CATALEJO
Visita de Kamala Harris: requisitos para su éxito
A pocos días de la anunciada visita a Guatemala de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, han aumentado los comentarios acerca de este viaje, vilipendiado por los grupos conservadores del país, y apoyado por quienes tienen una posición serena. Para los grupos interesados en conocer con claridad la posición estadounidense, es una oportunidad para comenzar en serio la anunciada lucha contra la corrupción y, en general, el pésimo gobierno sufrido por nuestra nación. La visitante debe ser informada con toda crudeza de la realidad política nacional, por ser politiquera y, por tanto, un grotesco remedo, parodia, caricatura, simulacro o farsa. Sin duda lo sabe, pero no tiene una idea cabal del porqué se le debe calificar, según cree, de esa manera.
En este gobierno, como nunca antes –y eso ya es muchísimo— se desarrolla el proceso psicológico de negación de la realidad, pero a causa del deseo de cambiarla comienzan a salir las garras del dragón. La otra posibilidad es tratarse de un cinismo químicamente puro o de aplicar una lógica del absurdo, además de tener la capacidad de mentir amplia, completa y descaradamente. En EE. UU., la mentira, como parte del discurso político de un candidato o de cualquier persona a cargo de un puesto público, sobre todo los de mayor jerarquía, sigue siendo un tabú y cometer ese delito es motivo de expulsión del cargo o al menos de un castigo social. Incluso se llega a espulgar la vida privada a niveles rayanos en el absurdo.
' Se teme el afianzamiento o aumento de los tiranos o dictadores. La Historia milenaria señala características propias de quienes van por ese camino.
Mario Antonio Sandoval
La vicepresidenta Harris debe tener clara la posibilidad de escuchar mentiras, no interpretaciones sesgadas de la realidad, sino falsedades. Debe tomar en cuenta el peligro del mal uso o del simple robo en despoblado de cualquier dinero enviado por medio de canales relacionados con el Estado. Esos fondos deben llegar por medio de las instituciones no gubernamentales, aunque no todas. Como en todo conglomerado humano, hay algunas dignas, organizadas, serias y dispuestas a realizar un trabajo valioso, pero sobre todo ajeno a criterios político-ideológicos causantes de una tergiversación del concepto.
Aunque lo sabe a causa del actual aumento de la mezcolanza entre religión y política en Estados Unidos, la vicepresidenta Kamala Harris debe ser informada de la participación de grupos de inspiración meramente religiosa no católicas en su país, para conocer así lo mínimo de esta también complicada realidad a causa del avance de las sectas fundamentalistas y con gestos, advocaciones y constantes menciones a la divinidad, gracias a Ríos Montt, Serrano, Jimmy Morales y ahora Giammattei, muy a pesar de la gran cantidad de ‘muertos en el closet’ (dicho esto en sentido figurado, o no). A causa de esto es posible hablar de un bautismo de fuego para la alta funcionaria, al menos en el espinoso tema de la relación con los primeros seis países situados al sur de su frontera.
A causa de esta realidad de recibir mentiras o escuchas con oídos sordos, la vicepresidenta, además de la ya mencionada cantidad de información confiable, es decir, no emanada de las fuentes oficiales. Dos ejemplos ilustran este realismo irreal: las ‘ponciopiláticas’ lavada de manos del presidente, al afirmar “la vacunación no es problema mío” y “no tener responsabilidad” en el abominable negocio de la adquisición de las vacunas rusas, hecha con alevosía, deslealtad, vileza e infamia. Nunca como ahora las barbaridades de la corrupción se habían cometido con esa desfachatez tan absoluta. La única manera es ejercer la firme presentación de solicitudes convertidas en tácitas órdenes.
La visita de Harris no puede escaparse de ser un fenómeno importantísimo y fundamental para la relación entre Guatemala y Estados Unidos, siempre y cuando ambos países cumplan con realizar los esfuerzos para arrancar los tentáculos de la corrupción o y el mal gobierno, a causa de las consecuencias de todo tipo, derivadas del narcotráfico y otras organizaciones criminales. Esta realidad está acabando con el país. La funcionaria debe tomar el tiempo de analizar todo esto. Será colocada frente a gente capaz de mentir abiertamente al prometer sin tener la más mínimo deseo de cumplir.