A la fecha, está pendiente de aprobación en el Congreso la 5174 con la que se busca reincorporar algunos sectores en ese régimen luego de que hace cuatro años 25 fueron excluidos. Dicha iniciativa se encontraba en la agenda del Legislativo para el jueves 3 de septiembre, sin embargo ya no se llevó a cabo la sesión en el pleno.
Juan Pablo Bercian, presidente de la Asociación de Zonas Francas (AZF), explicó que dentro de los 5 mil empleos perdidos hay 2 mil 700 directos (que tiene contabilizado el Mineco) y el resto son indirectos.
Detalló que entre las 41 empresas que han mostrado interés de instalarse en el país y están a la espera de dichas reformas, 6 son de alimentos, 2 de cosméticos, 4 de vehículos, 8 de electrónicos, 4 en pinturas industriales, 5 de plásticos, 5 en farmacéutica, 2 en maquinaria, 2 en cuero y calzado, y 1 en hierro, 1 de cerámica y 1 de juguetes, entre otras.
Bercian dijo que el decreto 19-2016, afectó el 55% las operaciones ya que de 17 zonas francas y 258 usuarios que existían en ese año, quedaron 10 y de 258 respectivamente.
Recuperar empleos perdidos
Respecto a la posibilidad a empleos Fanny D. Estrada, directora de relaciones institucionales de Agexport, indicó que como primer paso se debería por lo menos recuperar los empleos perdidos, mientras que Juan Pablo Carrasco, presidente de Amcham añadió que han analizado que en la Costa Sur se podrían generar hasta 60 mil empleos al permitir más sectores e instalar algunas en forma estratégica cerca de los puertos.
Expusieron que la Ley de Zonas Francas es un instrumento que permitirá reactivar la economía del país luego de la pandemia del covid-19, propiciando la creación de empleos y la atracción de inversión extranjera.
De Estrada mencionó que también se lograría más recaudación de impuestos. Explicó que en el primer año luego de haber retirado 25 sectores del régimen el fisco logró recaudar Q38 millones más sin embargo con los años empezaron a disminuir otros tributos porque estaba disminuyendo la operación de las empresas.
Carrasco agregó que los países del área pueden aprovechar la relocalización de la demanda, ahora que con la experiencia de la pandemia los compradores buscarán proveedores más cercanos.
“La nueva ley para zonas francas es la herramienta que se debe tratar de aprovechar, lo que nos quedó (después del 2016) no es una ley atractiva”, dijo D. Estrada.
