El estudio realizado en seis países del mundo (Argentina, Colombia, Ecuador, México, Paraguay y Guatemala) arroja resultados alarmantes. Los embarazos en la niñez y adolescencia representan US$1.242 millones del Producto Interno Bruto (PIB) de estos países. El 18 por ciento de los nacimientos en la región corresponden a madres menores de 20 años de edad.
Federico Tobar, asesor regional de Unfpa y encargado del estudio en mención ayuda a comprender el impacto de estos embarazos a mayor y menor escala. La conclusión principal es que mientras las niñas permanezcan más tiempo dentro de las aulas, el desarrollo de un país será más equitativo.
¿Cómo estimaron el impacto socioeconómico de un embarazo en adolescentes?
Basándonos en los aportes del premio Nobel de Economía, pensamos en comparar las trayectorias de dos mujeres. Por un lado están las mujeres que fueron madres adultas de 20 a 30 años y por el otro las que fueron madres con menos de 20 años. Además tomamos en cuenta cuatro medidas: qué nivel educativo alcanzan, el contexto de cuando buscan trabajo, qué nivel de desempleo encuentran y cuánto ganan. Esto resulta coherente porque si en general tienen menos nivel educativo, pueden optar a trabajos donde les pagan menos. Luego pensamos en que si lo podemos medir en las mujeres, también podemos medir cuánto le sale al Estado la atención de los embarazos y cuánto recaudan en impuestos con estas mujeres.
Nosotros lo que queremos demostrar es que los países ganan si las niñas siguen estudiando. Posterguen su maternidad hasta después de recibirse y la metodología tiene un objetivo muy concreto que es demostrarle a los gobiernos que vale la pena invertir en prevenir el embarazo en adolescente.
Según los costos que sacaron en el estudio ¿resulta mejor prevenir los embarazos que atenderlos’
Totalmente. Prevenir un embarazo en adolescentes cuesta entre 15 y 20 dólares, mientras que el costo de la atención del embarazo adolescente nunca es menor a 800 dólares y eso solo es el costo de la atención médica.
¿Hay diferencia entre las adolescentes de 15 años en adelante que se convirtieron en madres y las niñas que se convierten en madres?
Al ver toda la trayectoria de vida de las madres, el impacto económico siempre es mayor en las menores de 15 años. El riesgo de morir en el parto para una mujer que fue madre entre los 15 y los 19 años es dos veces más que una mujer que va a parir a los 24 y el riesgo de una niña menor de 15 años es cuatro veces más, por lo que los costos en salud también se multiplican. Pero para la mujer también afecta porque en cuanto antes ocurra el evento del embarazo es mayor el impacto económico sobre su trayectoria de vida y de ingresos.
¿Cómo incide el apoyo familiar a la niña o adolescente para que no se vean afectados sus estudios o su economía?
Hay estudios hechos por el Banco Mundial que dicen que cuando a una joven madre se le brinda apoyo, tiene mejor formación escolar y pueden estudiar. Aún no tengo cómo medir cuántas de estas niñas embarazadas se mantienen en pobreza, tenemos que seguir estudiando eso pero lo que sí sabemos es que mujeres que tal vez no eran pobres, conforman hogares pobres. El embarazo adolescente es, desde mi punto de vista, el nodo que hace que un segmento de la población permanezca como hace 30, 40 o 50 años porque muy tempranamente se interrumpe la formación de capital humano. Antes que la niña obtenga un nivel de educación adecuado, que forme las habilidades necesarias ante la vida, que sepa cómo alimentarse y que conforme hábitos adecuados. Antes de incorporar todo eso, ya es madre y tendrá muy pocas herramientas para incorporarse ante la vida, si tiene pareja, probablemente esa pareja será abusadora. Mientras continúe Latinoamérica teniendo embarazos en adolescentes, la modernización de nuestras sociedades será incompleta porque habrá gente que continuará viviendo en las mismas condiciones en las que vivían sus antepasados, bajo una economía de subsistencia, bajo niveles educativos y adaptándose para sobrevivir.
En Guatemala todavía no se ha abordado lo suficiente la discusión de qué pasa con esa niña y adolescente después del parto y en qué condiciones crece el bebé
Eso es lo más terrible. Hay un trabajo en EE.UU. que demuestra la calidad de la crianza. La calidad cómo te cría una madre temprana con menos nivel de instrucción, comparado con la calidad de cómo puede críar una madre adulta con mayor nivel de instrucción es muy diferente y ellos demuestran que esa calidad tiene una altísima relación con la formación educativa de los niños. A un año más de educación de la madre, hay mayor adherencia al sistema escolar del hijo. Tanto es así que se considera que un año de educación de la madre, representa por lo menos un año más de esperanza de vida de los hijos.
Lo más valiosos es mantener a las chicas en la escuela.
En un país como Guatemala, donde la mayoría de embarazos en niñas y adolescentes son producto de violaciones ¿Qué tipo de atenciones se pueden generar desde el Estado para la prevención del embarazo y atención después del parto?
Estoy convencido que si se armara en cualquier país políticas que dieran becas para la continuidad o la recuperación de los estudios para todas estas adolescentes que fueron madres vinculado a la posibilidad de un sistema de guarderías, habría adherencia y tendría un mayor impacto a favor de estas mujeres y no estamos hablando de inversiones muy altas. Con esto no quiere decir que no estamos favoreciendo la prevención, hay que trabajar de las dos formas. En países que tienen muchos embarazos tempranos tenemos que hacer una prevención primaria y secundaria porque hay que prevenir que sigan viviendo en condiciones de pobreza, que sean víctimas de relaciones asimétricas donde su pareja las maltrata y puede maltratar a los hijos, pero al mismo tiempo prevenir porque eso las favorece a ellas, favorece a sus hijos y favorece a la economía. Aumentan los ingresos del Estado porque estas mujeres al trabajar pagan impuestos y podremos ver cuánto de eso va a mejorar la educación de los hijos.