La agencia especializada de la ONU, cuya sede central se encuentra en Roma, que elabora cada trimestre un índice de los precios de los alimentos y analiza los avances en la lucha contra el hambre en el mundo, estima que 45 países necesitan hoy en día asistencia alimentaria exterior.
“Las repercusiones de la pandemia de covid-19, en particular en lo que respecta a la pérdida de ingresos, son un factor importante para los niveles de inseguridad alimentaria mundial”, subrayó la FAO en su informe trimestral “Perspectivas de cosechas y situación alimentaria”, divulgado este jueves.
“La pandemia está agravando e intensificando las condiciones ya de por sí frágiles ocasionadas por conflictos, plagas y perturbaciones meteorológicas, como los recientes huracanes en América Central y las inundaciones en África”, recalcó la entidad.
Entre los 45 países más afectados que necesitan ayuda, 34 se encuentran en África. En la lista figuran también Haití y Venezuela.
En un informe presentado la víspera en Chile, la FAO calcula que unas 47.7 millones de personas padecieron hambre durante 2019 en América Latina, en un deterioro que implicó un incremento de más de 13 millones de personas en los últimos cinco años y “que se agudizaría” este año por el coronavirus.
Según el informe de la agencia de Naciones Unidas, el índice de los precios de los alimentos en el mundo aumentó “bruscamente”, alcanzando en noviembre su “nivel más alto en seis años”.
“El aumento mensual fue el más pronunciado desde julio de 2012 y situó el índice en su nivel más elevado desde diciembre de 2014”, calculan los expertos de la entidad que hacen un seguimiento de los precios de los alimentos más comercializados a escala mundial.
“Todos los subíndices aumentaron en noviembre”, subrayaron, entre ellos los precios de los aceites vegetales, con un alza “impresionante” del 14 % debido a la contracción de las existencias mundiales.
Los cereales aumentaron del 2.5 %, entre ellos el trigo y maíz.
El índice de precios del azúcar aumentó en un 3.3 % respecto al mes pasado ante las crecientes expectativas de un déficit de producción mundial en la próxima campaña de comercialización.
El precio de los productos lácteos se incrementó en un 0.9 %, “el nivel más elevado de los últimos 18 meses”, así como el de la carne del 0.9% con respecto a octubre.
Niños en alto riesgo
Al menos 23.4 millones de niños necesitan asistencia humanitaria en Latinoamérica y el Caribe, más del triple que hace un año, debido a la crisis inédita causada por la conjunción de la pandemia, la migración y el cambio climático, alertó Unicef, que busca “urgentemente” fondos para auxiliar a parte de esta población.
“Nunca antes se había visto a tantos niños y niñas afectados simultáneamente por múltiples emergencias en tantos países de América Latina y el Caribe”, el director regional de Unicef, Jean Gough.
Huracanes más fuertes, mayores flujos migratorios y la pandemia de la covid-19 “han dejado a millones de niños y niñas sin escolarización, sin protección, sin agua y sin vacunas. La región es hoy más desigual y más peligrosa para los niños y niñas que hace un año”, agregó.
La agencia de la ONU recalcó que “con más de 12.5 millones de casos de la covid, América Latina y el Caribe es la región más afectada por la pandemia”, y “enfrenta uno de los confinamientos más prolongados del mundo y también la mayor contracción (económica) de los últimos cien años, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal)”.
La economía de Latinoamérica se contraerá al menos un 9.1 % este año debido a la pandemia en curso, el desempleo crecerá hasta al menos el 13.5 %, la pobreza llegará a niveles del año 2005 y la recuperación será lenta, de acuerdo con los pronósticos de la Cepal.
Unicef alertó de que “si no se toman medidas urgentes, la mayor parte de los avances logrados en la protección y promoción de los derechos del niño en las últimas décadas podrían perderse e incluso revertirse”.
Flujos migratorios
Los dos grandes flujos migratorios de la región, desde Venezuela y a través de Centroamérica y México, alcanzaron picos sin precedentes este año, alertó Unicef.
La agencia de la ONU calcula que en el 2021 “4.3 millones de niños de Venezuela en los países de acogida y otros 6.8 millones de niños migrantes en México y Centroamérica necesitarán asistencia humanitaria”.
La situación humanitaria en Venezuela “continúa intensificándose después de seis años consecutivos de contracción económica, y unos 3.2 millones de niños y niñas en el interior del país y 4.3 millones de niños y niñas migrantes necesitan asistencia humanitaria con urgencia”.
“Aproximadamente 2.3 millones de personas padecen inseguridad alimentaria. Unicef busca US$200 millones para llegar a casi cuatro millones de personas, incluidos dos millones de niños y niñas en el país” suramericano.
Crisis climática
Unicef destacó que en los últimos años los países de América Latina y el Caribe han luchado contra huracanes que se presentan con una frecuencia e impacto cada vez mayores, como quedó en evidencia el pasado noviembre cuando dos de estos potentes fenómenos asolaron Centroamérica.
Las lluvias, vientos, inundaciones y deslaves provocados por los huracanes Eta e Iota en las dos primeras semanas de noviembre pasado en casi toda Centroamérica dejaron dos centenares de muertos, desaparecidos y millonarios daños a la infraestructura y los cultivos.
“Junto con nuestros aliados, Unicef está respondiendo a las necesidades de más de 646 mil personas, incluidos 327 mil niños, con suministros vitales y acceso a servicios en albergues y comunidades de las zonas más afectadas (por los dos huracanes) de Belice, Guatemala, Honduras y Nicaragua”, dijo el organismo.
Fondos urgentes y construcción de resiliencia
Unicef afirmó que “está buscando urgentemente más de US$500 millones para proporcionar asistencia vital a 17.4 millones de personas, incluidos 11.7 millones de niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe el próximo año”.
En un entorno extremadamente volátil y sensible como el de América Latina y el Caribe, “el riesgo es la razón por la que recaudar fondos flexibles y plurianuales es esencial para llegar rápidamente a todos los niños y niñas en todas partes y en cualquier momento, en cada etapa de una emergencia humanitaria y sus secuelas”, dijo Unicef.
“Las necesidades humanitarias son inmediatas, pero persistirán con el tiempo. Prepararse mejor para la próxima emergencia es fundamental. Ahora es nuestra oportunidad de crear soluciones resilientes y reconstruir una mejor América Latina y el Caribe, donde los niños y niñas estén seguros”, dijo Gough.