La peculiar fusión entre un instrumento tradicional y una música popular llama la atención de la juventud nacional e internacional, que suele llenar los videos con mensajes de felicitaciones hacia las cuatro hermanas. Para algunas personas, los sonidos que produce son relajantes, para otras, estimulantes, pero el punto en común es que parece increíble escuchar una versión en marimba.
Aunque en cuestión de minutos deleitan a su público, han sido años de una trayectoria musical los que las ha llevado a este momento de su carrera como agrupación.
De la mayor a la menor
Cindy (30) es la mayor de las hermanas y recuerda que la música siempre estuvo en su vida. Su padre, Armando Vargas, es marimbista y cuando ella tenía 6 años impartía clases a un niño contemporáneo que se volvió su compañero. “Me empezó a enseñar en la casa, teníamos una marimba pequeña donde solo podían tocar dos personas. Mi primera presentación en público fue en un Día de la Madre en el colegio”, recuerda.
Unos años más tarde, su hermana Kari (26) hizo su debut, también a los 6 años. “Al ver a mi hermana, yo le pedí a mi papá que me enseñara y empezamos a tocar en actividades escolares y reuniones familiares. Mi primera presentación formal fue en el Teatro Nacional”, afirma la segunda de las hermanas.
Por ser la tercera hija, Giselle (23) dice que ya era una tradición integrarse al grupo de hermanas con la marimba. “No era algo extraño, sino algo tan natural como comer. Nunca fue algo desconocido para mí”, comenta. Su madre, Mirta Jordán, estaba de acuerdo en que las niñas tuvieran tal formación musical.
Para Milly, la historia parecía distinta y cuenta que al inicio no quería aprender porque su padre es un maestro estricto. “En casa, como familia, somos unidos. Pero cuando es momento de ensayar, mi papá es muy exigente. No quería que me regañara”, recuerda con humor. Así que inició con canto y pronto le llamó la atención tocar el instrumento. A los 7 años hizo su primera presentación y así se formó la agrupación de “Las hermanitas Vargas Jordán”.
Ahora son conocidas como “V4jor Sisters” y a sus redes sociales suben un video cada semana donde interpretan canciones como The lion King, Break my heart y otras acordes a la época del año, como All I want for Christmas is you. Su contenido es juvenil, en ocasiones se visten similar y hasta decoran su set según la melodía.
Al hacer un repaso de su trayectoria, Cindy concluye que para ella lo más especial ha sido ver cada etapa. “Los primeros años estuve sola, luego llegó Karina y recuerdo que ella usaba un banquito porque no llegaba al teclado. Cuando nos presentamos en el Teatro Nacional, mi mamá estaba en primera fila y mi papá tras bambalinas”.
Una guía en sus vidas
Las hermanas cuentan que su padre fue el primero de su generación en dedicarse a la música y que de parte de la familia de su madre tampoco hay otra referencia en este ámbito. “Fue extraño que nosotras sí saliéramos con esa pasión”, dicen. Y, a pesar de ello, la pareja Vargas Jordán no se imaginó que sus hijas seguirían una carrera musical.
“Mis papás han sido nuestros guías. Siempre nos dieron a escoger, nos ofrecieron opciones y nos brindaron su apoyo. Fue sabio de su parte; nos educaron con paciencia y amor”, añade Cindy.
Las chicas crecieron viendo dos facetas del señor Armando Vargas: un padre y un mentor. “Él es uno de los hombres más cariñosos y atentos del mundo. No conozco a un hombre que sea más cariñoso con sus hijas que él. Como maestro es otra historia, se caracteriza por ser muy exigente, muy disciplinado y le gusta que hagamos las cosas bien, no a medias”, comentan. Y, si con sus alumnos es exigente, las cuatro coinciden en que sus expectativas son mayores para con ellas.
La dinámica de separar lo familiar de lo musical, de ser un padre en casa y un maestro en la marimba, fortaleció la relación padre e hijas. Cindy explica que al momento de realizar un montaje ellas se meten en el papel de aprendices. Cuando conviven de manera íntima, la relación cambia. “La música nos ha acercado y hemos logrado balancear ambas partes”, agrega.
Más allá de la música
Además del contenido musical de cada semana, las hermanas comparten videos donde conviven, juegan y cocinan juntas. La armonía que se aprecia en esos minutos es tan solo un reflejo de la realidad de la familia Vargas Jordán.
“Somos afortunados de ser una familia sólida. Más allá de compartir la música, tenemos un núcleo que nos apoya y sabemos que, a pesar de los obstáculos, lo vamos a lograr porque estamos juntos”, expresa Cindy.
Las cuatro hermanas indican que en algún momento sufrieron acoso escolar, pero tener el apoyo de su familia en esos momentos fue importante. “Debemos valorar, respetar y amar a nuestros más cercanos. Eso es vital para nuestro desarrollo y para lograr nuestras metas, sean cuales sean”, agregan.
En medio de una reflexión en familia, Cindy dice que recibieron de sus padres educación en valores y formación musical, pero también el amor y el respeto por sus allegados. “Lamentablemente se ha ido perdiendo el verdadero significado de la familia”, dice.
Entre hermanas
“La relación de hermanas tan cercanas fue algo que siempre tuvimos” afirma Cindy. Un recuerdo que todavía tiene presente es cuando enfermó de hepatitis, a los diez años, y su hermana Kari prefería acompañarla en cama en vez de jugar.
La música fue también un punto de encuentro para Giselle y Milly, quien cuenta que entre ellas solían pelear y tener algún tipo de rivalidad, hasta que en 2014 viajaron juntas y la relación comenzó a mejorar.
“Fuimos a un festival de música, mi papá iba como director y nosotras debíamos estar por nuestra cuenta. Yo extrañaba a mis hermanas mayores y pensé que mi relación con Giselle iba a empeorar”, dice Milly. Pero fue así como aprendieron a confiar la una en la otra y a apreciar los momentos que pasan juntas. “Cuando estamos separadas nos extrañamos mucho y se siente un gran vacío”, agrega.
https://www.youtube.com/watch?v=qRGm1P9hU0A
Las cuatro hermanas comparten la opinión de que es necesario convivir y tienen tal conexión que, al estar en el escenario, saben cómo se sienten las demás sin necesidad de contarlo. Para ellas, la música ha sido parte vital de su relación.
“Queremos darle una nueva visión a la marimba, mostrar una nueva faceta del instrumento sin dejar al lado lo tradicional. Ofrecemos al mundo una nueva propuesta”.
Buscan trascender
Las V4jor Sisters buscan demostrar que la música es universal, pues interpretan música moderna con el instrumento guatemalteco. “Cuando hicimos un cover de Kpop nos sentíamos nerviosas. El recibimiento que tuvimos fue increíble, ha sido el video con más vistas y más apoyo. Todavía recibimos mensajes de amor y de apoyo”, cuentan.
Con este proyecto desean darle una nueva visión a la marimba, mostrar una nueva faceta sin dejar al lado lo tradicional. “Hemos viajado a festivales culturales del mundo, subido con un traje típico al escenario y tocado música tradicional guatemalteca”, añaden.
Lo que desean es promover la marimba y hacer que las generaciones jóvenes se interesen en el instrumento, que vuelvan a sus raíces a través de una nueva propuesta.