Pero le dijo al servicio ruso de la BBC que se encuentra “mucho, mucho mejor” e insistió en que en algún momento volverá a Rusia.
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Alexei Navalny | “Sentí que era el fin”: el líder opositor ruso le cuenta a la BBC los efectos de su envenenamiento con Novichok
El líder opositor ruso Alexei Navalny describió el proceso de recuperación del agente nervioso Novichok como un camino largo, lleno de noches de insomnio y desplazamientos bastante torpes.
Alexei Navalny con su esposa Yulia y su hijo Zakhar en Berlín el 2 de octubre. (Foto Prensa Libre: BBC)
La BBC se reunió con él en un hotel sumamente vigilado en Berlín, después de que pasara 32 días en el Hospital Charité de la capital alemana, la mayor parte del tiempo en cuidados intensivos.
Dice que al principio sintió escalofríos y si bien no experimentó ningún dolor, aseguró: “Sentí que era el fin”.
“No duele para nada, no es como un ataque de pánico o algún tipo de malestar. Al principio sabes que algo anda mal, y luego realmente tu único pensamiento es: ‘Ya está, voy a morir‘”.
El líder comenzó a sentirse mal durante un vuelo que lo llevaría de Tomsk, en Siberia, a Moscú el pasado 20 de agosto, pero sobrevivió porque el avión hizo un aterrizaje de emergencia en Omsk, donde fue trasladado de urgencia a una unidad de cuidados intensivos.
Posteriormente, tras una serie de negociaciones de alto nivel con las autoridades rusas, Navalny fue trasladado en avión a Berlín y sometido a tratamiento mientras permanecía en un coma médicamente inducido.
“Envenenado, sin duda”
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) confirmó que Navalny, de 44 años, fue envenenado con el agente nervioso Novichok.
En un comunicado, el organismo señaló las similitudes entre los rastros encontrados en las muestras de orina y sangre del líder opositor y armas químicas mencionadas en el listado de sustancias prohibidas.
Alemania dice que laboratorios franceses y suecos estuvieron de acuerdo con los científicos de su país que aseguraron que Navalny fue “sin duda alguna” envenenado con un agente nervioso.
Desarrollados por científicos soviéticos durante la Guerra Fría, los agentes de tipo Novichok son extremadamente tóxicos: una pequeñísima cantidad basta para matar a alguien.
La semana pasada, en su primera entrevista audiovisual desde que salió del hospital, Navalny dijo que creía que las autoridades rusas lo habían envenenado para eliminar la amenaza que él representaba para el partido gobernante en las próximas elecciones parlamentarias que tendrán lugar en 2021.
“Putin está detrás”
Moscú ha negado cualquier implicación en lo que se señala como envenenamiento. Los médicos rusos que trataron a Navalny dijeron que no encontraron ningún rastro de veneno.
“Afirmo que (el presidente Vladimir) Putin está detrás de este acto, no veo ninguna otra explicación“, le dijo la semana pasada al semanario alemán Der Spiegel.
Se enfermó después de hacer campaña en Siberia apoyando la elección de aliados activistas anticorrupción a los consejos municipales.
Navalny es una de las voces más críticas con Putin en Rusia, tiene millones de seguidores en las redes sociales y allí denuncia la corrupción gubernamental y acusa al partido Rusia Unida, liderado por Putin, de ser un grupo de “ladrones”.
El líder opositor se niega a aceptar una vida en el exilio.
“Llevan mucho tiempo luchando por sacarme del país”, le dijo a la BBC.
“No sé cómo se desarrollarán los eventos, no voy a correr riesgos. Tengo mi causa, tengo mi país“, dijo, antes de agregar que no tiene sentido pensar en eventos que no puede controlar.
Alucinaciones
Navalny le dijo a la BBC que después de que “el veneno hiciera efecto” en el avión se sintió incapaz de concentrarse, pese a que las personas y los objetos a su alrededor no se movían ni se veían borrosos como pasa cuando el alcohol afecta al cerebro.
Mucho después, ya en el hospital, hubo varias fases en las que sentía que se despertaba: “Y ese fue el período más infernal“.
“Durante mucho tiempo tuve alucinaciones”, dijo. Creía que su esposa Yulia, los médicos y su colega activista Leonid Volkov le decían que había tenido un accidente, que había perdido las piernas.
“El cirujano me iba a dar nuevas piernas y una nueva columna”.
Navalny estaba convencido de que todo esto era “totalmente real”, se sentía “atormentado por las alucinaciones nocturnas”.
“Mi principal problema es para dormir. He perdido el hábito de dormir y me resulta difícil hacerlo sin tomar pastillas. Nunca tuve ese problema”.
“También me tiemblan las manos, son impredecibles”.
Dijo que ahora frecuentemente tiene que someterse a controles médicos, incluidas pruebas cognitivas, y que físicamente se está recuperando “bastante rápido”.
“A veces me siento un poco atontado, salgo a caminar dos veces al día y puedo caminar bastante tiempo. Para mí, la parte más difícil es entrar y salir del coche”.
El líder expresa alivio por no sentir ningún dolor, pero al mismo tiempo se siente frustrado de que incluso algo tan simple como lanzar una pequeña pelota “se sienta como lanzar una bala” en atletismo.