Bekatorou, que fue en el pasado campeona olímpica y campeona mundial, había declarado el jueves que fue víctima de agresiones sexuales cometidas por un responsable de la Federación Griega de su deporte, poco después de haber participado en unos test para los Juegos de Sídney-2000.
“Es hora de poner fin a la violencia ejercida por los que tienen el poder contra los que están en posición de debilidad”, dijo el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.
La deportista griega precisó que tenía 21 años cuando sufrió “acoso sexual y abusos” en una habitación de hotel por parte de un importante miembro de la Federación, cuyo nombre no facilitó.
Bekatorou es ahora madre de dos niños e indicó que en el momento no quiso denunciarlo por temor a que eso impidiera el desarrollo de su carrera. Añadió que el autor de los hechos sigue ocupando “una posición elevada” en el seno de la Federación.
“En la época no teníamos ningún respaldo de un psicólogo deportivo y no quería hablar de ello con mis padres porque me hubieran prohibido seguir con la vela”, añadió en una teleconferencia organizada por las autoridades griegas sobre los abusos sexuales.
Sofia Bekatorou es una de las estrellas del deporte griego, sobre todo tras colgarse el oro en los Juegos de Atenas-2004 y el bronce en Pekín-2008.
Tiene además cuatro oros en Mundiales y dos en Europeos, a los que añade otras recompensas importantes.
La ministra adjunta de Trabajo de Grecia, Maria Syreggela, estimó este sábado que la decisión de Sofia Bekatorou de revelar este caso era “más importante que las diez medallas que ha dado a Grecia”.
La Federación Griega de Deportes Náuticos animó a la deportista a “suministrar más detalles” y se comprometió a tomar medidas en caso de detectar responsabilidades.