En los análisis de riesgo del administrador tributario se identificaron varios casos, y el funcionario citó, por ejemplo, que hay importadores de mascarillas en grandes escalas, que son comercializadas, pero evaden -al no facturar- los impuestos al valor agregado (IVA), sobre la renta; (ISR) y de solidaridad (ISO), aunque las mercancías pagan el IVA importación al nacionalizarse.
Además, que utilizan a otros distribuidores micros y pequeños para hacer la colocación de sus productos que no tributan.
Díaz Reyes explicó el caso de una empresa que facturó Q300 mil en combos de productos covid-19 como mascarillas, termómetros, caretas, vitaminas y otros bienes relacionados, utilizando las redes sociales, pero al revisar su facturación no tenía registros de ventas, pero si el ingreso de estos al cotejar la información en las aduanas.
La fiscalización más cercana a las ventas que se realizan en redes sociales se ejecutará en los siguientes 90 días, y abarca en un gran porcentaje a los productos que se están ofertando por la pandemia, confirmó el superintendente.
Más comercios por fiscalizar
El funcionario explicó que también detectaron que el comercio que se realizaba en las tiendas físicas en los centros comerciales, que están cerradas por las disposiciones presidenciales, migró a las redes sociales.
“El consumo ha disminuido porque la economía está deprimida, pero muchas de esas ventas que se hacían en los centros comerciales, se están pasando a las redes sociales. Lo que consideramos es que se puede recuperar el IVA doméstico, que no está ingresando de las tiendas de los centros comerciales, pero alguien está comercializando esos productos”, enfatizo.
El superintendente insistió en que el programa de fiscalización a estas empresas que venden en esas plataformas es recuperar parte del IVA doméstico -que registra el consumo- que por la misma crisis sanitaria no se está cobrando en los comercios físicamente, pero que están haciendo las ventas. El potencial de recaudo del IVA doméstico puede conducir a llegar a la meta.
Planes de fiscalización
En un período no mayor a seis meses la SAT estaría consolidando los programas de fiscalización a las ventas que están utilizando los canales de redes sociales.
El programa de control abarca dos ámbitos, uno a largo plazo que requerirá una norma específica de registros y otro que busca fiscalizar a las empresas que están comercializando productos covid-19 y que están importando grandes volúmenes.
El superintendente confirmó que se estarán realizando las auditorias de fiscalización a las empresas importadoras, las cuales añadió que ya están identificadas dentro de las cuales hay contribuyentes formales e informales.
Aclaró que, para las empresas formales que envían sus facturas con los suministros requeridos por los consumidores, no habrá problema cuando reciban pedidos por estos medios.
Aparte, insistió, son aquellas personas individuales o emprendedores que tienen, por ejemplo, un cafetal, lo preparan para comercializar, o comida dentro de sus vecinos.
Esta semana se presentó el plan operativo 2020-2025 que incluye un programa de fiscalización a los sectores económicos.
Registro obligatorio
El funcionario aprovechó para informar que el otro eje del plan es hacer un registró o padrón de las empresas que hacen comercio digital que estará listo en un período de 180 días -seis meses- en el cual participará con el apoyo del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT).
La SAT instalará un módulo de control, pero también necesitará normativa para el registro de las empresas que hacen comercio digital, y a aquellas que no estén inscritas no podrán ejercer, advirtió.
Evitar sanciones
El consultor fiscal Juan Carlos Paredes resaltó que, en parte, la SAT está cumpliendo con sus funciones en detectar aquellas actividades que pueden ser objeto de fiscalización ante la falta de cumplimiento ante las leyes tributarias, como emitir facturas, pagar el IVA, ISR, y sobre todo si son actividades comerciales en redes sociales, deben estar inscritos y cumplir con sus obligaciones.
El mensaje es que las empresas o contribuyentes se puedan inscribir o se formalicen, ya que, si sus actividades son importantes, lo mejor es que no vayan a ser detectados por el administrador tributario, incurrir en sanciones, multas, probable cierre de actividades.
“Si están realizando actividades comerciales, no están inscritos, no emiten facturas y los detectan, puede ser un acto de defraudación tributaria y es un tema más serio hasta de denuncias penales”, enfatizó el consultor.
En general, si la SAT empieza a focalizar este tipo de actividades para poder mejorar la recaudación y regular a estas personas, está en un proceso de ley, enfatizó Paredes.
Estimación de brecha
Durante la última sesión de las jornadas de Presupuesto Abierto, Álvaro González Ricci, el ministro de Finanzas y presidente del directorio de la SAT, informó que la nueva proyección de brecha fiscal estimada para 2020 será de Q8 mil 500 millones, pero se puede ampliarse.
A un inicio de la pandemia, la estimación era de Q7 mil millones, pero fue ajustada esta semana.
“Estos datos son bien dinámicos y casi cada semana están cambiando y actualizándose, pero lastimosamente pensábamos que no entraríamos en negativo en el crecimiento económico, pero se fue empeorando y lo mismo está pasando con la recaudación”, destacó el ministro.
Dijo que este nuevo ajuste se realizó con la base de datos del Banco de Guatemala (Banguat), que esta semana informó que el PIB trimestral de enero a marzo, la economía fue de 0.7% influida por los efectos de la pandemia.
Reiteró que se mantienen las normas de contención del gasto público, en varios rubros.
Esquemas:
Estas son las medidas de fiscalización en las ventas por medio de redes sociales:
- Se hace énfasis en las ventas de productos covid-19 que ofrecen combos, empresas que pueden ser formales o informales, pero no entregan factura a sus clientes.
- Establecimientos de centros comerciales que migraron a redes sociales, pero que no emiten facturas.
- La SAT creará un módulo para que las empresas que hacen comercio digital deberán registrarse obligatoriamente.