“Con tristeza (…) la corte del sultanato está de luto (…) nuestro sultán Qabus bin Said (…) fue llamado por Dios este viernes”, informó la agencia oficial de prensa omaní.
Qabus era el monarca árabe con más tiempo en el poder, y este año cumpliría 50 años en el trono omaní.
En 2019 el sultán había sido hospitalizado varias veces en Alemania, y el pasado 31 de diciembre el palacio real había informado que el estado de salud de Qabus era “estable” pero sin lograr detener los rumores sobre la gravedad.
Fuentes diplomáticas en Mascate sugieren que el monarca sufría de un cáncer de colon.
El deceso de Qabus abre un enorme interrogante sobre su sucesión, ya que el sultán no tuvo hijos y ni hermanos.
De acuerdo con la constitución de Omán, la familia real deberá determinar el sucesor al trono en un plazo de tres días.
La persona escogida deberá pertenecer a la familia real, y ser “musulmán, maduro, racional e hijo legítimo de padres musulmanes omaníes”.
Observadores locales indican que por lo menos 80 integrantes de la familia de Qabus tienen ese perfil, pero el favorito es Asad bin Tariq, de 65 años, quien en 2017 fue designado por el sultán como viceministro de Relaciones Exteriores y asuntos de Cooperación.
Ese nombramiento había sido visto como un mensaje del sultán sobre sus preferencias relativas a la sucesión en el trono.
Hábil negociador
Nacido en 1940, Qabus llegó al poder en 1970, cuando encabezó un golpe de estado contra su propio padre, el sultán ultraconservador Said bin Taimur, y buscó transformar el sultanato, que hasta ese momento estaba completamente cerrado al mundo y sometido a un rígido control religioso.
Octavo soberano de la dinastía Al Said, el nuevo sultán cambió el antiguo nombre de “Omán y Mascate” para unificarlo en el de “Sultanato de Omán”, en una tentativa de superar la antigua división del país.
En las últimas décadas, Qabus se proyectó como un hábil negociador en la región, al punto de haber facilitado diálogos por los acuerdos multinacionales por el programa nuclear de Irán y al mismo tiempo mantener su pertenencia al Consejo de Cooperación del Golfo, de fuerte influencia saudita.
Al frente de un país vecino de Araba Saudita y separado de Irán por el Golfo Pérsico, Qabus se esforzó en llevar adelante una diplomacia abierta.
Así, mantuvo relaciones cordiales con esos dos vecinos al tiempo que recibió visitas de dos primeros minitros de Israel (Yitzhak Rabin en 1994, y Benjamin Netanyahu en 2018).
Se tornó en una rara monarquía petrolera con diálogo fluido tanto con países occidentales como con Irán, y Qabus era considerado un interlocutor para obtener liberación de prisioneros en el sangriento conflicto del también vecino Yemen.
Aunque el sultán acumulaba también los cargos de jefe del gobierno, ministro de Relaciones Exteriores, Defensa y Finanzas, en 2003 impulsó la conformación de un consejo consultivo en elecciones de sufragio universal, del que participaron las mujeres.
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