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El ciclo escolar 2020 transcurrió a la distancia para 4.5 millones de estudiantes en el país, debido a la suspensión de las clases presenciales. El año culminó con el uso de guías de estudio, programas educativos por televisión y por radio, y clases en línea, pero únicamente para los que tenían acceso a internet, que prácticamente es un número desconocido en el sector público.
Solo 21 cada cien hogares en el país cuentan con una computadora, en tanto que el acceso al servicio de internet únicamente llega a 17 de cada cien familias, y la conectividad de banda ancha alcanza tan solo a tres de ellas, según el Censo Poblacional del 2018.
Pese a que seis de cada 10 guatemaltecos tienen un celular, no todos los móviles tienen la opción de conectividad, ni son utilizados con fines formativos, señala un informe de Empresarios por la Educación. La brecha digital en el país sin duda es profunda, y más cuando se habla de acceder a la enseñanza formal.
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A esta limitante se suma que no todos los niños y adolescentes en edad escolar tienen acceso a la educación: 38% en preprimaria, 7% en primaria y 51% a nivel de la secundaria, dicha situación evidencia la baja cobertura educativa en Guatemala.
De esa cuenta, la propuesta Pongámosle turbo a la educación se enfoca en un modelo educativo que fomenta el aprendizaje de las competencias del Siglo 21, que esté al alcance del mayor número de estudiantes, y que dé cabida a las tecnologías de la información y comunicación.
“En este siglo la tecnología está avanzando a pasos exponenciales y los estudiantes no pueden quedarse atrás de esas bondades”, menciona Luis García Córdoba, quien estuvo a cargo del estudio.
Si bien, el uso de las computadoras y tabletas electrónicas son un elemento esencial y necesario para lograr que la educación dé un paso hacia adelante, se plantea que su uso no es suficiente para estimular el pensamiento crítico, la disciplina y la motivación en los estudiantes, por lo que se requiere de la participación de un facilitador o un docente que fomenten estas habilidades.
Partiendo de ello, la propuesta plantea la necesidad de trabajar en el equipamiento, en la conectividad, en el desarrollo de contenidos para uso remoto e interactivo, así como en la formación de maestros que generen esa interacción para que sus alumnos aprendan las competencias necesarias.
Propuesta paso a paso
“No podemos seguir trabajando de la misma forma que se hizo el año pasado, no es posible”, sentencia García Córdova, pues pese a los esfuerzos realizados por los docentes, los estudiantes no lograron alcanzar el conocimiento esperados como hubiera ocurrido con las clases presenciales. La brecha digital afectó principalmente a los estudiantes de las áreas rurales y de escasos recursos.
De acuerdo con un estudio de Unesco, los niños de países empobrecidos perdieron alrededor de cuatro meses de escolaridad desde el comienzo de la pandemia, lo cual es golpe al desarrollo de cualquier nación.
¡Pongámosle turbo a la educación! propone comenzar con un proyecto piloto de tres años (2021-2023), que luego se extienda por cinco más (2004-2008) y abarque a todo el país. La intención es comenzar en dos o más municipios que quieran unirse, en los que se desarrollen tres compontes del modelo educativo: formación en mentoría tecnológica a docentes, contenidos educativos relevantes, equipamiento y conectividad.
La participación del Ministerio de Educación y las alianzas estratégicas serán fundamentales para lograr este cambio en la educación del país, que si no se comienza ya, pasarán los años y el vacío en el aprendizaje serán cada vez mayor, refiere García Córdova.
En lo que respecta a la mentoría tecnológica a docentes se trata de que cada maestro adquiera competencias digitales y al conseguirlo, certificarlos, de esta manera podrán guiar a los estudiantes en su preparación. Con relación a los contenidos digitales relevantes, la propuesta va encaminada a fortalecer las plataformas que actualmente tiene el Mineduc, y que estas tengan los recursos educativos tanto para docentes, como estudiantes y los padres de familia, que en el último año se han convertido en una pieza clave en el acompañamiento del aprendizaje en el hogar.
Mientras que el equipamiento incluye proporcionar tabletas para los estudiantes y docentes para que sean utilizadas tanto dentro como fuera del aula, así como colocar televisores en los salones de clases. Tecnificar los salones de clases es un tema que las autoridades educativas han hecho esfuerzos por alcanzar en el sector público, sin embargo, el presupuesto que se ha destinado para este fin es poco, la mayoría de los fondos va destinado al pago de personal.
En lo que a conectividad se refiere, se busca que las empresas proveedoras de internet permitan liberar de manera gratuita el uso de datos en las plataformas del Mineduc y otros recursos educativos, también se plantea el subastar las frecuencias radioeléctricas y que las empresas ganadoras den la conectividad gratuita a los establecimientos del sector público.
Hasta ahora la conexión de internet ha sido baja, en el 2018 se consiguió que 1 mil 61 centros educativos tuvieran tecnología para el aprendizaje, pero hay muchos que están lejos de lograrlo.
¿Cuánto costaría llevar la tecnología y conectividad a las aulas? La implementación de la propuesta estima que se requiere de Q250.2 millones en tres años, y al extenderse el proyecto a cinco años se necesitaría una inversión de Q11 mil 842.6 millones, esto tomando en cuenta los recursos del Mineduc, en alianza con municipalidades e instituciones privadas, de esta manera se logrará mejorar el sistema educativo en el país, y que los que los niños, jóvenes y adultos puedan aprender y desarrollar habilidades del Siglo 21.