DESDE GINEBRA
Acuerdos comerciales internacionales
La actividad del comercio internacional se puede definir como el intercambio de bienes, servicios, capitales y tecnologías entre dos o más países. Aunque esta labor siempre ha sido importante, adquirió más relevancia después del siglo XVI, con la conformación de los imperios coloniales europeos, y con el tiempo se convirtió en un instrumento de política expansionista.
' En los tiempos inciertos se requiere más que nunca de acuerdos comerciales.
Eduardo Sperisen-Yurt
En los tiempos inciertos se requiere más que nunca de acuerdos comerciales que ayuden a prosperar y a impulsar el comercio internacional y a reforzar una relación más estrecha entre las naciones. Los acuerdos comerciales benefician a los trabajadores, los agricultores y a los industriales, así como a las pequeñas y grandes empresas de ambas partes. Además transmiten la señal de un comercio mundial abierto, justo y basado en normas.
Por otro lado, los orígenes del comercio internacional se remontan a la época de trueque. El comercio es tan antiguo como la sociedad. Al principio la agricultura que se practicaba era una agricultura de subsistencia, donde las cosechas eran para la población. Sin embargo, a medida que fueron incorporándose nuevos desarrollos tecnológicos al día a día de los agricultores, como, por ejemplo, la fuerza animal, o el uso de diferentes herramientas, las cosechas que se obtenían eran cada vez mayores y se lograban mayores excedentes, y así llegó el momento propicio para el nacimiento del comercio internacional.
Con el pasar del tiempo, la riqueza se medía en función de la cantidad de metales preciosos que tuviera un país, sobre todo el oro y la plata. Desde entonces el objetivo era conseguir más riqueza al menor costo posible. Con el surgimiento de las naciones del siglo XVII, los gobernantes se dieron cuenta de que podrían aumentar la riqueza y su poder a través del comercio, época conocida como del mercantilismo. En el siglo XIX, gracias a la teoría económica liberal, se fue dejando de lado el mercantilismo y se consolida el comercio internacional.
En 1860, el mundo entró en la primera globalización monopolista, produciéndose un descenso creciente de la protección aduanera con el primer tratado franco-británico, conocido también como tratado Cobden-Chevalier. A partir de allí se produjo un descenso creciente de la protección aduanera.
En el siglo XX, el comercio crece y se logran intercambios económicos, comerciales, financieros, políticos, y tecnológicos, estableciéndose bloques regionales mucho más poderosos.
Desde entonces, en el campo comercial como en el económico, financiero y político, el comercio internacional ha alcanzado un nivel de desarrollo muy alto que ha convertido al planeta en parte fundamental e indispensable, donde los países participan de esta competencia mundial. Estos incluyen el movimiento de capitales, atracción de inversiones, inserción en la economía internacional, presencia en la política internacional, protagonismo en los tratados de integración y de cooperación internacional, incursionando con las últimas técnicas de mejoramiento para la producción, competencia en la apertura de nuevos mercados.
En una primera fase, en el siglo XIX, se establecieron los tratados comerciales bilaterales de alcance parcial, que fueron diseñados como instrumentos de negociación a partir de la necesidad de ampliar las fronteras económicas, básicamente entre países desarrollados y países en desarrollo.