Le puede interesar
Se estima que son alrededor de 70 mil niños los que no lograron completar el esquema, cifra en la que también figurarían menores que acuden al sector privado y al Seguro Social, pero el Ministerio de Salud no dispone del detalle de esos datos, menciona la doctora Lesbia Lissette Barrera Arriola, coordinadora del Programa de Inmunizaciones del Departamento de Regulación de los Programas de Atención a las Personas de la cartera.
En enero 2020 se vacunó a más niños que en el mismo período del año anterior, pero la cobertura comenzó a tener un declive a partir de febrero y fue más evidente en abril, cuando el covid-19 ya había enfermado a más 600 guatemaltecos. El temor de las madres de acercar a sus hijos a los servicios de salud debido al contagio y la dificultad de movilizarse por las restricciones fueron las principales razones de ese descenso.
A partir de mayo el alcance del programa aumentó, en parte a los esfuerzos del personal de Salud de llegar a las casas de los niños para vacunarlos, pero también porque la población comenzó a acercarse a los servicios.
“En algunos países de Latinoamérica la pandemia les redujo hasta un 30% de cobertura de vacunación normal, nosotros tuvimos un descenso a nivel nacional del 6% comparado con lo de año pasado”, indicó Barrera Arriola.
El porcentaje es general, pero según el tipo de vacuna este varió, en el caso de la vacuna contra la polio se llegó al 79% de los niños en la tercera dosis, a un 82% con la segunda dosis y el refuerzo del neumococo, mientras que, con la tercera de la pentavalente se logró un 80%. La dosis contra la hepatitis B, que se debe administrar durante las primeras 24 horas de vida, tuvo el alcance más bajo, el 69%.
Al final del 2020 se administraron 5 millones 911 mil 870 dosis en niños menores de cinco años, de vacunas contempladas dentro del esquema de vacunación.
Estrategias en pandemia
Con el comienzo de la pandemia se dictaron lineamientos técnicos para que la red de servicios de salud continuara con la vacunación, debido a que las jornadas masivas no se han hecho por el peligro de las aglomeraciones. En algunas comunidades se optó por colocar carpas a orilla de la carretera para que las personas pasaran vacunando a sus hijos, la más efectiva fue la búsqueda de los niños en sus casas.
En el caso de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), que se aplica a niñas entre los 10 y 14 años para prevenir el cáncer de matriz, debió recurrirse a estrategias como ir a parques e iglesias para encontrar a las menores e inmunizarlas. En Sacatepéquez y Chimaltenango se colocaron puestos en las calles para que las personas pasaran en sus vehículos y vacunarán a sus hijas. Esto debido a la suspensión de clases presenciales, pues es en las escuelas donde el personal de Salud llega a inmunizarlas.
Pese a las limitaciones ocasionadas por la pandemia, Barrera Arriola refiere que se vacunó a más niñas que en años anteriores. En el 2018 se suministraron 362 mil 797 dosis, en el 2019 fueron 308 mil 801 y el año pasado se colocaron 401 mil 627.
Sin embargo, no ocurre con todas las vacunas. En centros de salud de aldeas de San Cristóbal Verapaz, en Alta Verapaz, desde octubre no tienen dosis contra el neumococo, que está dentro del esquema de vacunación. La primera dosis debe colocarse a los 2 meses, la segunda a los 4 y un refuerzo al año, pero muchos niños aún no tienen ni la primera.
La coordinadora del Programa de Inmunizaciones indica que el problema puede deberse a que por el paso de las tormentas Eta e Iota las comunidades quedaron incomunicadas, pues hay biológico en existencia.
En los primeros meses de la pandemia enfrentaron limitaciones de vacunas debido a las restricciones del trasporte aéreo y terrestre, así como por el aumento del costo del flete para trasladarlas, aun así, lograron estar abastecidos con la mayoría. Se tiene una baja existencia de dosis contra el neumococo, rotavirus y DTP (difteria, tétanos y tos ferina) pero los embarques comienzan a entrar a finales de enero. De las demás, tienen en bodega para tres meses.
En abril hubo problemas con el desabastecimiento de jeringas, en los meses siguientes se reestableció, asegura.
Donde la vacunación ha sido baja es en el departamento de Guatemala, no solo por el temor de las personas de acercarse a los puestos de vacunación y las limitaciones de movilidad, sino también porque el personal de salud también se ha enfocado en hacer la investigación y seguimiento de casos de covid-19, y muchos de ellos se han contagiado, lo que ha mermado la cantidad del recurso humano en los servicios de salud.
Con menos personal para vacunar
Debido a que los contagios de covid-19 otra vez van en aumento, los esfuerzos del personal de Salud se tendrán que reenfocar de nuevo en atender la emergencia, pero no solo eso, cuando ingrese la vacuna contra el nuevo coronavirus y se tenga que vacunar a la población adulta, el equipo que actualmente inmuniza a los niños también tendrá que hacerlo con los adultos, pues son ellos el que tienen la experiencia en vacunación, así como de la manipulación del biológico. Esto puede comprometer el programa de inmunización infantil.
“A pesar de que se dan los lineamientos de que se mantenga la vacunación, obviamente se debilita siempre que se introduce una nueva vacuna o que hay una campaña adicional, siempre afecta un poco, porque es el mismo recurso humano el que se encarga de todos los procesos, del viejo y del nuevo, entonces, si afecta un poco”, refiere doctora Lesbia Lissette Barrera Arriola, coordinadora del Programa de Inmunizaciones del Departamento de Regulación de los Programas de Atención a las Persona.
Al inicio de la pandemia se indicó a los directores de las Áreas de Salud que tratarán de contratar recursos para el manejo del covid-19, para no distraer al personal que se encarga de la inmunización y otras acciones de prevención de todos los servicios. Ahora, debería hacerse lo mismo.
El primer grupo a vacunar será el personal de Salud que está en primera línea de atención a la pandemia. De acuerdo con la viceministra Técnica de Salud, Norma Lucrecia Ramírez, este proceso se llevará a cabo en los hospitales de la red.
En esta fase el recurso humano que se tiene es suficiente, el reto será cuando se tenga que vacunar al resto de la población. Claro, esto también depende de la cantidad del biológico que esté disponible para el país, ya que los embarques de vacunas que ingresen podrían ser pequeños y venir cada dos o tres meses, de ser así el personal de Salud será suficiente, así como la capacidad del ministerio para almacenar el biológico.
Ramírez confirmó que la vacuna contra el covid-19 podría ingresar al país en la última semana de febrero a través del mecanismo Covax, será un primer lote ya está destinado para el personal de Salud en primera línea de atención de la pandemia.