Cientos de hombres, desde muy temprano tocan las puertas y timbres de viviendas, condominios y empresas para cargar con todo lo en esos lugares se considera inservible. Mantener la salubridad de esas áreas es prioridad, por tal motivo ese oficio, reservado actualmente solo para hombres, es considerado imprescindible.
La restricción a la libre movilidad ordenada por el presidente Alejandro Giammattei desde el pasado domingo, vino a modificar la forma de trabajo de estas, personas.
“Para empezar”, dice Víctor, “tenemos que correr porque el botadero de la zona 3 lo cierran a las 2 de la tarde porque todos tienen que estar ya en sus casas a las 4”.
Sin embargo, lo que más les ha afectado, asegura este recolector de 25 años, es que con las restricciones por la pandemia del covid-19, varias recicladoras decidieron cerrar sus negocios hasta nuevo aviso, por lo cual no han podido vender todos los materiales que juntan y que se han convertido en una importante fuente de ingresos que, por el momento, han dejado de percibir.
Con Q600 a la semana, el sueldo que gana un recolector, familias como la de Víctor también dependen del reciclaje para completar lo necesario para su presupuesto. Por lo menos reciben otra cantidad de dinero similar, afirma.
Emergencia
Aparte de recoger la basura más de prisa, Víctor asegura que la emergencia por el coronavirus poco ha cambiado la dinámica de trabajo. Aunque tratan de lavarse las manos cada vez que pueden y usar mascarilla, siempre será una tarea delicada.
“Igual, riesgos siempre hay”, dice Victor, mientras espera en el camión que el resto de sus compañeros, siete en total, regresen con las bolsas negras y costales repletos de basura.
Solo el jueves, dos camiones debían recoger los desechos de unas tres mil viviendas en la colonia Primero de Julio, zona 5 de Mixco. El viernes es el día más agitado de la semana porque se suman inmuebles y fábricas de la colonia La Florida y otras de la zona 2 capitalina.
“El chance -trabajo- lo hacemos con normalidad, por la enfermedad tratamos de usar tapaboca, tal vez lavarnos las manos cada cierto tiempo, de ahí todo igual porque como te digo si uno no trabaja no tiene para los frijoles”, asevera Victor, que lleva 5 años de dedicarse a ese oficio.
Riesgos
Los recolectores seguirán enfrentándose a los mismos riesgos de siempre.
Esteban Zacarías, tiene 19 años y apenas unos meses de haber comenzado con el trabajo. Asegura que llegó desde San Marcos y trabajó un tiempo en una maquila, pero que a fin de año le dijeron que cerraría operaciones.
De esa cuenta un amigo le contó que podía trabajar de recolector y aceptó. Contó como dentro de la basura ha encontrado cuchillos, vidrios rotos, vasos de cristal y otras herramientas cortantes que los ponen en riesgo de sufrir una herida. “Saber por qué hace eso la gente, tal vez piensa que nosotros no somos personas”, reprocha.
Con la emergencia del covid-19, han caído en la cuenta de que en los desechos de las viviendas las personas también lanzan cualquier insumo quirúrgico, por ejemplo, se han encontrado con jeringas, frascos de medicina y ahora mascarillas usadas, lo cual no los deja de asustar.
“La gente tira vasos rotos y varios se han cortado las manos, y ahora con esto del coronavirus se encuentran mascarillas usadas y solo las tiran así sin mayor precaución”, dice Eliseo Pérez, recolector de 62 años y que lleva 30 de dedicarse al oficio.
Al igual que el resto de sus compañeros, Eliseo se queja de las restricciones del horario que los hace correr más y de que muchas veces ni siquiera hayan parqueo para dejar los camiones en lo que ellos recogen la basura y agentes de tránsito “siempre andan amenazando con poner multas”.
Al pensar en esto y en que la gente no se preocupa por depositar la basura con precaución, Eliseo cree que la labor que realizan no es justamente valorada. “Nuestro trabajo es muy necesario, imagínese que pasaría si la gente acumulara la basura en su casa, se engusanaría y se hediera todo. Eso sería dañino para todos”, reflexiona.
Eliseo andaba sin mascarilla y sonríe cuando se le consulta por qué no la carga puesta, como la mayoría de sus compañeros. “El único temor que tengo es a Dios, no a la enfermedad, porque eso es cosa de él”, asegura.
Números
La Municipalidad de Guatemala indicó que no tiene un número específico de recolectores de basura que trabajan en la ciudad, sin embargo, da cuenta de que cada día ingresan al vertedero 550 camiones, cada uno, según los propios recolectores lleva de cinco a siete trabajadores.
Del total de camiones 283 provienen de otros 14 municipios aparte de la capital, 13 del departamento de Guatemala más San Lucas Sacatepéquez.
En total vierten tres mil 200 toneladas métricas de desechos.