En plena carrera contrarreloj para intentar encontrar el tratamiento contra la enfermedad, que ya causó 297 mil 259 muertos en el mundo y más de 4 millones 362 mil 090 casos de contagio según un recuento de la AFP basado en fuentes oficiales, las tensiones internacionales se avivan.
En Francia, el gigante farmacéutico Sanofi suscitó indignación cuando anunció que, si hallaba la vacuna, la distribuiría primero en Estados Unidos, ya que las autoridades de este país invierten en las investigaciones.
Una iniciativa que el gobierno francés consideró “inaceptable” y que tampoco es viable para la Comisión Europea, que abogó este jueves para que el acceso a la vacuna sea “universal”.
“La vacuna contra la covid-19 debería ser un bien público mundial y su acceso debe ser equitativo y universal”, dijo el vocero comunitario Stefan de Keersmaecker, para quien “el virus es un virus mundial”.
Actualmente, existen más de 100 proyectos y se están llevando a cabo una decena de ensayos clínicos.
Pero el camino para encontrar la vacuna será largo, y el buscado remedio podría llegar recién dentro de un año.
Teniendo en cuenta las pruebas que se llevan a cabo actualmente, la existencia de una vacuna en el plazo de un año es una previsión “optimista”, estimó el jueves el Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
Por otra parte, Estados Unidos, el país más afectado del mundo con más de 84 mil muertes, acusó a China de intentar espiar a sus investigadores dedicados a la lucha contra el nuevo coronavirus.
Según Washington, el sector sanitario, pero también el farmacéutico y el científico, son “objetivos” de Pekín que utiliza piratas informáticos, estudiantes o investigadores, para hacerse con sus datos sobre la vacuna, los tratamientos o los nuevos test de diagnóstico.
Ante estas acusaciones, China mostró su “firme oposición a tales calumnias”, declaró el jueves el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el nuevo coronavirus podría quedarse para siempre y convertirse en una enfermedad con la que la humanidad tendrá que aprender a convivir.
“Este virus puede volverse endémico en nuestras comunidades, puede que nunca desaparezca”, incluso en caso de que se descubra una vacuna, declaró Michael Ryan, director de emergencias sanitarias de la institución.
Reapertura de las playas en Los Ángeles
Mientras las científicos trabajan a contrarreloj para encontrar el tratamiento, los gobiernos tienen que imponer medidas para frenar la propagación al mismo tiempo que intentan reactivar sus economías paralizadas.
Para ello, muchos países siguen avanzando en el desconfinamiento gradual de sus poblaciones.
El jueves, Japón anunció que levantaba el estado de emergencia en la mayoría de regiones del archipiélago, aunque se mantenía en las aglomeraciones de Tokio y Osaka.
“Tenemos confirmación de que el número de nuevos casos ha retrocedido hasta los niveles de mediados de marzo, cuando las infecciones empezaron a propagarse”, declaró el ministro de Economía, Yasutoshi Nishimura.
En Europa, donde la pandemia se está cebando con más de 161.000 muertos, la mayoría de los países iniciaron una desescalada del confinamiento.
En Reino Unido, el segundo país más golpeado en el mundo con más de 33.000 decesos, redujo las restricciones en Inglaterra, donde se puede de nuevo ir a trabajar.
El campeonato de fútbol en Alemania se reanudará a puerta cerrada este sábado, y podría ser que los británicos, españoles e italianos hiciera lo mismo próximamente.
Respecto a las fronteras, la Comisión Europea ha pedido una reapertura “concertada” y “no discriminatoria” dentro de la UE para evitar el hundimiento del sector turístico, que representa el 10% del PIB y el 12% de los empleos del bloque.
En Rusia, que con 252.245 casos es el segundo país en el mundo en número de personas contagiadas, el presidente Vladimir Putin, cuyo portavoz y primer ministro están hospitalizados, inició el desconfinamiento, en función de la situación sanitaria de cada región. Moscú, sin embargo, seguirá confinada hasta el 31 de mayo.
En Estados Unidos, las playas de Los Ángeles, cerradas durante seis semanas, han reabierto sin que la gente pueda poner su toalla o jugar un partido de voleibol.
Aumento de contagios en Chile
En otros lugares, en cambio, donde la covid-19 va ganando terreno, especialmente en América Latina, se multiplican las medidas para luchar contra el virus.
Las autoridades chilenas decretaron el miércoles una cuarentena obligatoria en todo Santiago tras un aumento en 60% de nuevos casos de coronavirus en las últimas 24 horas en el país, que suman 34.381 infectados desde marzo.
En Brasil, el país más golpeado por la pandemia en la región, en las últimas 24 horas se contabilizaron 749 nuevos muertos, llevando el balance total a 13.149 decesos. Con más de 11.000 infectados en un día, el gigante latinoamericano contabiliza 188.974 casos.
Villa 31, un barrio marginal en el corazón de Buenos Aires donde se hacinan más de 40.000 personas, se ha convertido en pocos días en el área de Argentina donde los casos de coronavirus crecen a más velocidad. A pesar de eso, decenas de personas pasean por las calles de la barriada como si no pasara nada.
En África, la pandemia no ha hecho tantos estragos como se temía y oficialmente ha dejado menos de 2.500 muertos. Pero hay cada vez más indicios de que esta cifra es muy inferior a la real.
El aumento significativo de muertes inexplicables en el norte de Nigeria, el país más poblado de África, aumenta los temores ante una gran propagación del coronavirus en esta región, una de las más pobres del mundo.
En el plano económico, la pandemia ha paralizado las economías de numerosos países, que están al borde de la recesión, y decenas de millones de personas perdieron su trabajo.
En Australia, casi 600 mil personas se quedaron sin empleo en abril debido al confinamiento, la cifra más elevada desde hace más de cuatro décadas.
Muchas de estas personas que han visto de un día para otro evaporarse sus ingresos, han tenido que recurrir a la ayuda alimentaria.
En Italia, el primer epicentro de la pandemia en Europa y que ya suma más de 30.000 fallecidos, el frenazo económico está dejando muchos “nuevos pobres”.
Es el caso de “Ana”, una mujer de Roma que trabajaba en la limpieza y tras perder sus ingresos cruza toda la ciudad en busca de un paquete de alimentos distribuido por una asociación caritativa.
“Vengo aquí de vez en cuando, cuando la situación se vuelve difícil. Es que me da vergüenza”, murmura esta mujer.