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Cómo descubrir su identidad

La crisis de identidad no solo ocurre en la adolescencia, también aparece cuando hay cambios repentinos que lo llevan a cuestionarse quién es realmente y si el camino recorrido hasta el momento es el adecuado. Acá le explicamos algunas estrategias para sobrellevar esta crisis en la edad adulta.

En cualquier edad se puede cuestionar quién es realmente y si es feliz con lo logrado hasta el momento. La crisis de identidad puede ser de ayuda para retomar sueños y metas. . (Foto Prensa Libre: Shutterstock).

En cualquier edad se puede cuestionar quién es realmente y si es feliz con lo logrado hasta el momento. La crisis de identidad puede ser de ayuda para retomar sueños y metas. . (Foto Prensa Libre: Shutterstock).

Para Norma Leal, el año 2018 significó una nueva etapa en su vida. Luego de estar casada por 7 años decidió divorciarse porque además de los problemas que tenía con su pareja, comenzó a cuestionarse quién era realmente, cuál era su misión en la vida y si realmente su rol en el mundo se centraba solo en ser abogada y esposa.

Cuando se tiene una crisis de identidad las preguntas más comunes que pueden hacerse son ¿quién soy realmente, qué es lo que deseo lograr en la vida, hacia dónde me dirijo, soy feliz con quien soy ahora? Aunque esta crisis se atribuye principalmente a la adolescencia, porque es la etapa en la que se experimentan profundos y continuos cambios físicos y psicológicos, también ocurre en la vida adulta, sobre todo cuando se llevan a cabo cambios inesperados y significativos.

A ella, el divorcio la orilló a hacerse más interrogantes. Si su estilo de vida se basaba en dedicarse al trabajo y a su esposo, cuando él ya no estaba ¿realmente con ser abogada bastaba para ser feliz, era eso era lo único que quería lograr en la vida?

Si usted analiza su estilo de vida ahora y se cuestiona los mismos temas que Norma, se dará cuenta que son interrogantes difíciles de responder. Además, que le dejarán una sensación de intranquilidad y preocupación por no encontrar una respuesta rápida y certera. Ese sentimiento es el que tienen la mayoría del tiempo quienes atraviesan una crisis de identidad.

No es un trastorno ni desorden

De acuerdo con Manuel Barrientos, psicólogo clínico, la crisis de identidad no es un trastorno ni un desorden psicológico, pero sí puede ser tratado por expertos en psicología ya que estos brindarán las herramientas para descubrir quién es realmente y sus aspiraciones.

“Esta crisis la podemos definir como el tiempo en el que una persona experimenta profundas dudas acerca de su existencia, que van acompañadas por la sensación de vacío emocional y de soledad. Además, genera mucha ansiedad el tener que redefinir quién es realmente y en qué momento de la vida se encuentra”, explica el profesional.

Una de las características que comparte con algunos trastornos es la introspección, porque se desarrollan episodios en los que se pierde el contacto con el exterior y con los demás. La ansiedad hace que la persona se sumerja y aferre a sus pensamientos, dudas y sentimientos propios y evite relacionarse, hasta haber respondido sus interrogantes.

Es importante saber diferenciar la crisis de identidad de la depresión. Esta última suele afectar el sueño, hambre, capacidad de disfrutar los momentos, dificultad de concentración y falta de energía. Hace más difícil la resolución de problemas y dura más tiempo. Mientras que el principal problema con la crisis de identidad es que las personas se aferran a sus dudas y aunque comiencen a tener respuestas, las analizan demasiado.

“Recuerdo que mis amigos, para apoyarme por el divorcio, me invitaban a salir a hacer diferentes actividades para distraerme, pero como me sentía tan frustrada por descubrir mi rol en el mundo decidía no ir y quedarme en casa a pensar. Después poco a poco me fui sintiendo sola y con un vacío existencial porque seguía sin encontrar respuestas”, relata Leal.

Síntomas

Cristina Castillo, psicóloga y terapeuta, comenta que, aunque la crisis de identidad no sea un trastorno ni un desorden, sí es motivo para que se acuda a terapia psicológica. Incluso, en algunas ocasiones sí puede derivar en un trastorno como tal, por ello es importante identificar sus principales signos y diagnosticarla a tiempo.

Los síntomas más comunes son:

-Sensación de estar perdido, como sin rumbo.

-Sentirse solo y con vacío existencial.

-Pensamientos constantes acerca del sentido de existencia durante el día.

-Desmotivación en las actividades diarias.

-Altos niveles de ansiedad.

-La persona trata de buscar una respuesta a su malestar emocional, pero no lo consigue.

-El malestar interfiere con la rutina diaria, debido a la dificultad para concentrarse o tomar decisiones.

Malestar emocional

López recuerda que en la etapa más fuerte de la crisis su estado de ánimo se caracterizó por estar triste, con falta de ilusión y desesperanza.

“Una de las principales consecuencias de atravesar esta crisis es el malestar emocional que uno tiene durante dicha etapa. Ese sentimiento es el que lo hace a uno estar incómodo todo el día y lo lleva a estarse cuestionando todas las actividades que se hacen. Además, como no se encuentran respuestas, genera ansiedad. Es un ciclo que, al final, lo desgasta a uno mentalmente”, afirma López.

Entre las principales causas de la crisis de identidad, según Castillo, se encuentra la adolescencia porque es la etapa que la que se busca una nueva identidad para integrarse a la sociedad, apoyándose en los grupos sociales y de iguales, como los amigos y familia. En ese momento se está en una fase intermedia entre la niñez y la adolescencia.

Los ejercicios de meditación ayuda al autoconocimiento porque conectan la mente con la personalidad. Practicarlos ayudará en la crisis. (Foto Prensa Libre: Shutterstock).

Los cambios inesperados, como un divorcio, la pérdida de un ser querido, de un empleo muy deseado o mudarse a otro país sin conocer a muchas personas, también llevan a cuestionarse quién se es realmente en la vida porque los roles a los que se está acostumbrado ya no se ejercen. Por ejemplo, el de una hija cuando sus padres fallecen o cuando una persona deja un cargo laboral.

Además, también puede surgir la crisis cuando la persona no se conoce bien a sí misma y no se tienen los valores personales y los gustos claros, por lo que ante una situación complicada en la que se tenga que tomar decisiones importantes se entrará en el conflicto y malestar emocional.

“Durante esta etapa aprendí que conocerse a sí mismo significa saber cuáles son mis deseos, sueños y metas. Qué cualidades y defectos me caracterizan, y cómo puedo usarlos para lograr lo que quiero”, expresa López.

La autoayuda

Los profesionales coinciden en que si se está pasando por una crisis de identidad es recomendable buscar ayuda psicológica porque superarla por sí mismo es muy difícil. Los especialistas brindan guía y apoyo para lograr la autoconciencia. Además, es vital tener voluntad, paciencia y hacer el esfuerzo de reencontrarse uno mismo.

Percibir la crisis como una oportunidad ayuda a dejar de ver únicamente el lado negativo de la situación, aprovecharla para crecer, desarrollarse y conocerse más a sí mismo y las capacidades que se tienen para afrontar y resolver problemas, conocer nuevas formas de actuar y analizar las actuaciones que se han tenido en la vida, así como determinar si el camino que se ha forjado hasta el momento es el que realmente le brinda felicidad y satisfacción.

Para Barrientos es importante que durante este tiempo se trabaje el autodescubrimiento por medio de ejercicios de introspección. Estos se caracterizan por analizar la personalidad y los pensamientos. Puede lograrse haciendo meditación diaria al menos 20 minutos o mediante ejercicios de respiración para relajar la mente.

La crisis de identidad es una buena oportunidad para retomar aquella actividades que en algún momento se dejaron o las que nunca se han hecho por miedo. . (Foto Prensa Libre: Shutterstock).

Otro ejercicio muy funcional consiste en pararse frente al espejo y hacerse preguntas como ¿conoces a la persona que te está mirando, qué virtudes tiene, cuáles son sus defectos, es buena persona, cuida a los demás? ¿Crees que le han hecho daño en la vida, ha superado ese dolor? Entre otras preguntas para conocer los verdaderos sentimientos que se tienen.

Dicha actividad, poco a poco le ayudará aceptarse de una manera incondicional, reconocer su valentía ante las adversidades y sus potenciales.

Modificar o replantearse objetivos es vital cuando la crisis ha hecho que pierda el rumbo de sus metas. Evalúe si realmente son sus deseos los que está cumpliendo y de no ser así, no tenga miedo de replantearlos nuevamente para comenzar desde cero. Se trata de encontrar motivaciones hacia las actividades que realiza.

“Aceptar los cambios y no juzgarnos hace esta etapa más fácil. También probar nuevas actividades, aquellas que siempre nos  han gustado, pero nunca nos hemos atrevido a hacer. Se trata de hacer una lista con las opciones e ir descartando. Eso hace que nos vayamos conociendo mejor”, explica López.

ESCRITO POR:

Andrea Jumique Castillo

Periodista de Prensa Libre especializada en temas de salud, bienestar y cultura, con 5 años de experiencia.