La pérdida de millones de empleos en Estados Unidos, sumado al escaso acceso de los migrantes a los servicios de salud y a la necesidad de estar cerca de sus seres queridos durante esta pandemia, ha comenzado a empujar a cientos de connacionales de vuelta a Guatemala en un fenómeno que analistas lo califican como “migración inversa”.
Aunque no hay una cifra exacta de cuántos guatemaltecos podrían tomar la decisión de retornar al país, sectores apuntan a que quienes lo harán primero son los que tienen poco tiempo de haber migrado, tanto a EE. UU. como a México.
En ese sentido, según estimaciones que la Cancillería guatemalteca hace con base a la atención de sus consulados; en un año, de abril del 2019 a abril de 2020, aumentó en 125 mil 152 el número de connacionales en la Unión Americana y 99 mil 484 en suelo mexicano.
Ingresos sin control
Aunque el Instituto Guatemalteco de Migración reporta de una disminución progresiva desde marzo pasado del retorno de connacionales, estas cifras se limitan a los que han entrado por alguno de los 21 puertos de ingreso.
Sin embargo, desde hace varias semanas se conoce del regreso al país de decenas de guatemaltecos vía terrestre a través de puntos ciegos. El cardenal Álvaro Ramazzinni comentó en una entrevista con Prensa Libre a mediados de abril que camiones y picops sin ningún control traen gente de vuelta desde México e ingresan por aldeas de San Mateo Ixtatán, Huehuetenango.
Medios destacados como el New York Times también cuentan que muchos migrantes, ante la imposibilidad de ganarse la vida en el extranjero, han decidido retornar a sus países, aunque estos se encuentren en medio conflictos políticos o en la ruina económica.
A la pérdida de empleo, se suma la vulnerabilidad que sienten los migrantes de enfermarse en EE. UU., porque en ese país hay más libertades. Y, aunque depende de cada estado, si llegaran a enfermarse les es muy un difícil acceder al sistema público de salud.
Estos son los principales motivos por los cuales los migrantes están planteando migrar de vuelta a sus países, indicó Rosario Martínez, investigadora del programa Migración y Desarrollo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
“Esas condiciones están obligando a los migrantes a un retorno que por eso se llama la migración a la inversa”, agregó la investigadora, para quien, con la pandemia del covid-19 ha ocurrido una “profunda transformación” de la migración.
Martínez indicó que ha tenido la oportunidad de conversar con salvadoreños y nicaragüenses en Guatemala que le han contado que planeaban viajar a EE. UU. pero la pandemia los atrapó en México y por sus propios medios emprendieron el camino de regreso.
Los albergues en este país también han experimentado en el último mes un aumento de migrantes que ahora se dirigen al sur.
Necesitan regresar
La directora del Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales de la Universidad Rafael Landívar, Úrsula Roldán, afirma que la migración inversa es algo que ya ocurre y se está dando, en principio desde México donde muchos guatemaltecos, sobre todo de San Marcos, Huehuetenango y Quiché, han trabajado durante años.
Estos guatemaltecos, asevera Roldán, buscan un “lugar seguro” donde al menos tengan una casa y comida porque “en Estados Unidos y México si se quedan sin empleo los costos de vida son muy altos”. En tal sentido, recuerda que los migrantes suelen vivir en grupos de hasta cuatro en un departamento con el fin de ahorrar recursos.
A eso se añade que los migrantes siente la necesidad netamente humana de querer estar con sus seres queridos en momentos de incertidumbre e inestabilidad emocional, sobre todo cuando la salud o la vida está en riesgo.
Roldán coincidió en lo que han dicho múltiples defensores de derechos humanos, en el sentido de que el presidente de EE. UU., Donald Trump, aprovechó la pandemia para endurecer más las políticas antimigratorias, aunque considera que estas se mantendrán en la medida que la enfermedad deje de ser una amenaza y que la potencia mundial comience su recuperación económica.
Recordó que muchos sectores de la economía estadounidense emplean y necesitan la mano de obra migrante, como en la agricultura, construcción y servicios, por lo cual las acciones de Trump se le pueden revertir cundo se dé cuenta que los migrantes hacen los trabajos que no quieren hacer los ciudadanos de EE. UU.
La analista afirmó que es un buen momento para pensar en la reconfiguración de la economía nacional puesto que habrá que pensar en proyectos de inversión y desarrollo para todas las áreas a donde están retornado los migrantes. También qué se hará para sustituir los ingresos por remesas familiares que solo en marzo cayeron 20% y en los próximos meses podrían irse en picada hasta un 50% menos.
“Si el Estado no tiene la capacidad de proporcionar medios de vida en los territorios puede aumentar la conflictividad social y las actividades ilícitas como el narcotráfico”, advirtió Roldán.
Prefieren regresar
Migrantes en EE. UU. confirman que los guatemaltecos barajan la opción de volver a Guatemala.
“Algunos migrantes están pensando en regresarse voluntariamente en vez de ser detenidos por ICE (Inmigración y Control de Aduanas, en inglés) y sufrir la tortura de estar en centros de detención con coronavirus donde no hay asistencia”, expuso Guillermo Castillo, líder del movimiento Cooperación Migrante.
“Los que acaban de venir no tienen trabajo ni acceso a servicios sociales, algunos andan con grilletes y eso los hace pensar que es mejor irse. Otros tienen ahorros y han hecho sus cosas y piensan ‘mejor vendemos y nos vamos’”, relató.
Sin embargo, otros migrantes creen que esa es una posibilidad que aún está lejos de concretarse o que al menos no se ha escuchado.
“A pesar de los malestares, por ejemplo, acá en California, a los indocumentados les están dando recursos, desde dinero, comida y apoyo con la renta”, aseveró Hugo Mérida, quien vive en Los Ángeles y que preside la Coalición de Guatemaltecos en EE. UU.
El regreso de los guatemaltecos por puntos ciegos inevitablemente hace pensar en los riesgos para la salud.
El Ministerio de Salud Pública respondió que Migración y el Ejército son los entes encargados de referir a los servicios de Salud a alguna persona que haya retornado de manera irregular para que se proceda a implementar los protocolos.
Óscar Chacón, activista de la organización Alianza Américas, no duda en que la situación de los migrantes en EE. UU. es difícil; sin embargo, no cree que sea suficiente como para alentar a que los migrantes se decidan a regresar a sus países porque las condiciones en estos también han empeorado.