Luis Miguel Paiz, gerente general de la Asociación de Azucareros de Guatemala (Asazgua), conversó con Prensa Libre sobre está zafra que concluye en mayo y que empieza desde noviembre, así como los retos venideros de la industria, mientras la recuperación de precios que comienza a observarse en el mercado global, luego de mantenerse por varios años con tendencia a la baja.
El precio internacional del azúcar -crudo- ha mostrado una recuperación de octubre del 2020 a abril de este año con incremento en alrededor del 10%, y pasó de US$12.65 el quintal de azúcar crudo a US$13.96.
En 2020, las exportaciones de azúcar sumaron US$576.8 millones, con una caída del 16% con respecto al 2019, según las estadísticas oficiales.
¿Cómo están observando la recuperación de precios, y hacia dónde se dirige la industria?
Es positivo ver que en el mercado mundial hay una mejora de precio, sin embargo, no se queda ahí y el sector se está enfocando en la innovación, en buscar proyectos de última tecnología, agricultura 4.0 y buscar productos alternativos que puedan salir de la caña de azúcar para no depender del precio internacional.
Los ingenios están creyendo mucho en esa innovación, investigación y desarrollo para tener un sector sostenible.
Le puede interesar: Por qué no se recupera el crédito empresarial dirigido a negocios medianos
Ahora que hay una subida que llegará a un pico alto de precio, pero luego volverá a bajar, y por eso nos estamos enfocando en desarrollar proyectos alternativos.
¿A cuáles productos alternativos les están apostando?
Se están investigando productos provenientes de la cachaza -destilación del jugo de la caña-, la producción de ácido poliláctico, los residuos agrícolas para la producción de energía eléctrica para cogenerar energía que tienen un potencial calórico mayor, y se han trabajo en productos como sorbitol y xilitol que puedan partir de la caña de azúcar y les puedan generar un valor agregado al negocio; hay varios productos y proyectos que vienen en fila y que se están analizando.
Tal vez el plazo no es inmediato, pero ya se llevan dos años investigando para no depender del precio internacional del azúcar.
¿Qué factores están moviendo al alza el precio?
En el caso del azúcar, es de oferta y demanda.
En un momento los precios llegaron a bajar tanto, que países como India, por ejemplo, contaban con subsidios por el Gobierno a productores de caña y a la exportación de azúcar, lo cual generó una sobreoferta en el mercado.
Si la demanda se mantiene constante y la oferta incrementa, el precio tiende a bajar y en algún momento se generan excedentes en el mercado mundial que le pegan al precio.
Guatemala, Brasil y Australia entablaron una demanda en la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra India por prácticas desleales al comercio por este tipo de subsidios y, por ejemplo, en países donde se presenta sequía o exceso de lluvias y baja la producción ocasiona una merma en el mercado mundial y los precios se tienden a estabilizar.
Por temas climáticos, hay países que redujeron la cantidad de azúcar producida, lo que repercute en el precio mundial.
¿Algún ejemplo?
En un país se presentó alguna sequía que (provoca que) la caña rinda menos, produce menos sacarosa; pero si hay mucha lluvia, hay menos fotosíntesis y también se produce menos.
Otro aspecto que puede afectar es el precio del barril de petróleo, ya que cuando el precio está más alto, puede haber una mayor producción de etanol en países como Brasil, se produce menos azúcar y despachan menos al mercado mundial, (por lo que) el precio tiende a estabilizarse.
¿Qué lecciones han dejado los bajos precios internacionales al sector?
Obligaron a hacer eficiencias internas para mantener la competitividad.
Cada ingenio desarrolló eficiencias operativas, análisis en la cadena de valor, desde la parte agrícola, recuperación de sacarosa, e inversiones en maquinaria para recuperar más sacarosa de la caña.
También en la parte de transporte, como optimizar las rutas desde el corte para el ingenio, y un sinfín de prácticas donde cada quién se enfocó en las áreas donde había oportunidad para bajar costos y sobrevivir el impacto del precio internacional.
¿Cuáles son las cifras preliminares del cierre de la zafra 2020-21?
Hay tres ingenios que no han concluido zafra, pero, como ya entró la lluvia en la Costa Sur, se pone complicado, en el campo y en la fábrica, porque los mismos equipos necesitan mantenimiento y podría haber fallas.
La última cifra al 24 de abril se contabilizó 2.46 millones de toneladas métricas, y la producción que se tenía era de 2.6 y 2.7 millones de toneladas, pero aún falta que finalicen estos tres ingenios, que será esta semana.
Proyectamos que pueda haber una reducción con la zafra anterior, y mucho de ello se debe al efecto La Niña, ya que aún en noviembre se presentaron lluvias, (entonces), al estar más nublado hay menos irradiación, menos fotosíntesis, menos sacarosa y los rendimientos se bajan un poco.
Por eso estimamos una zafra un poco menor que la anterior.
De acuerdo con la proyección, la producción de la zafra 2020-21 podría estar entre 57 y 58 millones de quintales de azúcar, pero dependemos de las cifras que se contabilicen los últimos ingenios, y uno de ellos es Pantaleón, uno de los más grandes, y en junio se tendrán los datos oficiales.
En términos generales, ¿cómo fue la evolución?
Hay 0.02% de cosecha en superficie menos que la anterior, y Guatemala es el tercer país con mejor productividad por azúcar por hectárea en el mundo, y esto se debe a la investigación y desarrollo que se hace en el Centro Guatemalteco de Investigación y Capacitación de la Caña (Cengicaña).
Lea además: Conozca al comprador del 2021: sale menos y gasta más
El 56% del área de caña sembrada en Guatemala la ocupan variedades desarrolladas en Cengicaña, que por lo general producen 1.5% por hectárea más que las variedades que se estaban utilizando con anterioridad, y esto, de alguna manera, nos ha permitido devolver un poco de área que los ingenios tenían rentada porque se está obteniendo mejor productividad.
¿A qué se debió la reducción de cultivo?
Hay variedades de caña con más rendimiento, y al final para producir la misma cantidad de azúcar se necesita menos superficie de suelo, y son variedades más productivas.
¿Cuál es el pronóstico para la zafra 2021-22?
Muchos ingenios están en siembra y renovación de plantaciones, y esperaríamos que fuera muy similar a esta zafra, dependiendo de las condiciones climáticas, pero, en general, apostamos al mismo nivel.
¿Qué nuevos mercados han explorado?
Ya se aprovechó la cuota con el Reino Unido, y es uno distinto al que se tenía con Europa, y se mantienen las exportaciones a Asia, África, Oceanía, Estados Unidos y Chile, y los ingenios están observando las oportunidades y clientes y explorando nuevos destinos.
En el Acuerdo de Asociación entre Centroamérica Reino Unido, se logró un contingente de 56 mil toneladas para la región, el cual cobró vigencia este año.
¿Y con Corea?
El hecho de que no se suscribió el Tratado de Libre Comercio (TLC), que llegó a representar el 13% de las exportaciones en algún momento de Guatemala nos quitó la oportunidad (frente a Centroamérica o Tailandia) de un mercado que estaba muy posicionado y el azúcar era apetecida por los clientes, (pero) se cayeron a cero. Si ese TLC cobra vigencia, creemos que hay oportunidad para poder exportar a este mercado.