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Coronavirus: La fórmula de tres países del sudeste asiático que han controlado la pandemia

Pese a su cercanía con China, donde comenzó la pandemia del nuevo coronavirus, varios países del sudeste asiático registran pocos contagios.

Un vendedor ambulante de comida atiende clientes en una calle de Taiwán, país que desde el inicio de la pandemia ha seguido con la normalidad. (Foto Prensa Libre: EFE)

Un vendedor ambulante de comida atiende clientes en una calle de Taiwán, país que desde el inicio de la pandemia ha seguido con la normalidad. (Foto Prensa Libre: EFE)

Los embajadores de Guatemala en tres países del sudeste asiático conversaron sobre las experiencias que esas naciones vivieron con la pandemia del covid-19, y las acciones por las cuales registraron pocos contagios y muertes, la más relevante es la colaboración de las personas.

Estos países: Taiwán, Tailandia y Japón contaron con la desventaja de que el virus les llegó primero por lo cual era más desconocido aún, por ejemplo, cuando registraron sus primeros casos aún se debatía si la enfermedad se transmitía a través de pacientes asintomáticos.

Vida siguió casi normal

Contrario a muchas naciones en el mundo, Taiwán no cerró en ningún momento su economía, aunque sí se cerró el país a extranjeros y vuelos desde otros países. Desde enero la isla de aproximadamente 23.7 millones de habitantes permanece cerrada.

A la fecha registra 452 casos positivos y siete fallecidos, lo cual le da uno de las tasas de contagios más bajas de todo el mundo, apenas 1.9 por cada cien mil habitantes.

El embajador de Guatemala en Taiwán, Willy Gómez, comentó que la mayoría de los contagios fueron importados por lo cual, una de las claves para contener la propagación del virus puesto que se pudo rastrear a las personas diagnosticadas y todo quien haya tenido contagio con ellos.

Aunque por cuestión cultural, al ciudadano de Taiwán busca no enfermar a otras personas, también incidió en el uso permanente de la mascarilla el anuncio de fuertes multas que alcanzaban los US$33 mil

Para el rastreo de posibles casos sospechosos incidió el que cuando se aísla a alguien, este tiene la obligación de proporcionar toda su información lo que incluye el número de celular mediante el cual puede ser controlado por medio del GPS.

Aparte del cierre del país hacia los extranjeros, Taiwán no prohibió las actividades comerciales, ni el transporte público. Las personas usan permanentemente mascarilla y aún están suspendidos los eventos masivos. Además, el Gobierno compensaba económicamente a quien era puesto en cuarentena.

Gómez reconoce que aparte de que los ciudadanos acataron sin ningún tipo de vacilación las medidas impuestas por el Gobierno, Taiwán, que registró su primer caso positivo el 21 de enero, tiene un excelente sistema de salud.

Los guatemaltecos que radican en la isla principalmente han viajado becados por el Gobierno taiwanés, mientras que otros viven allá porque están casados con un ciudadano de ese país.

El caso de Tailandia

Similar desarrollo de la enfermedad tuvo Tailandia, país mucho más grande que Taiwán y con el triple de población.

El embajador Carlos Humberto Jiménez afirma que la sociedad tailandesa es “de poco contacto físico”, lo cual pudo favorecer la poca cantidad de contagios a la fecha, tres mil 236, 4.66 por cada cien mil habitantes.

Aparte, los tailandeses están acostumbrados al uso de la mascarilla debido a la contaminación lo cual hizo que se acostumbraran a uso con regularidad.

A diferencia de Taiwán, en Tailandia las autoridades no solo cerraron fronteras, sino también las actividades comerciales y prohibieron la movilidad entre provincias. Además, establecieron toques de queda y prohibieron la venta de bebidas alcohólicas.

La mayoría de las personas, cuenta Jiménez, acataron las medidas oficiales puesto que las autoridades insistían en que controlar la pandemia requería el 90 por ciento de la cooperación de la población.

El hecho de que Tailandia se convirtiera el 14 de enero en el primer país con casos del nuevo coronavirus después de China, causó alarma lo cual hizo que la población tomara las medidas preventivas muy en serio.

Un estricto control y rastreo de los casos también fue clave para contener la propagación del virus. “Hubo aproximadamente mil equipos epidemiológicos desplazados por todo el país con capacidad de investigar cada caso, trazando cada contacto y monitoreándolos por 14 días”, aseveró el embajador, en ese país desde diciembre del 2019 cuando se inauguró la sede diplomática guatemalteca.

La tecnología también ha jugado un papel importante para que hoy en día casi todas las actividades hayan regresado a la normalidad, puesto que en todo establecimiento y en el transporte público la persona debe registrar su ingreso con un código QR, que lleva el registro del estado de salud y al confirmarse un caso positivo por esta vía se rastrea a quienes hayan tenido contacto con el infectado y se ponen en cuarentena.

Cuestión cultural

Japón es otro caso que hay que destacar.

El embajador de Guatemala en ese país, Cristóbal Herrera, precisó que “culturalmente Japón está conformado por una sociedad respetuosa de las demás personas con prácticas de higiene personal y comunitaria diaria”, además, “tiene altos índices de formación educacional, y el gobierno acciona y reacciona inmediatamente ante cualquier eventualidad”.

En Japón se hizo un llamado que no fue obligatorio al aislamiento, aparte se cancelaron eventos deportivos y se cerraron escuelas, fuera de eso, los japoneses continuaron y siguen con su vida “casi normal”, comenta Herrera.

Este país asiático, potencia mundial con más de 126.5 millones, registra hasta hoy en día 23 mil 502 casos positivos, un promedio de 18.5 contagios por cada 100 mil habitantes.

El diplomático guatemalteco señala que las autoridades se enfocaron en áreas con brotes donde se hicieron prueba y se aisló a quien fuera necesario. “Japón ha dicho que la única manera de enfrentar la pandemia es realizar pruebas y aislar”, enfatiza.

En cuanto al resto de medidas que el Gobierno recomendó fue relativamente fácil cumplirlas, puesto que el distanciamiento social es parte de la cultura de ese país.

“Muchos expertos hablan de que los ciudadanos japoneses tienen costumbres muy diferentes a otras culturas, lo cual podría ser clave en la no propagación del virus, por ejemplo, tienen una menor intimidad social. Nunca se dan la mano, abrazos y besos al saludarse”, añadió Herrera.

Las nuevas medidas que la sociedad se vio obligada a implementar son el teletrabajo, las reuniones virtuales y video conferencias, lo cual tiene buenas probabilidades de quedarse después de la pandemia puesto que se han reducido los costos de viaje son igual de eficientes para discutir temas de interés.

Los números de estos tres países distan mucho de los de Guatemala, que tiene cerca de 17 millones de habitantes, y con casi 33 mil casos tiene una tasa de contagios de 194 por cada cien mil habitantes.

Los diplomáticos reconocen que las realidades de estos países asiáticos y Centroamérica son muy distintas; sin embargo, coinciden con que la responsabilidad mayor reside en los ciudadanos.

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