El estudio, que midió distintos aspectos sobre el impacto del covid-19 en Guatemala, refleja una disminución de 16 puntos porcentuales al comparar los estudios de abril y mayo en ese aspecto.
Así, de 83 por ciento que el mes pasado dijo estar “muy de acurdo con la forma como el presidente está manejado la situación del coronavirus” —8 de cada 10—, bajó a 67% en la medición de este mes.
Los niveles de aprobación descendieron en el mismo mes en que la enfermedad comenzó a tener un alza importante en el número de contagios. Por ejemplo al 30 de marzo las cifras oficiales reflejaban un total de 38 casos y una muerte, ya para finales de abril los números ya se habían disparado a 599 casos positivos y 16 decesos.
Al mismo tiempo aumento el número de personas que dijeron estar “algo de acuerdo” y “poco o nada de acuerdo” con el manejo que ha hecho el mandatario de la crisis.
En todos los sectores
La disminución de la popularidad del presidente Giammattei bajó en todos los grupos evaluados, los descensos más marcados se dan en el grupo etario de 15 a 24 años, así como en las personas que pertenecen al nivel socioeconómico alto.
De esa cuenta, mientras en abril la aprobación entre los más jóvenes era de 89% en mayo disminuyo 22 puntos hasta ubicarse en 67%. La popularidad disminuye también el resto de grupos etarios.
En cuanto al nivel socioeconómico, si bien es cierto, en los tres segmentos también se nota la disminución en los niveles de aceptación en cuanto al manejo de la crisis es en el segmento alto donde la caída es más dramática ya que se desploma 28 puntos y pasa de 78% en abril a 50% en mayo.
Los guatemaltecos de los tres niveles socioeconómicos se ha visto afectados por la crisis económica que ha generado el coronavirus. En los niveles medio y popular han cesado a miles de trabajadores de empresas, mientras que los trabajadores de la economía informal tampoco han podido ejercer sus funciones con normalidad.
De hecho, cada día se suman más personas a pedir alimentos o dinero en las calles de la ciudad, mientras expertos creen que la crisis elevará los índices de pobreza y pobreza extrema.
Por aparte, desde el sector socioeconómico alto parece que cada vez están más dispuestos a reabrir la economía en todas sus ramas —incluso los centros comerciales— garantizando todas las medidas de contención para evitar la propagación del virus.
Asimismo, en las calles se evidencia que conforme transcurren los días más personas se aventuran salir a su trabajo, contrario a los primeros días de la pandemia, incluso ya se ven algunas plazas comerciales y pequeños comercios que han abiertos sus puertas.
También disminuye credibilidad
Otro de los aspectos que también fue evaluado por la encuesta de ProDatos fue el de la credibilidad hacia las cifras oficiales, un aspecto que no ha dejado de causar polémica entre la población.
Aunque la disminución en este aspecto no fue tan marcada al comparar los estudios de abril y mayo, resalta que hubo una disminución del 56% al 53% cuando las personas fueron consultadas acerca de que tan creíbles son las cifras oficiales sobre contagios y muertes por coronavirus.
Asimismo, menos gente cree que son “algo creíbles”, mientras que aumentó 5 puntos el número de guatemaltecos que califica las cifras oficiales como “poco o nada creíbles”.
“Es lógico”
Cristhians Castillo, analista político del Instituto de Análisis e Investigación de los Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos, considera que la baja en la popularidad de la forma cómo se ha manejado la crisis es normal debido a que “a medida que avanzan las semanas epidemiológicas se ha incrementado el control de las libertades sociales”, lo cual genera rechazo y críticas.
También calificó de “coherente” que el sector socioeconómico alto sea el más descontento porque empiezan a tener mayor afectación en sus ingresos, por lo cual incluso se evidencian contradicciones con el Gobierno.
Castillo vaticinó que la popularidad va a bajar más en futuras mediciones “sobre todo por las disposiciones de ayer —jueves—que han generado muchísimo más descontento y porque limitan mucho más las libertades”.
El analista político expuso que el descontento con el mandatario de las clases media y baja tiene que ver con que el tiempo pasa y no se implementan los programas de ayuda económica.
El descontento aumentó a pesar de que no hemos llegado a los niveles de confinamiento, por ejemplo, de Wuhan, en China, donde comenzó el brote en el mundo. Ahí los soldados impedían a las persona andar en las calles y se veían videos donde soldaban las entradas a los edificios en la etapa más aguda de la enfermedad.
