Salud y Familia

#QuédateEnCasaGT: 10 ideas para entretener a los niños y divertirse en familia

Las vivencias más simples gustan a los niños. Encuentre aquí juegos para pasar una tarde entretenida.

Estar una o dos semanas durante todo el día con los niños es algo que conocen los padres en la época de vacaciones. Pero la situación es distinta ahora.

Cuanto más tiempo permanecen cerrados los centros educativos debido al aislamiento que demanda el coronavirus, más se ve desafiada la creatividad.

Pero no hay que volverse loco. De acuerdo con los pedagogos, las vivencias más simples pueden ser divertidas para los chicos. Aquí presentamos algunas ideas para entretenerlos:

Un túnel de rollos de cartón

La mayoría de la gente tiene actualmente bastante papel higiénico en casa. Por eso, una buena alternativa es hacer túneles para jugar con cincos (canicas) y los rollos de cartón que quedan después de usar el rollo de papel higiénico o papel de cocina.

Para poder observar el recorrido de los cincos, se pueden cortar algunos de los rollos por la mitad o recortar pequeñas ventanitas.

Los rollos se pegan luego con cinta adhesiva en forma de zigzag o serpiente en una puerta o pared, de modo que el cinco vaya encontrando su camino de rollo a rollo.

Los tubos que fueron cortados a la mitad se pueden pegar de uno de los lados a la pared, de modo que la canica no se caiga.

Olimpiada hogareña

La olimpíada hogareña es ideal para que los niños gasten energías aunque se encuentren dentro de casa. Cualquier cuarto de la vivienda puede convertirse en una pequeña sala de entrenamiento o ser usado para algún tipo de juego.

Una propuesta puede ser, por ejemplo, vendar los ojos de los niños y hacerlos adivinar en el lavatrastos de la cocina si su plato ya ha sido lavado.

Los padres también pueden esconder papelitos con distintos números y tareas. En un punto central de la casa se van tirando los dados. El jugador debe encontrar el número que salió y realizar la tarea correspondiente.

Por ejemplo: dar diez saltos, correr cinco veces en círculos, cantar una canción, escribir el propio nombre en una hoja de papel con los ojos cerrados, ordenar cinco cosas, contar un chiste o inventar un nuevo nombre para el plato de comida preferido.

Descubrir animales e insectos

Si se tiene un jardín, se puede jugar con los niños a descubrir qué camina y vuela alrededor, desde mariposas y lombrices a pájaros. Muchos de estos animales e insectos también se pueden fotografiar.

Si no tiene jardín, es posible jugar en casa. Siempre hay alguna arañita pequeña en una esquina o un pequeño escarabajo encima de los muebles.

Entre el sótano de casa, el balcón y las escaleras puede esconderse un pequeño mundo a descubrir por los más pequeños. Otra propuesta es que luego dibujen lo que encontraron.

Inventar un idioma

Los niños pueden ser estimulados de distintas formas. Se les pueden proponer consignas para pintar objetos, pero también se los puede incentivar para que inventen un idioma. Por ejemplo: “¿Cómo piensas que podría ser el idioma de los árboles?”. Esto puede llevar a que el niño imagine todo un lenguaje completamente distinto.

Jugar al correo

Si hay que cuidar de varios niños, se puede construir una estación de correos. Esto genera movimiento y comunicación. Los niños pueden armar un teléfono clásico de latas con una cuerda y dos envases o crear sellos dibujados a mano.

Luego, en un juego de roles, se reparten los papeles: uno trabaja en la estación de correo, otro escribe cartas y otro las reparte. Los padres también pueden participar.

Hacer manualidades

Otra opción es preparar pequeños regalos, como bolsitas de lavanda para la ropa. O hacer pequeñas bolitas de semillas para plantar. Para ello hay que mezclar las semillas de flores con cinco partes de tierra y dos partes de arena para gatos. Si hace falta, añadir un poco de agua.

Formar bolas pequeñas como si se tratara de albóndigas y dejarlas secar al sol. Guardarlas en un lugar fresco y seco. Una vez secas, se conservan entre uno y dos años.

El juego de la cámara

Un juego ideal para estar al aire libre, pero que también se puede adaptar a las cuatro paredes de la casa. Primero hay que mostrar una imagen al niño. Luego, éste debe cerrar los ojos y es llevado a un sitio bonito. Cuando se le aprieta suavemente el lóbulo de la oreja, debe abrir los ojos y pintar lo que recuerda de esa imagen.

Hacer conejos de Pascuas con medias

Debido a que se acerca la Pascua, es el momento ideal para fabricar conejitos con calcetines viejos.  Esta tradición no es tan conocida en el país, pero igual puede funcionar y aprenderá algo nuevo. Para ello sólo se necesita aguja, hilo y calcetines que hayan perdido su par.

Primero, rellenar el calcetín hasta en dos terceras partes con arroz o alpiste y cerrarlo con hilo. Cortar a la mitad la tela sobrante que queda arriba y darle una forma redondeada para imitar las orejas del conejo.

Atar la parte superior del calcetín relleno para formar una cabeza. Pegarle ojitos de plástico o dibujarlos con un marcador de fibra para telas.

Fabricar carritos con envases

Con viejos cartones de leche, maderitas y tapas de frascos se pueden fabricar carritos de juguete muy divertidos. Sólo hay que pinchar con un alambre grueso el cartón, atravesar una maderita o un marcador viejo y colocar las tapitas a los dos lados para que ruede.

Personalizar juegos tradicionales

Los juegos clásicos como la memoria se pueden personalizar. Para ello solo hay que elegir fotos de la familia, amigos o mascotas y colocarlas boca abajo sobre la mesa. Un desafío puede ser, por ejemplo, encontrar aquellas dos imágenes que, aunque no sean iguales, retraten a las mismas personas.

Para los niños de más edad, puede ser mucho más interesante jugar con fotos que con las clásicas fichas del juego para niños.

Por otra parte, los niños a los que les gusta dibujar pueden pintar incluso en un cartón sus propias versiones de los juegos favoritos.

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