EDITORIAL

Ley de vacunas revelará el verdadero interés

Cuando han confluido el interés y la conveniencia en algún asunto, el pacto oficialista resulta en extremo ágil para convocar sesiones, integrar quorum, cortejar votos y hasta es capaz de pasar toda la noche en vela, con lectura atropellada de una iniciativa de ley incluida, a fin de aprobarla. No es que tal proceder sea el más adecuado, pues fue así como se avaló el fallido Presupuesto 2021, pero es innegable que tal oficiosidad contrasta con la imprevisión y parsimonia que se toma para discutir y aprobar el plan de compra nacional de vacunas contra el covid-19.

La primera semana de labores del 2021 transcurrió entre discusiones anodinas, reyertas internas en bancadas y hasta cierta modorra remanente del descanso de fin de año. Mientras en países como México o Costa Rica está en marcha la vacunación, para hoy por la tarde está prevista una reunión convocada por el Ejecutivo, en la que se tratará de convencer a los diputados que asistan sobre la conveniencia de la propuesta de ley anunciada el viernes para la compra de vacunas, cuyo financiamiento es incierto, pues incluye una emisión de bonos para sufragarlo.

Cabe preguntar si para los congresistas será una verdadera prioridad nacional brindar a la población la oportunidad de recibir una dosis de inmunización provista por el Estado. No falta el legislador que busca facilitar a entidades privadas la compra del fármaco para su distribución en el país. Es bueno que exista la posibilidad de vacunarse en el sector privado, pero el abordaje de esta campaña de inmunización precisa ser integral, con sentido de solidaridad y bien común. Además, se necesita arrancar cuanto antes, para proteger al personal en primera línea como un acto humanitario y de elemental inteligencia.

Las rivalidades entre bancadas, los acuerdos que amarran precarias alianzas, la miopía estatégica y la falta de un liderazgo comprometido, capaz y ético en el Legislativo forman parte del limbo en el cual cayó el tema de las vacunas desde finales del 2020. Fue en noviembre o diciembre que debió empezar a discutirse, con un sentido prospectivo, el mecanismo para tratar de salvar a más guatemaltecos del contagio y del deceso por covid. Pero en aquel momento los parlamentarios estaban más empecinados en atar precozmente la directiva y en llenar de cifras un plan de gasto que se cayó por su propio peso.

La salud preventiva es uno de esos asuntos a los cuales las legislaturas les ponen muy poca atención. Desde 2017 se encuentra varada la iniciativa 5342, ley de vacunación, que buscaba garantizar la gratuidad de los procesos de inmunización y masificar su alcance. De haber estado vigente, quizá pudo ser más viable y rápido incluir al covid-19 como parte de los programas, pero se quedó estancada en tercer debate hace dos años.

Mientras tanto, la iniciativa del Ejecutivo debe cumplir con los requisitos de transparencia y agilidad en la compra directa. La legislación actual prohíbe dar pagos adelantados por cualquier adquisición, pero por otra parte no debería ser un obstáculo mayor si se elabora una ley seria y acorde a la urgencia. Para reforzar con claridad la alta importancia de Estado de este tema debió convocarse la cita a primera hora de hoy. A partir de hoy, cada día que vive el país sin acceso a la única esperanza de protección contra el coronavirus puede significar decesos que quizá pudieron evitarse. En este aspecto, como en ningún otro, se pondrá de manifiesto el interés legítimo por la vida de la población.

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