La autoestima evoluciona a medida que se viven nuevas experiencias. Desde niños se construye el concepto de nosotros mismos, se va formando una idea de quiénes somos, si gustamos o no, si somos aceptados o no. “El niño irá creándose unas expectativas acerca de sus posibilidades. Se encontrará bien consigo mismo o por el contrario a disgusto con lo que hace”, dice Hernán Romero, psicólogo.
Una de las características principales de la autoestima es que no es innata. Es decir, que se va desarrollando y modificando con la experiencia y a lo largo de la vida. Por ello, está influenciada por el contexto, entorno y las personas con las que se convive. De esta forma, se termina teniendo una autoestima alta y sana o una baja.
Cuando habla de una autoestima baja, se hace referencia a que la persona no se quiere, no se acepta y no valora sus cualidades. En varias ocasiones ni siquiera ve de lo que es capaz, por lo que comienza a aislarse. Deja de acudir a encuentros sociales, a probar nuevas cosas y nuevos retos por miedo a no conseguirlos. Se distingue por la falta de seguridad y confianza en sí mismo, indica Carmen Aguilar, psicóloga clínica.
A continuación, los expertos comparten algunos consejos para aumentar la autoestima:
Determinar el origen de la baja autoestima
La baja autoestima conlleva a otro tipo de problemas que son la supuesta causa por la que se acude al psicólogo, como síntomas de ansiedad, depresión, problemas de conducta, estrés, adicciones, entre otros.
Para tratar un problema, es importante determinar su origen. Para hacerlo, Aguilar recomienda cuestionarse la razón de sus miedos. Por ejemplo, ¿por qué le da miedo hablar en público? ¿por qué considera que tiene depresión? ¿por qué necesita la aprobación de los demás? ¿por qué no se siente merecedor de las cosas buenas de la vida?
Así, poco a poco, al responder estas preguntas, podría encontrar la razón de su baja autoestima.
Aceptar las cosas como son
“Debemos comprender que no somos perfectos y la intención no es serlo. Nuestro objetivo es ser felices, así que hay que trabajar en ello. Para lograrlo hay que aceptar las cosas como son, que algunas actividades no las haremos bien, que no tenemos las habilidades para eso y que podemos aprenderlas. Pero, no centrarnos solo en lo negativo, no restemos importancia a lo positivo, a lo que sí podemos hacer sin mayor complicación”, explica Aguilar.
Tómese el tiempo para observar y ser consciente de las cosas buenas que tiene, de las habilidades que posee y de las cosas que puede aprender. Verá que todo es balance y que no vale la pena prestarle atención a los pensamientos negativos que le dicen que es un desastre.
Identifique sus fortalezas
Después de aceptarlas como son, podrá darse cuenta de las habilidades que posee. Todo ser humano nace con una serie de cualidades, características innatas que son los puntos fuertes de su personalidad.
Si considera que no tiene fortalezas, piense en tres logros que haya conseguido en su vida. Por ejemplo, terminar su carrera, trabaja en lo que deseaba, aprender otro idioma, tocar un instrumento, aprender a cocinar, etc. Si le cuesta encontrarlos es porque no está siendo generoso consigo mismo, así que imagínese si un su amigo lo hubiera hecho, ¿cómo se lo reconocería?
Luego, piense en qué características se necesitan para lograr esas actividades: ser perseverante, curioso, tener iniciativa, etc. Esas serán sus fortalezas.
Inténtelo y fracase
Todas las personas estamos acostumbradas a evitar aquello que provoca miedo. No enfrentarse a esas situaciones es la salida más fácil y sencilla a corto plazo, ya que elimina la ansiedad que provoca el temor de fracasar.
Pero, ahora que está consciente que la autoestima baja le provoca esos miedos, puede intentar cosas nuevas. La autoestima no depende del resultado de los actos, sino de intentar y actuar, enfrentarse a los temores. De esta forma, se eleva el nivel de aceptación propio. No importa si falla, con intentarlo ya se sentirá satisfecho.
Convierta pensamientos negativos en pensamientos racionales
En una persona con baja autoestima su voz interior critica, castiga y desprecia los logros constantemente. Es una voz irracional que interpreta las cosas de la peor forma posible, aunque no haya pruebas subjetivas de que sus pensamientos son verdaderos.
Para calmar y callar esa voz, se debe detectar esos pensamiento irracionales y negativos acerca de sí mismo y cuestionar su objetividad. Luego cámbielos por otros más realistas y objetivos. Las primeras veces será difícil, pero poco a poco tomará práctica.
Al inicio, identifique en qué situaciones aparecen y qué es lo que esa voz interior le critica y dice. Al analizar, notará que siempre es el mismo patrón de pensamiento. Es decir, que siempre critica y desvalora lo mismo. Luego cuestiónese acerca de qué emociones le provoca esa crítica y la razón.
Mientras mejor entienda sus emociones y pueda nombrarlas, menor poder tendrán sobre usted. Las identificará, pero rápido las dejará fluir.
No se compare
Cada persona es un mundo y usted es el dueño del suyo. Concéntrese en usted. Al envidiar e idealizar la vida del resto, lo único que se consigue es sentirse desgraciado. Todos tenemos algo bueno que aportar, y de nosotros depende encontrar el camino indicado.
Trátese con cariño y respeto, practique la autocompasión
Para mejorar la autoestima hay que aprender a perdonar los errores, a practicar la autocompasión. Existen muchos ejercicios para ponerla en práctica, pero el más sencillo consiste en hablarse a uno mismo como lo haría con un amigo cuando la está pasando mal.
Con la autocompasión empezará a ver los problemas de forma subjetiva y se tratará con cariño y respeto. Ya que cuando un amigo comete un error no se lo reprocha, sino que se busca hacerlo sentir bien y que aprenda a ver lo positivo de ello.