Como en otras partes del mundo, el viento puede soplar con fuerza sobre los desiertos, levantando polvo y arena en el cielo. Si los vientos en la parte superior de la atmósfera soplan hacia el este, esta inmensa nube de polvo se desplazará hacia el Atlántico, pudiendo llegar hasta América, a más de 10 mil kilómetros de distancia.
Durante la semana pasada, una nube muy densa comenzó a emerger del oeste de África y ha recorrido casi 6 mil kms a través del océano Atlántico hasta el mar Caribe, cubriendo un área tan grande como Brasil o Estados Unidos.
¿Cómo afecta a Guatemala? La nube que está en camino parece ser más densa este año. El patrón de vientos alisios que predomina en esta época del año permite su llegada, es el mismo patrón de vientos que trae las ondas del este al Caribe.
En condiciones generales, éstas partículas de polvo, bloquean la formación de nubes en el mar, lo que hace que baje la probabilidad de formación de tormentas tropicales y ondas del este, incidiendo directamente en tiempo más seco y menos posibilidades de una tormenta tropical o huracán.
A nivel local, el polvo inhibe la convección, que es el proceso de ascenso de la humedad hacia la atmósfera. El polvo parece tener un efecto de “barrera” en el desarrollo de las lluvias de tormenta características de la época lluviosa además de los temporales.
Pueden haber tormentas eléctricas y lluvias más leves, aunque no se trata de una canícula. También se pueden esperar amaneceres y atardeceres rojizos y un ambiente brumoso.
Se han hecho estudios en Puerto Rico y en Cuba sobre cómo afecta la salud y, aunque no hay evidencia contundente, la calidad de aire se puede deteriorar en altas concentraciones lo que causa problemas respiratorios como asma y alergias. También el polvo es arrastrado por la lluvia, lo cual puede contaminar el agua, y se han determinado una relación entre episodios fuertes de polvo de Sáhara con marea roja en el Caribe.
La Organización Panamericana de la Salud recomienda a las personas con enfermedades respiratorias crónicas, adultos mayores, mujeres embarazadas y niños que usen mascarillas o un pañuelo de tela húmedo para cubrir nariz y boca, aunque en estos tiempo de pandemia esto ya es obligatorio.