Economía

Crisis del coronavirus trajo un retroceso de 13 años en el combate a la pobreza, según el BID

La emergencia del covid-19 en América Latina y el Caribe propició que retrocedieran indicadores de pobreza en los cuales se había avanzado, según la visión preliminar de organismos financieros internacionales.

La pandemia aumentará los niveles de pobreza en la región de América Latina en 2020 según estimaciones del BID. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

La pandemia aumentará los niveles de pobreza en la región de América Latina en 2020 según estimaciones del BID. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

Aunque en Guatemala se carece de información oficial por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) –que no midió en sus encuestas el comportamiento de esas variables en 2020–, expertos consultados consideran que, cualitativamente, los índices de pobreza aumentaron por la pérdida de ingresos en los hogares, el incremento de los casos de desnutrición aguda, el aumento de economía informal y hasta en la ejecución de hipotecas.

En términos generales, las familias fueron afectadas en sus ingresos, y en noviembre por los efectos de las tormentas Eta e Iota.

Diagnóstico

Terence Gallagher, director de inclusión Financiera del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), expuso durante el XV Congreso Regional de Remesas, Microfinanzas e Inclusión Financiera que llevó a cabo la Escuela Bancaria de Guatemala (EBG) la semana pasada, que la pandemia provocó un incremento de los niveles de pobreza en los países de la región.

“El impacto en la pobreza es dramática (…) hubo avances en varias regiones del mundo, pero al observar las proyecciones del 2020 de la pobreza van a hacer similares al 2008. Las proyecciones son que el impacto de la crisis de salud significa un retroceso de 13 años en relación con la lucha contra la pobreza”, destacó el director.

Confirmó que esa variación también impactará en el PIB per cápita, que, aunque experimentó avances en los últimos 20 años, se perderán en este año.

Otra variable, dijo Gallagher, fue el impacto del covid-19 en los trabajos formales, en los cuales habrá una brecha entre el sector formal e informal en la región, así como la pérdida de trabajos formales, y una de las conclusiones a nivel global, es la pérdida de 17 millones de empleos formales, así como un crecimiento de la economía informal que de 55 podría llegar al 60%.

“Hay que enfatizar en que la inclusión financiera cada vez será más importante en los siguientes años, frente al retroceso que se está observando en aumento de pobreza e informalidad en la región”, aseguró en el foro el representante del BID.

Contexto nacional

Guido Rodas, exgerente del INE, consideró que no hay índices oficiales todavía, y que la lógica económica indica que en Guatemala habrá un incremento de la pobreza y de la pobreza extrema con la pandemia. Además, recientemente la tormenta Eta e Iota afectó a varios departamentos en áreas rurales y urbanas.

Afecta además el desempleo y la pérdida de trabajo formal, y esas personas de la clase media alta van a pasar a la media baja, y la baja a pobreza y los que estaban en la pobreza pasaran a la pobreza extrema.

Explicó el incremento en el nivel de desnutrición es un indicador en términos econométricos asociado a la pobreza.

En 2019, el promedio de casos de niños menores de cinco años afectados por la desnutrición aguda fue de 47 diarios, y en ese año, se cerró con 15 mil 333 casos. En 2020 y hasta el pasado 14 de noviembre los casos eran 25 mil 292.

Rodas destacó que, para medir la pobreza extrema, se puede cuantificar en la Encuesta de Ingresos y Egreso en los Hogares que ejecuta el INE, que se mide por medio de los ingresos y desde el punto de vista de consumo de calorías alimentarias.

“Es lógico que el nivel de los ingresos bajara por la pandemia y se clasifica de pobreza extrema a los que estaban en pobreza todavía, y el nivel calórico de ingesta alimentaria disminuye, debido a que por la falta de comida no se hacen los tres tiempos de comida. Esto impacta en una mala alimentación y tiene bajas defensas del cuerpo y adquirir enfermedades”, comentó el exgerente.

En Guatemala un grupo de personas perdieron su trabajo formal por los efectos de la pandemia que se tradujo en menores ingresos para cubrir sus necesidades básicas. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)
Fotograf’a. Erick Avila: 08/07/2020

Riesgos latentes

Karin Slowing extitular de Segeplan, coincidió con Rodas, y criticó que hay una falencia ya que el INE trasladó los fondos para hacer encuestas y dejó sin información clave a la población para comprender la situación de pobreza y empleo.

Desde la perspectiva cualitativa, basada en evidencia empírica para determinar que hubo retrocesos en la pobreza, la principal amenaza es el hambre y la imposibilidad de las personas en mantener sus precarios medios de vida.

En este caso es el covid-19 y los efectos de las tormentas y esa combinación es más letal de lo que se había observado en tiempos de pandemia, en la cual se tuvo que paralizar la actividad comercial y agrícola y luego el embate de las tormentas tropicales en noviembre.

Comentó que este gran problema es para la población rural, y que el tema del hambre es el elemento más crítico vinculado a pobreza, seguridad alimentaria, vulnerabilidad a los desastres, la pandemia, y la mejor evidencia es el aumento de los casos de desnutrición aguda.

Por otro lado, el incremento de los productos alimentarios, como los insumos de producción agropecuaria.

Además, es la masa de personas que perdió su empleo y solo se puede deducir que los que lo perdieron, deben “estar en una situación de alto riesgo de pobreza”.

Agregó que el incremento de la pobreza, no solo se reflejará con los que ya estaban mal, sino sé que se van a sumar nuevos, que posiblemente vivían por arriba de esa línea y que incrementarán esas cifras.

“Hay un universo de personas que perdieron sus empleos, salarios o que tuvieron que conformarse con medio tiempo o de trabajo, esos serán los más afectados y esto no se está visualizando”, subrayó la experta.

Brecha

Tanto Rodas como Slowing aseguraron que se ampliará la brecha de desigualdad.

La clase media será las más afectada a corto plazo, que era un segmento no pobre, pero que, aunque no caerá en las líneas de la pobreza “hay un buen porcentaje de la población que la está viendo más dura”, agregaron.

Slowing afirmó que no existe una dimensión de la pobreza, pero hay una impresión del incremento, aunque no tan grave como inicialmente se estimó, ya que las remesas familiares entraron a compensar en los hogares y los migrantes realizaron esfuerzos adicionales para despachar más recursos.

Por otro lado, hay un segmento de la población que no es pobre, no recibe remesa, que vive de su salario, no cuenta con reservas, pero al quitarle su empleo se visibiliza en esta coyuntura.

Rodas afirmó que no se están definiendo un gasto social efectivo como política, y el presupuesto se está enfocando a crear más burocracia estatal.

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