La Agencia de Exploración Aeroespacial del Japón (JAXA, por sus siglas en inglés) nació el 1 de octubre de 2003 luego de la fusión de tres entidades: El Instituto de Ciencia Espacial y Astronáutica (ISAS), el Laboratorio Nacional Aeroespacial de Japón (NAL) y la Agencia Nacional de Desarrollo Espacial de Japón (NASDA).
JAXA se encarga de la investigación, desarrollo y lanzamiento de satélites, además de participar en misiones avanzadas como la exploración de asteroides y la posible exploración humana de la Luna.
Fue esta agencia la que en septiembre de 2017 eligió, junto a la Oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre (UNOOSA, por sus siglas en inglés), la propuesta de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) como la ganadora a nivel mundial en la segunda ronda del programa KiboCube para lanzar al espacio el primer satélite guatemalteco.
El programa KiboCube es una colaboración entre la UNOOSA y JAXA que busca proveer a las instituciones educativas de los países en vías de desarrollo la oportunidad de lanzar, desde el módulo japonés de investigación “Kibo” -que significa “Esperanza” en japonés- en la Estación Espacial Internacional, satélites CubeSat.
Los CubeSat son nanosatélites programados para realizar una misión específica. Han sido desarrollados desde hace varios años, varios de ellos como proyectos estudiantiles para aprender el proceso de desarrollo de tecnología aeroespacial.
Según cuenta Masayuki Goto a Prensa Libre, ingeniero senior asociado de JAXA, y la persona que más conoce sobre el desarrollo del Quetzal-1, la agencia se ha encargado de dar soporte técnico y revisiones de seguridad al proyecto guatemalteco previo al lanzamiento del satélite módulo de investigación Kibo.
¿Por qué elegir a Guatemala?
Luego de ser puesto en órbita, en abril próximo, el Quetzal-1 transmitirá y recibirá información desde la Estación de Control en Tierra instalada en la UVG. Su misión es probar un sensor óptico para capturar imágenes en diferentes longitudes de onda, y así detectar clorofila en cuerpos de agua. A través de los datos que sean recabados, se podrá calcular la concentración de cianobacteria en ellos y así contribuir a resolver los problemas que afectan al lago de Atitlán.
Masayuki Goto asegura que esa fue la razón que hizo que la UNOOSA y Jaxa eligieran el proyecto.
“Creemos que el proyecto del Quetzal-1 tendrá gran impacto en muchas personas. Esperamos que los estudiantes y la gente pueda asombrarse con el programa y se interese en la exploración espacial. Que los más jóvenes se interesen en esto en el futuro”, dice Goto
El especialista de Jaxa afirma que la agencia contribuye en capacitar a muchas naciones que no tienen un programa ni tecnología enfocada al espacio.
“CubeSat es un programa de satélites muy pequeño, pero las naciones que se han sumado al programa, después de, tienen más posibilidades de desarrollarse en el campo de la exploración espacial. Estos programas son una buena oportunidad para solucionar muchos problemas en sus países.”, agrega.
El primer gran paso
Goto espera que el proyecto del primer satélite guatemalteco sea la puerta para un avance en el desarrollo de la exploración espacial no solo en el país sino en la región.
“Quetzal-1, el programa guatemalteco, es un primer paso para la exploración espacial en Guatemala. Deseamos que se continúe con el programa espacial después de Quetzal-1. Esperamos ayudarles con el desarrollo de productos en el espacio y que esta experiencia se pueda expandir a programas de América Latina”, concluye.