De esta manera Messi, como capitán del equipo, ha hecho visible su compromiso con el equipo, a pocos días de la disputa del trascendental encuentro ante el Atlético de Madrid del próximo sábado, en el que el cuadro catalán se juega sus opciones en el campeonato.
La comida tuvo lugar en el jardín de la casa de Messi y la misma constó de un asado argentino, un menú que no es la primera vez que comparten los futbolistas del Barcelona y que incluso han degustado alguna vez en las instalaciones de la Masia azulgrana.
Los jugadores se desplazaron al domicilio de Messi después del entrenamiento de este lunes y un día después de que el Barcelona se impusiera en Mestalla (2-3), después del mal sabor de boca que les dejó la derrota en casa ante el Granada (1-2) y que impidió a los de Ronald Koeman auparse al liderato en solitario.
La última reunión gastronómica del equipo, al menos conocida, se produjo en enero de 2020, pocos días después de la llegada de Quique Setién y a instancias del entrenador.
En clave azulgrana se interpreta la reunión como una señal de compromiso del astro argentino, en un momento en el que el Barcelona se lo juega todo.