La fiesta se llevaba a cabo en la 9a avenida entre 14 y 13 calles de la zona 1 de la capital, donde pasadas las 21 horas seguía el bullicio y escándalo.
A pesar de que agentes advirtieron a los organizadores para que concluyera el evento, la PNC indicó que fue necesario actuar y poner a disposición de los tribunales el equipo y a varias personas responsables del escándalo, así como a otras dos personas que escandalizaban en la vía pública.
Según la PNC, la Procuraduría de Derechos Humanos también se hizo presente al lugar para documentar la situación y mediar para retomar la calma en el sector.