CON NOMBRE PROPIO

Mentir para la cumbre

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El diario oficial de ayer informaba que nuestro presidente, en el marco de la XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará en Antigua Guatemala (15 y 16 de noviembre), inauguró el lunes el I Foro Iberoamericano de Mecanismos de Implementación para la Agenda 2030 y dijo: “Desde 2014, nuestro país adoptó una agenda de mediano plazo que busca mejorar los indicadores de desarrollo humano de nuestra sociedad y fue así como pusimos en marcha nuestro primer plan nacional de desarrollo denominado K´atun Nuestra Guatemala 2032”, y la  misma nota  resalta que “Explicó el gobernante que la agenda K´atun Nuestra Guatemala 2032 está centrada en cinco ejes: lucha contra la corrupción, salud, seguridad, educación y desarrollo”.

Si algo ha tenido este gobierno es olvidar el mediano y largo plazo. La coyuntura y deslegitimar al Ministerio Público, Corte de Constitucionalidad, Organismo Judicial, procurador de Derechos Humanos, Cicig, al propio secretario general de Naciones Unidas y, ahora, al TSE son sus únicas agendas. Forjar alianzas legislativas para proteger intereses particulares y evitar investigaciones comprometedoras en la Municipalidad de Guatemala es parte de la dinámica oficial, basta recordar que el Municipio (como ente jurídico) protegía y ayudaba a Byron Lima, condenado por haber participado en el asesinato de Mons. Juan José Gerardi y señalado, hasta por el Partido Patriota, de haber sido capo del sistema penitenciario. Hoy esa agenda es el compromiso desde la presidencia del Congreso.

Cinco ejes “impulsan” la política pública y veamos un poquito de cada uno. El primero, lucha contra la corrupción. El Gobierno, en casi tres años, solo ha dado pasos para atrás y hasta a la propuesta de reforma constitucional que intentaba construir una mejor justicia para la paz y el desarrollo le zafó el apoyo político para asociarse con serviles y diputados tachados hasta la médula.

En salud, los médicos duermen frente a la Casa Presidencial pues su régimen de contratación apesta desde hace años y los diputados que torpedeaban a la anterior ministra que ejecutaba un cambio de 180 grados en el Ministerio hoy son escuderos de un ministro que amenaza, a diario, con llamar a la policía para reprimir a sus colegas.

En seguridad, el viceministro de Gobernación, encargado de seguridad, se fugó de su captura por una denuncia de violación a derechos humanos y la comparsa del presidente, vicepresidente y ministro es evidente. “Acá se protege al cuate y punto”, dicen desde el palacio.

En educación, el propio presidente salió dándose abrazos con el aborrecido dirigente sindical para comprometer las finanzas del país en un pacto colectivo indecoroso, ilegal y no viable, con un ministro de Educación cuya carta de presentación es haber marginado las artes en la enseñanza y velar porque todo siga igual, sin importar que la matriculación de niños en primaria marque retrocesos significativos.

En desarrollo basta saber que la desnutrición va para arriba, que las patojas son muertas en “Hogares Seguros” administrados bajo la sombrilla de la propia Presidencia y que se opta por privilegiar el gasto en botas y balas en vez de libros, escritorios o procesos productivos.

La Cumbre, como tal, para el país es una buena noticia y para Antigua Guatemala, la oportunidad para lucirse con todo su esplendor. Debemos dar la bienvenida a las delegaciones de países amigos, pero también contarles la verdad. En el país no hay interés por construir el Estado de Derecho porque la corrupción, el tráfico de influencias, el antejuicio como herramienta de impunidad, el abuso de la función pública y la deslegitimación de procesos de transparencia, así como la difamación a medios de comunicación y comunicadores, es la verdadera política oficial.

@Alex_balsells

ESCRITO POR:

Alejandro Balsells Conde

Abogado y notario, egresado de la Universidad Rafael Landívar y catedrático de Derecho Constitucional en dicha casa de estudios. Ha sido consultor de entidades nacionales e internacionales, y ejerce el derecho.