Desde que arrancaron el 22 de diciembre, ya se registraron 46 temblores con magnitudes entre los 2,2 y 4,5 grados en la escala de Richter, sin que hasta el momento se reporten daños materiales o personas heridas, indicó Protección Civil en un comunicado.
“Debido a que la actividad sísmica tiene probabilidad de prolongarse, incluso aumentar en su magnitud los sismos, se emite la advertencia”, afirmó el organismo.
Según Protección Civil, 17 de estos temblores de tierra han resultado perceptibles tanto para la población de San Miguel, la tercera ciudad más importante de El Salvador con 263 mil 35 habitantes, como para la de Chirilagua, unos 160 km al sureste de la capital y donde residen más de 20 mil 200 personas.
Frente a los continuos sismos, las autoridades pidieron a la población de las dos localidades “evaluar” las condiciones de sus casas, además de tomar precauciones estableciendo una ruta de evacuación y zonas seguras ante un eventual temblor de mayor magnitud.
Según el ministerio de Medio Ambiente, los sismos que se registran entre las ciudades de San Miguel y Chirilagua son atribuidos a “fallas geológicas locales”.