En términos generales, en las economías durante tiempos normales las demandas se mueven muy similares, es decir, hacia arriba o hacia abajo para todos los sectores, pero en este momento se tiene esa bifurcación, hay dos economías: una alcista y otra estancada, explica Paulo de León, director de Central American Business Intelligence (Cabi).
Expone que se habla de la tendencia de crecimiento en K, pero Cabi lo denomina como “la bifurcación”, porque “la economía cayó como nunca en la historia, pero en la recuperación hay sectores ganadores, que se representan en la parte de arriba de la K, y sectores perdedores que serían la parte de abajo de la K”.
El análisis de Franco Uccelli, director ejecutivo y jefe de Estrategia de Inversión de Clientes para América Latina en el Banco Privado J.P. Morgan coincide en que para el 2021, que lo que existe es un crecimiento desigual de los sectores.
La recuperación económica del país podría ser mayor a lo proyectado, pero el crecimiento desigual puede frenan una cifra mayor.
La expectativa de la firma es que a medida que se recupere la economía global lo haga así la demanda y eso debía beneficiar a las exportaciones guatemaltecas, además se prevé que las remesas sigan aumentando, un aspecto importante para la economía guatemalteca y el consumo (a donde se dirige el destino de la mayoría de las remesas).
“Concuerdo con la visión de que a nivel macro la forma de recuperación pueda ser en forma de V, pero a nivel micro, sí estamos dispuestos a hilar un poco más fino, la recuperación puede ser distinta ya que algunos sectores probablemente repunten más que otros, esto es natural, no todos van a recuperarse a un mismo ritmo”.
La parte de arriba de la K: Recuperación rápida
No todo son buenas noticias dentro de los sectores que crecen rápido. Estos están experimentando presiones sobre la cadena de suministros, incluso se han generado atrasos en los envíos y entregas porque hay una sobredemanda.
Además, se registran shocks de demanda y recuperación de precios de los productos. Después de las caídas en el 2020, los precios se están recuperando a una velocidad muy fuerte, aseguró.
Y, la sobredemanda ha provocado problemas de logística no solo por la saturación, sino el impacto en aumento de precios de fletes. Por ejemplo, en diciembre pasado registró desabastecimiento o escasez de contenedores para transporte de carga marítima y aumento en el tiempo de espera para traslado de carga.
Los incrementos empezaron en septiembre del 2020. Al respecto, exportadores indicaron que en promedio la tarifa por un contenedor era de US$4 mil y en diciembre de ese año ya se registraba en US$5 mil 200.
Autoridades del gobierno mencionaron recientemente que los fletes de China a Guatemala, que normalmente costaban entre US$2 mil a US$2 mil 500, llegaron a entre US$7 mil y US$9 mil. Analistas, consideran que se mantendrán al alza en el 2021 hasta que se estabilice la situación de la demanda.
En este caso se presentan costos con alzas drásticas porque se acabaron los inventarios y ahora los comparadores no solo están pidiendo producto para abastecer la demanda sino su inventario.
“Es como si todos al mismo tiempo quieren salir de la sala de cine por la misma puerta estrecha. ¿Cómo se resuelve eso en la economía? Aumentando los precios”, agregó de León.
Aparte del precio del petróleo, que se cotizó el 8 de marzo en US$65 por barril, también han registrado alzas materias primas como las resinas, cobre, hierro, aluminio, acero y madera, así como productos del agro como maíz, trigo y azúcar.
Por primera vez el precio de un comoditie, registró la caída que el petróleo tuvo en abril del 2020, pero luego se recuperó paulatinamente y en febrero del 2021 empezó a reportar precios de la prepandemia.
En Guatemala
Respecto a los sectores que pudieron haber salido ganando en el 2020 y el comportamiento para el presente año, Sergio Recinos, presidente del Banco de Guatemala, refirió que algunas actividades registraron un crecimiento: actividades inmobiliarias; agricultura, ganadería, silvicultura y pesca; actividades financieras y de seguros; administración pública y defensa; información y comunicaciones; así como el suministro de electricidad, agua y saneamiento.
Para 2021, se proyecta que todas las actividades económicas registren crecimiento. Indicó que en mayor medida están el comercio y reparación de vehículos; industrias manufactureras; construcción; actividades inmobiliarias; agricultura, ganadería, silvicultura y pesca; actividades financieras y de seguros; y las otras actividades de servicios.
También lea | Retener liquidez: Cómo la pandemia aumentó el ahorro en moneda nacional y extranjera (y qué podría pasar)
La parte baja de la K: Recuperación lenta
En tanto los sectores que han perdido demanda o están creciendo menos de lo normal presentan problemas de liquidez para mantener sus empresas.
También problemas de sostenibilidad del negocio, así como deflación, es decir una caída en los precios del sector ya que para incentivar la demanda han debido ofrecer baja de precios, promociones o descuentos.
Para Ucelli, los sectores golpeados probablemente tomen algo más de tiempo en recuperarse hasta que la población se anime a viajar y hacer turismo, aspecto que es muy variable dependiendo del país.
“Industrias más relacionadas al turismo estarían rezagadas, la gente tiene que empezar a sentirse cómoda nuevamente antes de subir a un avión u hospedarse en un hotel, mientras los servicios de tecnología mejoraron. Es natural que empresas más vinculadas a este tipo de servicio como tecnología hayan prosperado más, que las que tienen servicio cara a cara”, agregó el experto.
Menciona además que algo muy importante va a ser la capacidad que tengan las autoridades de contener el virus en Guatemala, y agrega la visión de los analistas es que en pocos meses se pueda contener el virus y empezar a ver normalidad a nivel global.
En Guatemala
En 2020, de las 17 actividades económicas que conforman la medición del PIB por el origen de la producción, se estima que 11 registraron tasas negativas de variación interanual, las cuales son según su incidencia: actividades de alojamiento y servicio de comidas; comercio y reparación de vehículos; construcción; transporte y almacenamiento; otras actividades de servicios; enseñanza; actividades de servicios administrativos y de apoyo; actividades de atención de la salud humana y de asistencia social; explotación de minas y canteras; industrias manufactureras; y actividades profesionales, científicas y técnicas.
Para el 2021, todas las actividades económicas que componen el PIB del país registrarían tasas positivas, aspecto que evidencia una recuperación, incluso en aquellas actividades que se vieron más afectadas por los efectos de la pandemia del coronavirus, agregó.
También lea | Precios suben más de lo esperado en enero: ¿Es momento de intervenir?
El peso de los consumidores
Desde el punto de vista de Guatemala como proveedor y exportador, pero también como receptor de remesas, se pueden visualizar varias aristas.
Una de estas es que el consumidor en Estados Unidos, su principal socio comercial y origen de las remesas, se ha mantenido relativamente sano, en gran medida de grandes estímulos y ayudas del gobierno de ese país y les ha permitido mantener en parte su ritmo de consumo.
También se habla de que en ese país se esté viendo una recuperación desigual en sectores de la población en sí. Mucha gente sigue desempleada y para otros han visto que el valor de sus inversiones e inversiones financieras.
Por ello, refiere Uccelli, la visión de una recuperación en K se puede aplicar en muchos niveles, no solo sectoriales sino poblacionales, y sociales.
Recuerda que muchos de los consumidores en Estados Unidos redujeron su nivel de consumo en el 2020 y el nivel de ahorro subió, la expectativa es que cuando se normalice un poco la situación y empiece a salir más las personas el nivel de consumo suba, y para Guatemala demanda externa se fortalecería.