Al tratar de examinar una visión de desarrollo económico que trascienda el paradigma actual de tomo lo que necesito, fabrico y lo desecho al final del proceso, nos encontramos de frente a un desafío fundamental para el ser humano.

El concepto de economía circular trata de enfrentar y convertirse en una alternativa al paradigma actual. Es una forma gradual de desmontar la actividad económica, que parte del consumo de recursos finitos y que permite diseñar sistemas que eliminen el desperdicio de la ecuación económica. Estos procesos complejos requieren que los profesionales del futuro construyan conocimiento desarrollando competencias integrales transdisciplinarias y sobre todo, con cimientos, que permitan internalizar y aplicar efectivamente en tiempos de acción más cortos.

En la educación superior la selección de estrategias innovadoras involucra ahora resoluciones con problemática real, emprendimiento, proyectos… Es necesario enseñar el método científico aplicado a la problemática actual, sobre todo centrado en la sostenibilidad, pero ¿cómo alcanzarla en el día a día? Allí entra la idea de economía circular, una estrategia que reduce tanto la entrada de los materiales vírgenes como la producción de residuos, valorando productos, materiales y recursos esenciales como agua y energía. Logra reducir además los gases efecto invernadero y acude a soluciones sostenibles, como usar fuentes renovables para la producción de energía limpia.

En 2015 se establecieron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como un llamado universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad para 2030. Así también, Pacto Global en sus principios 7 al 9 nos compromete a promover la visión de la responsabilidad ambiental y promover el desarrollo que equilibra la sostenibilidad medioambiental, económica y social.

Al implementar la economía circular se reacciona mejor a los retos medioambientales. Por ejemplo, Ecovative es una empresa que reconoce que los materiales sintéticos que utilizamos para llevar una vida moderna más confortable tienden a descomponerse muy lentamente, liberan gases tóxicos y pueden interferir con nuestros ecosistemas de salud. Sin embargo, necesitamos las propiedades de estos materiales sintéticos en nuestras vidas, ya sea en empaques plásticos, vestimentas y aun para el cuidado de la piel, por sus características protectoras. Además, que son relativamente baratos.

Ecovative ofrece a los consumidores una alternativa a los materiales sintéticos con beneficios muy similares, mientras que intenta reducir sus efectos negativos. Inspirada en la naturaleza, explora el uso de las raíces de hongos y cáñamo, para crear espumas y pegamentos de alto rendimiento con diferentes usos. El aparato vegetativo de los hongos que le sirve para nutrirse toma únicamente 7 días para crecer, no cuesta demasiado y requiere un mínimo de procesamiento. Al final de su vida útil, los productos obtenidos pueden usarse como compost de forma segura.

Potencializar el paradigma de la economía circular es parte de nuestro quehacer diario en la Universidad del Valle de Guatemala, sobre todo ahora que hemos duplicado nuestra capacidad de innovación e investigación en nuestro recién inaugurado CIT (Centro de Innovación y Tecnología). La economía circular nos trae nuevas formas de diseño, fabricación y uso sostenible de los productos que usamos día a día.