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La hipótesis que se manejó en un primer momento fue el suicidio, pero sus familiares y activistas han denunciado que eso es imposible y la causa oficial de su muerte aún no se ha hecho pública.
Así, el máximo representante de las fuerzas de seguridad en esa demarcación, el sheriff del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva, prometió este lunes llevar a cabo una investigación “exhaustiva” de la mano del FBI y del fiscal general de California, Xavier Becerra.
“Esta investigación de muerte obviamente es de gran preocupación para la comunidad, no solo de Palmdale, sino de toda la nación. Robert Fuller era un hombre joven en la flor de su vida, y su muerte obviamente es dolorosa para muchas personas”, dijo Villanueva en una rueda de prensa.
Cientos de residentes de Palmdale han participado en vigilias y protestas durante el fin de semana y han asegurado que su muerte fue un linchamiento producto de la tensión que se vive en Estados Unidos por las denuncias de la brutalidad policial contra las minorías raciales, especialmente la negra.
El caso de la muerte de Fuller ha hecho que otro reciente fallecimiento en circunstancias similares de un hombre de color, Malcolm Harsch, de 38 años, volviera a captar atención a nivel estatal y nacional.
Harsch fue hallado el pasado 31 de mayo presuntamente ahorcado con un cable USB de un árbol en Victorville, también en California.
Su familia y algunas organizaciones también han descartado que el hombre afroestadounidense se suicidase, como en el caso de Fuller.
Otros dos sucesos de afrodescendendientes colgados en árboles, en Houston (Texas) y en el barrio de Manhattan, en Nueva York, también han ocurrido en los últimos días, pero no se tiene constancia hasta ahora de que el FBI los esté investigando.
En estos tampoco se conoce la causa oficial de sus muertes, aunque ninguna voz ha descartado el posible suicidio.
Todos estos episodios han ocurrido durante la oleada masiva de protestas por el asesinato el pasado 25 de mayo de George Floyd a manos de un policía de Mineápolis (Minesota, EE.UU.), que ha provocado que varios ayuntamientos del país reduzcan los fondos que otorgan a sus departamentos de policía.
Las manifestaciones, que se encuentran ya en su vigésimo día, han llegado a unas 650 ciudades en los 50 estados del país.