La actividad volcánica se concentra de nuevo en el cráter Mackenney, por lo que se espera que en los próximos días se sigan observando columnas de desgasificación y algunas explosiones de características débiles y moderadas.
Sin embargo, los monitoreos van a continuar e incluso, por el momento, el parque Nacional Pacaya ya puede abrir, pero deben seguir algunos lineamientos como los siguientes:
- El área donde estaban los flujos de lava no deben escalarse.
- Las estructuras en algunos puntos aún registran altas temperaturas.
- Evitar acercarse demasiado al camino de flujos de lava para evitar accidentes.
- Portar equipo de protección adecuado, uso de mascarilla y lentes protectores, vestuario y zapatos especiales para escalar.
- Prohibir visitas al cono de escorias formado durante la erupción en el flanco suroeste.
- Establecer un radio de restricción a la zona afectada recientemente por los flujos de lava, de tal forma que no sea posible acercarse ni caminar sobre estos.
- Esta zona se considera bastante inestable por las altas temperaturas y la desgasificación que aún presenta, lo que podría ocasionar quemaduras u otras lesiones graves.
El Volcán de Pacaya puede incrementar su fase nuevamente, y hay que tener presente que estuvo activo durante 78 días en total desde el 5 de febrero que el volcán registró la actividad.
Los flujos de lava se incrementaron desde el 20 de marzo y en total fueron 32 días de flujos de lava constante.
De León indicó que en cuanto a la pérdida de cultivos aún se espera información del Ministerio de Agricultura, quienes llevaron a cabo monitoreos en el lugar.
Por el momento, el mayor daño en infraestructura es en la ruta que comunica desde el área de San José el Rodeo para el área de Villa Canales, donde el flujo de lava pasó por el sector y no hay comunicación.
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La Conred recomienda estar pendiente de la evolución de la actividad del coloso y considerar que la actividad explosiva en el cráter Mackenney puede presentarse de forma más regular en los siguientes días y semanas, así como el surgimiento de nuevos flujos de lava desde el cráter u otros sitios en los flancos del volcán.
También estar pendientes de boletines especiales y mapas de dispersión de ceniza.
