de Nerón en el poder, Agripina —una mujer de notables habilidades políticas— tuvo un rol importante, influyendo fuertemente en la toma de decisiones y actuando casi como cogobernadora.
Más tarde, esto generó una tensión con su hijo, quien quiso deshacerse de ella.
Y es que en una sociedad marcadamente patriarcal, el poder de una mujer no era bien visto. El político e historiador Tácito, de hecho, desdeñó a Nerón por ser “gobernado por una mujer”. Incluso, se les llegó a acusar de “incesto”.
La evolución de la relación entre Nerón y Agripina se ilustra muy bien en tres monedas de oro emitidas en la época: poco después de que Nerón se convirtiera en emperador, una primera moneda lo muestra con su madre de perfil, nariz con nariz.
Un año más tarde, se acuñó una segunda moneda que lo representaba a él y a su madre en paralelo.
Finalmente, Agripina desaparece completamente en una tercera moneda.
Hacia el año 59 d.C., Agripina —ya removida del palacio— murió y Nerón fue señalado como el responsable. El emperador justificó la muerte de su madre asegurando que ella planeaba asesinarlo a él.
“Definitivamente estuvo involucrado en la muerte de su madre, eso es seguro. Pero nunca sabremos cuál fue la verdadera razón de su muerte. Es muy probable que haya habido un elemento político detrás; se dice que Agripina estaba tratando de conspirar contra Nerón. ¿Es eso cierto? Posiblemente, pero no lo sabemos con certeza”, dice Bologna.
La primera esposa de Nerón, Claudia Octavia, también fue crucial en su ascenso al poder. Pero el amor duró solo un par de años: para el 62 d.C., ella —que era muy popular en el pueblo— fue ejecutada después de haber sido desterrada. La historia cuenta que Nerón la acusó de adulterio, lo que fue puesto en duda en esa época.
Finalmente, el emperador se casó con Popea Sabina, quien quedó embarazada de una niña pero ambas murieron antes de que naciera. Nerón, una vez más, ha sido señalado como el responsable.
“Que Nerón haya asesinado también a su segunda esposa parece extremadamente improbable. La historia, que dice que le pateó el vientre, parece muy falsa”, dice Bologna.
4. ¿Provocó realmente el Gran incendio de Roma?
Quizás uno de los mitos más importantes en la historia de Nerón tiene que ver con el Gran Incendio de Roma, en julio del año 64 d.C., tres meses antes de que cumpliera 10 años en el poder.
Los incendios eran comunes pero este tuvo una escala sin precedente: durante nueve días las llamas consumieron ferozmente todo lo que estaba a su paso, de un lado a otro de la ciudad. La alta densidad poblacional y la mala calidad de las viviendas, hicieron de esta una catástrofe perfecta.
Los detractores de Nerón se aseguraron de que en los libros de historia quedara plasmada su responsabilidad en la tragedia, lo que cementó su mala reputación.
No solo se dijo que él fue quien comenzó el incendio sino también que “tocaba el violín mientras Roma ardía”.
Los historiadores Tácito, Dion Casio y Suetonio escribieron vivamente sobre el caos y la destrucción.
Sin embargo, investigadores modernos han asegurado que estas acusaciones son evidentemente absurdas y que, de hecho, los violines no se inventaron hasta el siglo XVI.
“Nerón ni siquiera estaba en Roma en ese momento y se apresuró a ir a la ciudad cuando se enteró del incendio. ¿Por qué incendiarías tu propia capital? No tiene sentido”, dice Bologna.
Por su parte, el propio Nerón, para apaciguar las acusaciones en su contra, culpó a los cristianos del incendio, quienes fueron ejecutados en masa. Esta decisión llevó a que pasara a la historia como uno de los grandes y más feroces perseguidores de cristianos de la historia.
Pero aún en este punto, hay controversia sobre el papel que jugó Nerón, y algunos historiadores han afirmado que se exageró sobre su rol en la ejecución.
“Esto, por supuesto, cimentó la recepción negativa hacia él”, señala la curadora de la muestra en el Museo Británico.
5. Impulsor de grandes proyectos
Luego de que el incendio arrasara completamente con tres distritos de Roma y dejara a otros siete en ruinas, Nerón tuvo que reconstruir la ciudad y lo hizo a través de un ambicioso plan.
De acuerdo con la muestra del Museo Británico, la restauración de la ciudad fue bien recibida por su potencial para “embellecer” la capital del imperio.
Una de las obras más importantes fue el Domus Aurea (Casa de Oro), un grandioso palacio que ocupó alrededor de 50 hectáreas. Incrustaciones de oro, piedras preciosas y marfil fueron incluidas en su diseño que suponía un adecuado espacio para el poderoso rol del emperador.
Con su innovadora arquitectura y lujosa decoración, la nueva residencia imperial inspiró a otras mansiones aristocráticas y villas donde se erigieron edificios para el pasatiempo de los romanos.
El Domus Aurea no alcanzó a ser terminado antes de la muerte de Nerón y fue ampliamente criticado por sus adversarios políticos, quienes cuestionaban su gusto por el lujo y la extravagancia.
Pero más allá de esta obra imperial, Nerón se interesó particularmente en proyectos de ingeniería moderna e innovadora arquitectura. Construyó anfiteatros, mercados de comida, nuevas casas para la gente afectada por el incendio e incluso termas públicas.
Muchas de sus obras, no obstante, fueron después destruidas. Para Francesca Bologna, si eso no hubiera ocurrido, sería su gran legado.
“Después de Augusto, nadie cambió Roma tanto como lo hizo Nerón. Hizo edificios realmente asombrosos pero lamentablemente solo quedan plasmados en monedas o descripciones”, señala.
6. Guerra y diplomacia
Nerón heredó un imperio en un período de creciente tensión con sus rivales.
Y para algunos historiadores, la forma en que manejó estos conflictos es uno de sus grandes legados.
En la exposición en el Museo Británico se señala que reaccionó mezclando la fuerza militar con la diplomacia, a la vez que proyectaba una imagen de un fuerte líder protector del Imperio.
Un buen ejemplo es lo que sucedió con el Imperio Parto y el control sobre Armenia. Luego de años de conflicto armado, Nerón terminó resolviendo el problema de manera diplomática: le concedió la posibilidad de gobernar Armenia al príncipe parto Tiridates, pero solo si era coronado por un emperador romano.
Y así fue: el año 66 d.C. Nerón lo coronó como rey de Armenia en una ceremonia que fue increíblemente exitosa y que trajo paz durante muchos años entre Roma y Partia (región histórica en el noreste del actual Irán).
“Él asumió en un momento de tensión dentro del imperio romano, había mucho conflicto, y tuvo que lidiar con todo esto. Y lo hizo, encontró soluciones diplomáticas, y por eso es que la diplomacia por sobre la guerra es uno de sus legados”, dice Bologna.
No obstante, una versión distinta comenzó a circular luego de su muerte: el historiador Suetonio habló de que la movida de Nerón fue finalmente una “humillación” para los romanos.
Sin embargo, de acuerdo con la investigación del Museo Británico, el emperador cumplió con las expectativas de su gente en lo que se refiere a asuntos militares.
7. Su muerte y la aparición de “falsos” Nerón
Para entender quién fue Nerón, hay que considerar cómo murió.
A pesar de su popularidad, la élite nunca pudo con él y se sintió constantemente amenazada por sus políticas.
Conspiraciones en su contra aumentaron con el paso de los años y finalmente el Senado lo declaró enemigo del Estado.
“Al final, no tuvo otra opción que acabar con su vida”, dice la muestra del Museo Británico.
Y así fue como en el 68 d.C., a los treinta años, Nerón murió, poniéndole fin a la dinastía Julio-Claudiana. Su popularidad continuó después de su deceso, incubándose profecías que decían que volvería. Varios “falsos” Nerón aparecieron y ganaron apoyo entre la gente.
La exhibición en Londres termina con una pregunta: ahora que sabes más sobre Nerón, ¿crees que fue un buen emperador?
Posiblemente no existe una respuesta correcta. Pero lo que sí está claro es que su legado es mucho más complejo que simplemente decir que fue un “tirano, cruel y asesino” emperador.
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