Sergio Recinos, presidente del Banco de Guatemala (Banguat) y de la Junta Monetaria explicó que la pandemia tendrá implicaciones en la economía en todas las actividades, tanto por el lado de la demanda por las medidas de contención, aislamiento social y el toque de queda.
Así también, por el lado de la oferta debido a los cierres de las actividades, los comercios, los restaurantes, los hoteles y los aeropuertos, provocan que las empresas ya no produzcan, sobre todo aquellas que no son esenciales y han parado su producción son las que provocan un choque de oferta en la economía.
Según analistas consultados las diferentes actividades económicas reaccionaron diferente, y unas fueron impactadas de manera negativa en mayor o menor escala, incluso, hasta el punto de la paralización total.
Sin embargo, deben ser analizadas desde todos los ángulos posibles, porque algunas dependen de otras actividades y el efecto es cruzado.
Operación en diferentes escalas
En opinión de David Casasola, investigador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) las actividades esenciales se mantendrán activas porque atienen una demanda de necesidades básicas de las personas, que a pesar del confinamiento necesitan consumir, como alimentos, productos de higiene, entre otros.
Por otro lado, hay algunas actividades intermedias que siguen operando, pero no en su máxima capacidad por diferentes razones, como el tema de transporte, restricciones de horarios, o porque a nivel internacional no hay demanda. Por ejemplo, las que dependen de las materias primas que están bajas y pierden rentabilidad.
Por último, están aquellas industrias que están paralizadas porque para su consumo se requiere una aglomeración de personas como turismo, centros comerciales, cines, restaurantes, deportes, que necesitan el contacto con personas.
Casasola analizó que el efecto del covid-19 tendrá un mayor impacto en la economía y la magnitud dependerá del tiempo que dure el aislamiento, las medidas de restricción, y la apertura parcial, que se vislumbra ante una falta de ingresos.
“Es todo un círculo, con la caída de ingresos habrá menor demanda de algunos bienes que tienen que ver con insumos más planificados, como aparatos electrónicos, casas y autos, que pasarán a un segundo plano, porque hay una reconfiguración de prioridades”, afirmó Casasola.
El economista planteó que la medición en Guatemala se hace con rezago y será hasta finales de abril que se podrán analizar los efectos de marzo, y luego en mayo se podrá observar de manera más completa el impacto.
“Hay una parte que aporta menos al PIB pero genera mayor ocupación, y es el sector informal, pero que no se puede mapear porque son personas que proveen a productores y tendrán un impacto fuerte por la falta de movilidad y las restricciones”, resaltó Casasola.
Industria se “reprogramó y acomodó”
El impacto a la industria ha sido variable, refirió Javier Zepeda, director ejecutivo de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG). Los sectores de servicios y productos esenciales han aumentado su producción como en algunos productos básicos de alimentos, así como los de higiene personal, jabón, desinfectantes y alcohol.
Sin embargo, hay otras industrias que, aunque sigan operando, hay baja demanda por lo que debieron reducir sus líneas de producción. Eso sucedió a sectores como helados, comentó.
Hay otros que han debido de reprogramar sus horarios de producción para cumplir con las restricciones de distanciamientos social, como ubicación de menos personal por cada turno y cumplir con los horarios del toque de queda para que los trabajadores lleguen a tiempo a su hogar.
Impacto cruzado
Para Jorge Benavides, investigador asociado de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), los niveles de operación de las diferentes industrias genera tres lecturas:
La primera que cada una de las actividades económicas descritas tienen en sí mismas un elemento de comercialización y un elemento de dependencia con otros negocios.
“Es necesario evaluar los impactos cruzados, dado que, aunque una actividad económica no esté operando para atender a su cliente, es posible que necesite operar para proveer insumos a otras actividades, y de no hacerlo, podría haber un efecto “contagio” entre las actividades económicas”, planteó Benavides.
La segunda lectura es, que, aunque Guatemala no ha tenido restricciones diferenciadas más allá de las actividades económicas que dependen de aglomeraciones en espacios públicos, existen actividades económicas que por su rápida adaptación a la tecnología disponible han podido suplir sus mecanismos tradicionales de ventas y atención a clientes a través de plataformas virtuales o semipresenciales.
“Esta práctica, aunque ha representado un alto costo financiero y un período de adaptación, puede ser una oportunidad de incrementar la rentabilidad de sus operaciones. Aun así, habrá que evaluar en la contratación de personal”, expresó el profesional.
Y la tercera lectura, es que definitivamente habrá ganadores y perdedores. No obstante, pareciera que en este caso los perdedores son negocios que apuntalaban el crecimiento del país, como es turismo, servicios, comercio y construcción.
El mantener el cierre de estas actividades sin un horizonte claro sobre la expectativa de cuándo abrir o qué apoyo recibir por parte del Estado, puede llevar al cierre de negocios que por sí mismos eran solventes y rentables, pero que este efecto exógeno ha venido a vulnerar la capacidad que tienen de dinamizar la economía del país, enfatizó el investigador de Fundesa.
Reacción por sector
Christian Nolck Rodríguez, presidente de la Asociación Guatemalteca de Instituciones de Seguros (Agis) dijo que ese sector es uno de los no restringidos para operar.
De Agis son 16 grupos de aseguradoras que laboran con porcentaje alto en teletrabajo, pero hay cargos como ajustadores o personas de servicio al cliente para pagos que requieren su presencia.
Sin embargo, comentó que la demanda de servicios médicos bajó ya que la mayor parte de las personas ha preferido quedarse en sus casas y evitar cualquier riesgo de contagio por lo que ha pospuesto tratamientos médicos no urgentes.
Por otro lado, Diana Brown, presidenta de la Asociación de Colegio Privados dijo que existen alrededor de 4 mil 500 colegios privados en el país, de los cuales el 100% están trabajando a distancia, algunos con más acceso con plataformas virtuales, y otros adecuándose a sus capacidades.
Explicó que de las cuotas que ingresan a los educativos privados, el 70% se destina a salarios, el resto a mantenimiento y otros costos fijos como internet, energía, agua, entre otros.
Indicó que ha sido un reto este período, pero ya tienen conocimientos de padres de familia que han perdido su trabajo o les bajado sus ingresos y eso puede generar un problema de cobro por cuotas.
Con la Asociación se han acercado a varios bancos para buscar acceso a créditos, también se les recomendó a las autoridades de los establecimientos a que puedan acudir al CHN, agregó.
Hermann Girón, presidente de la Cámara de Finanzas, indicó que las entidades bancarias y financieras están laborando, ya que el sector es una de las actividades no restringidas para operar.
Menciona que han adecuado sus servicios no solo a los horarios atención por toque de queda, sino que agilizaron procesos para brindar servicios en línea.
Agregó que es importante para el sector que la decisión del mandatario de reducir el horario de toque de queda lo cual permite que los ciudadanos tengan horarios disponibles para atender sus trámites bancarios y otras transacciones que son presenciales.