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Coronavirus: el asesinato de una niña de 13 años en su casa que demuestra que la violencia contra las mujeres en México no se detiene ni en cuarentena

Ni siquiera la cuarentena da un respiro a la violencia contra las mujeres en México.

La familia de Anapaola pidió no compartir imágenes de la niña y que fuera recordada "por la forma en que vivió". (Foto Prensa Libre: Twitter)

La familia de Anapaola pidió no compartir imágenes de la niña y que fuera recordada "por la forma en que vivió". (Foto Prensa Libre: Twitter)

Ana Paola, una niña de 13 años, fue asesinada el viernes en su casa en la ciudad fronteriza de Nogales mientras seguía la recomendación del gobierno de no salir del hogar para evitar contagios de coronavirus.

El caso provocó la indignación de gran parte de la población, que mostró en redes sociales su incredulidad porque un caso tan brutal se hubiera registrado incluso en plena contingencia por el covid-19 y en la propia casa de la menor.

De hecho, el hashtag #JusticiaParaAnaPaola fue uno de los más usados durante todo el fin de semana en México, un país en el que 10 mujeres son asesinadas cada día. Y según la Red por los Derechos de la Infancia, al menos tres de estas víctimas diarias son menores de edad.

Organizaciones sociales insisten en que ya alertaron desde el inicio de la pandemia de los riesgos que esta crisis y el confinamiento en casa podría suponer para mujeres y niñas.

¿Qué ocurrió?

En la tarde del 3 de abril, Anapaola (como a ella le gustaba escribir su nombre) se encontraba sola en su casa de Nogales, en el estado de Sonora.

Fuentes de la familia confirmaron a BBC Mundo que su madre había salido unos minutos para hacer compras en el supermercado y surtir la despensa en estos días de aislamiento frente al coronavirus.

Durante su ausencia, alguien entró y asesinó a Anapaola.

La Fiscalía General de Justicia de Sonora explicó que el padre de Anapaola se comunicó con la madre -de la que está divorciado- para decirle que no conseguía localizar a la niña.

Tras recibir la llamada, ella regresó de inmediato a la casa, a donde ya habían llegado agentes de la policía.

En un comunicado, la Fiscalía informó que Ana Paola fue hallada sin vida en una de las recámaras de la casa “con signos de violencia en el rostro, al parecer por golpes”.

“Entraron a robar la casa de mi prima en Nogales. Violaron y mataron a mi sobrina de 13 años. Cualquier reflexión sobre solidaridad, ciudadanía y economía está de más. Hoy México, gobierno y mundo, no cuentan conmigo”, escribió en Twitter un primo de la madre de la niña.

El cadáver fue trasladado a las instalaciones de Medicina Legal para determinar las causas de la muerte, mientras la Fiscalía aseguró que ya inició la investigación de este caso que será tratado como feminicidio para hallar a los responsables.

En cuanto se dio a conocer lo sucedido, las redes se llenaron de mensajes de condena al asesinato y de solidaridad hacia la familia.

 

 

En sus redes sociales, la madre de Anapaola agradeció las muestras de cariño recibidas.

“No hay palabras para explicar mi sentimiento. Solo agradecer que mi niña vivió y brilló 13 años en la tierra y a partir de hoy brillará en el cielo bailando eternamente”, dijo en referencia a la afición de su hija al baile.

“Tenemos confianza en que las autoridades lograrán esclarecer los hechos. Claro que no quitamos el dedo del renglón: queremos justicia”, dijo un tío de Anapaola al sitio web Proyecto Puente.

Feminicidios en la pandemia

Este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que su gobierno seguirá atendiendo y actuando ante los feminicidios como “una preocupación permanente, diaria, seria”, también durante la contingencia.

Preguntado por periodistas sobre si estos casos deberían tener mayor peso en el plan de seguridad en el marco de la pandemia, el mandatario respondió:

“No, todo, todo, todo. Tenemos que tener un ojo al gato y otro al garabato (estar atento a las dos cuestiones).

Lo cierto es que organismos como la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México, que exigió que las medidas sanitarias no obstaculicen que se haga justicia en el caso de Anapaola, ya alertaron tiempo atrás de cómo el aislamiento durante esta pandemia podría incrementar la violencia feminicida.

 

Lucía Lagunes, directora de la organización Comunicación e Información de la Mujer, A.C (CIMAC), critica que no se conozca cuál es el protocolo que seguirán las autoridades cuando las mujeres que sufran violencia en su hogar durante esta contingencia contacten a los servicios de emergencia.

Y esto, en un escenario en el que “en Ciudad de México se ha hablado incluso que ha habido un incremento del 70% en las llamadas de auxilio de mujeres que están viviendo violencia en estos momentos de confinamiento”, le dice a BBC Mundo.

La familia de Anapaola insiste en que la pequeña sea recordada no por la forma en que se fue, sino por la forma en que vivió: una buena estudiante, amiga y prometedora bailarina, tal y como la describieron sus conocidos en redes sociales.

De lo que no cabe duda es de que será recordada también como la víctima de feminicidio en México que logró conmocionar con su caso a millones de mexicanos que hasta entonces centraban su atención en la crisis por el coronavirus.

Esa misma pandemia, de hecho, fue la que no permitió convocar manifestaciones de repulsa en las calles y llevó a colectivos sociales a pedir que se colocaran mensajes en ventanas y puertas para protestar por el asesinato de Anapaola sin romper las medidas de la emergencia sanitaria.